Un padre que lleva casi 3 años sin ver a sus hijos por denuncias falsas recorre el Camino de Santiago para expulsar su dolor a golpe de pedal

Martes, 22 de Agosto, 2017

Se llama Alberto Rico, es un padre separado, padre de dos niños, Mario y Martín.

Sus propias palabras:

Inicio el camino de santiago por la desesperación de llevar 2 años y medio sin ver a mis hijos...tras ser denunciado el 28 noviembre 2014.ser absuelto por el juzgado de lo penal 6 de mostoles el 14 junio 2016, y la audiencia provincial de Madrid 18 enero 2017...y después de este calvario me queda esperar punto de encuentro,el cual el de mostoles tiene un retraso de 1 año,porque no hay recursos....¿esto es justicia? ¿porque no hay recursos,dinero para esto?

No es la primera vez que Alberto recorre el Camino de Santiago por sus hijos, pero en sus vacaciones, cuando el trabajo deja a la mente un tiempo libre mayor, Alberto decide ocupar su pensamiento en sus hijos de una forma lo más positiva posible, expulsando su dolor, impotencia, rabia, frustración, ..., a golpe de pedal.

Alberto Rico lleva casi 3 años sin poder ver a sus hijos, casi 3 años donde la justicia colabora con una madre de dos menores que impide el contacto de dos inocentes menores con su padre. Uno de ellos tenía 2 años cuando se rompió el contacto con su padre, su nombre es Mario, con lo cual ahora mismo es muy posible que no guarde recuerdo de su padre o que sus recuerdos sean los que la madre haya transmitido, y una madre que cree que es bueno para sus hijos que pierdan la relación con el padre porque la relación entre ellos se ha roto no es una persona adecuada para criar a esos menores. El mayor, Martín, tenía en el momento desde cuando impidieron la relación paterno-filial, 5 años.

Esta madre ha usado las denuncias de violencia de género por dos motivos, el primero de ellos para cortar de raíz la relación y contacto y entre Martín (5 años) y Mario (2 años), con Alberto, y el otro motivo para quedarse con el uso de la vivienda familiar. Las denuncias provocaron la orden de alejamiento, aparte de las consecuencias personales contra el padre, que fue tratado como culpable al ser detenido y encerrado en un calabozo como si ya hubiera sido condenado por un juez.

Desde el año 2014 esta mujer y madre de dos hijos lleva usando la vivienda familiar de ambos de forma exclusiva, como si fuera suya, y el contacto de los hijos con el padre se ha roto por completo, pues aunque los motivos que impiden que estos dos inocentes niños, Mario y Martín, no puedan ser criados, educados y amparados por su padre han desaparecido, ya que un juez ha absuelto de todo al padre, la madre ha recurrido a la Audiencia Provincial y dicho recurso mantiene e impide el contacto de Alberto con Mario y Martín.

Estos dos niños son a buen seguro víctimas de la manipulación parental, y lo peor es que la justicia por su pasividad colabora en que estos dos menores se encuentren maltratados, pues impedir que estos dos niños no puedan disfrutar y disponer de tanto las atenciones como los cuidados de su padre es maltrato.

Este hombre se levanta cada día bajo la pena de ver como sus hijos crecen apartados de su padre sin un motivo que justifique dicho mal para los menores. Quien sabe qué es vivir de esta manera puede comprender a Alberto Rico, quien conoce el infierno de ver pasar días y días sin contacto con tus hijos se puede poner en la piel de Alberto Rico.

Alberto acudió a la asociación el 1 de Agosto del pasado año, en busca de ayuda, intentado encontrar una vía para romper la barrera cada vez más alta que destroza la relación paterno-filial, y hace unos días ha contactado de nuevo con nosotros y nos hemos enterado de su acción. No ha buscado en ningún momento una difusión mediática a su acción personal, más bien es un acto que provoca hacia él sentir que no se mantiene pasivo aunque la justicia alargue el plazo y no crea que el aislamiento de sus dos hijos con su padre es importante.

Desde esta página sí creemos que es importante que esta acción tenga repercusión y difusión, al menos desde donde nosotros podemos llegar, pues aunque su acción ha ido más encaminada a su persona -pues el amor por sus hijos es indudable- y el esfuerzo ha ido encaminado a él sentirse que lucha por sus hijos, y no a salir en los periódicos o medios de comunicación, si este gran esfuerzo llega el día menos pensado a parar en manos de sus hijos u otras personas sobre quien recae la responsabilidad de que estos niños se encuentren ahora maltratados por no poder mantener contacto con su padre, tenga algún efecto positivo sobre todo sobre las verdaderas víctimas, sus dos hijos.

Alberto no ha contado absolutamente con la ayuda de nadie en este esfuerzo, ni lo ha pretendido, lo cual traduce que es una acción exclusivamente fiel al amor por sus dos hijos.

- Un padre que lleva 2 años sin poder ver a sus hijos recorre el Camino de Santiago en bici luchando por recuperar el contacto con Mario y Martín
- Un padre enfrente el dolor de no ver a sus hijos recorriendo el camino de Santiago por ellos


Fuente:
Alberto Rico