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- Niña de 4 años permanecía encerrada y maltratada por su abuela
“La piel pegada a sus huesitos y con laceraciones, signos de maltrato infantil en la cavidad bucal y en varias partes del cuerpo”, así fue el diagnostico médico presentado de la niña wayuu, de 5 años, encerrada por su abuela en la letrina de su casa, en Machiques de Perijá, estado Zulis.http://globovision.com/news.php?nid=220673
El estado de salud de la niña es delicado, pues es considerado como una de las condiciones más grave de la desnutrición, conocida como marasmo, aseguró el director del Instituto Nacional de Nutrición(INN), sección Zulia, Osmel Castro, quien atendió personalmente el caso desde el día de la denuncia.
Debido a su situación, la menor rescatada el pasado martes por Polimachiques, desde un reducido espacio cercado por cuatro láminas de zinc que servía como baño, fue trasladada ayer a la Unidad de Recuperación Nutricional del Hospital Chiquinquirá, en Maracaibo.
“Tiene uno de los grados de desnutrición más grave, que es el marasmo, está caquexia (estado de extremo desnutrición, atrofia muscular, debilidad), es un caso grave.
Calculan que la niña encerrada tenía más de 15 días sin comer alimentos solidos.
El nutricionista precisó que la niña padece un síndrome característico en casos graves de desnutrición, conocido como “bandera” y “que se da cuando el cabello adquiere diferentes tonalidades, está resquebrajadizo y con un simple toque se cae fácilmente”.
El director del INN también explicó en qué condiciones se encontró a la pequeña y cuál será el tratamiento a seguir durante su estadía en la unidad de recuperación, prevista para entre uno o dos meses, dependiendo de su evolución.
“Esta niña estaba muy deshidratada, una vez que la rescatan de las condiciones higiénicas deplorables en las que estaba y es llevada al hospital de Machiques es atendida por la pediatra de guardia, quien la rehidrata, le da los primeros auxilios y logra valorarla y estabilizarla.
Ya tiene un esquema de tratamiento para su completa recuperación, que consiste en una dieta proteíco calórica a progresión, para ir recuperando todo su peso y su condición fisiológica. Ella, en condiciones normales, debería pesar entre 17 y 18 kilos, pero la desnutrición ha hecho mella en su organismo”.
En cuanto a su condición emocional, Castro manifestó que “la niñita está muy irritable, trata de llorar pero no llora porque no tiene secreción lagrimal ya la deshidratación que tenía era grave. Ella se quejaba, aún cuando no hablaba ni respondía a las preguntas. Tenía mucha sed y mucha hambre”.
La menor permanece bajo extremo cuidado médico en el tercer piso del “Chiquinquirá”, donde está el área de Nutrición, bajo la supervisión de un equipo conformado por pedíatras, nutricionistas, trabajadoras sociales y enfermeras.
Sobre las razones que pudo haber tenido la abuela de la pequeña, el director del INN refirió: “El descuido de los padres y de la propia abuela con esta niñita es imperdonable, pues llega a una desnutrición grave sin que las condiciones económicas sean la causa de afectación, porque recordemos que allí habían cuatro niños más y ellos están en un estado nutricional normal”.
La abuela de la niña tiene libertad condicional, según informó el jefe de operaciones de Polimachiques. Un tribunal de la Villa del Rosario le otorgó a la mujer una medida sustitutiva de presentación a tribunales cada 15 días.
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