Editorial de El Mundo 09-03-2011 contra las denuncias falsas y mito de la discriminación salarial
EL DÍA INTERNACIONAL de la Mujer cumplió ayer 100 años y echando la vista atrás, parece mentira que la reivindicación principal de aquellas manifestaciones celebradas en varios países europeos en 1911 fuera el derecho al voto. Tanto la lucha de las sufragistas norteamericanas como el combate en el Congreso español de Clara Campoamor para exigir el derecho al voto parecen situaciones muy lejanas, pero en términos históricos son de anteayer. Desde nuestra mirada contemporánea es sorprendente comprobar cuántos siglos ha tardado Occidente en asumir que las mujeres son seres humanos con los mismos derechos que los hombres. Hay pocas dudas de que los grandes cambios sociales del siglo XX tienen relación directa con el nuevo rol de la mujer, tanto en el trabajo fuera de casa como en las relaciones familiares. Por ello no cabe escatimar elogios para los líderes políticos que, como Zapatero, han situado la igualdad de hombres y mujeres en un lugar prioritario de la agenda política. El presidente del Gobierno presumió ayer de su condición de campeón de la igualdad en la celebración del Día de la Mujer y ante uno de los pocos auditorios que aún pueden ovacionarle con sinceridad. Su discurso no desmereció en nada a las tradicionales proclamas feministas de rebelión contra el machismo, «instinto inaceptable de superioridad y dominación sobre las mujeres».
No hay duda de que en la etapa del Gobierno de Zapatero se han producido avances en la noble causa de la igualdad entre hombres y mujeres, aunque algunos de los cambios legales aprobados por su Gobierno han sido discriminatorios, dudosamente constitucionales e ineficaces. Así ocurre con el establecimiento de cuotas obligatorias por ejemplo en los consejos de administración de las empresas, que al parecer ahora quiere impulsar la comisaria Reding en la UE. Y así sucede especialmente en el proyecto estrella de Zapatero, la ley integral contra la violencia de género. Desde que entró en vigor en 2004, la cifra de muertes por esta causa no sólo no se ha reducido, sino que aumenta cada año. Además, la ley ha dado lugar a un problema acuciante, subrayado por algunos jueces, que es el de las denuncias falsas. De las muchas decenas de miles de hombres que, en virtud de la ley, fueron detenidos y en algunos casos encerrados en un calabozo, únicamente acabaron siendo condenados por sentencia uno de cada tres. Este derecho penal de autor, que establece un tratamiento distinto para los hombres sólo por el hecho de pertenecer al género masculino, es el mismo principio filosófico que informa el proyecto de Ley de Igualdad de Trato, que el Gobierno ha enviado al Congreso. El texto contempla multas de elevada cuantía para las empresas, organismos o particulares que discriminen a las personas por su raza, sexo, religión, apariencia física, obesidad, fealdad, enfermedad, piel oscura o discapacidad. La norma invierte la carga de la prueba: el acusado tendrá que demostrar su inocencia cuando alguien le denuncie.
Tanto estas leyes como la obsesión de Zapatero por la paridad en el Gobierno, que le ha llevado a nombrar ministras a mujeres que no estaban cualificadas para el puesto, no sólo no han favorecido la causa de la igualdad, sino que han resultado a la postre contraproducentes y perjudiciales para el colectivo que Zapatero presume de defender. http://e-pesimo.blogspot.com/2011/03/editoriales-la-juez-acaricia-un-punto.html
MITO DISCRMINACIÓN SALARIAL
Economista, 18-04-2007.
La CEOE desmonta el mito de que ellas cobran mucho menos salario que ellos. Se remite a datos oficiales para decir que la brecha salarial es del 6,2 por ciento, cuyas causas habría que estudiar para saber si responden a una discriminación real o a causas objetivas
Estos estudios rara vez tenían en cuenta aspectos básicos a la hora de analizar si se puede entender o no esa diferencia como una dicriminación; por ejemplo, la extensión de la jornada o el tiempo de permanencia en la empresa.
Los datos revelan que dos terceras partes de esa brecha salarial del 30 por ciento a la que hacen referencia diversos estudios, que han servido de argumento para que el Gobierno justifique su Ley de Igualdad, se explican por la diferencia en la duración de la jornada de las mujeres, más corta.
"Otro 14 por ciento se debe a la mayor antigüedad de los trabajadores varones", explicó la portavoz empresarial. "Así que lo que nos queda es un 6,2 por ciento de diferencia real, cuyas causas habría que estudiar para saber si responden a una discriminación real o a causas objetivas", concluyó.
http://www.secuestro-emocional.org/Noticias/Saliros-Brecha.htm
http://www.confebask.es/castellano/egunon/2007/04/dos20070418.htm
http://www.libertaddigital.com/index.php?action=desaopi&cpn=37009
(Enlaces a los estudios en la noticia)
MITO DE LA DISCRIMINACIÓN SALARIAL
Las mujeres cobran lo mismo que los hombres en igualdad de condiciones
¿Cobran menos las mujeres en razón de su sexo? El lunes se celebró el Día Europeo por la Igualdad Salarial, y los medios y los políticos volvieron a reiterar su protesta por lo que ellos consideran como una “intolerable” discriminación. Pero, ¿tienen sus denuncias una base real?
El Gobierno dice que la brecha es "intolerable"
2010-02-23
El problema es que, en los últimos años, numerosos estudios han demostrado que los empresarios no discriminan entre hombres y mujeres, sino que las diferencias de salarios se explican debido a las diversas formas en que ambos colectivos se enfrentan a su carrera profesional.
O por decirlo de otro modo, entre un hombre y una mujer en circunstancias similares (mismo nivel de estudios, edad, experiencia, cargas familiares, historial laboral,…) no existen diferencias salariales. Lo que ocurre es que, en general (y aquí hay que señalar que se trata sólo de una cuestión estadística, con todas las excepciones que se quieran) los hombres y las mujeres no participan de la misma manera en el mercado laboral.
Por eso, medir simplemente lo que cobran los hombres y las mujeres no tiene demasiado sentido económico (incluso aunque se restrinja a un determinado sector o se divida la muestra por niveles de estudios). Si no se introducen más variables (fundamentalmente, situación familiar e historial laboral) los datos saldrán sesgados.
Dos estudios
Eso es lo que han hecho dos de los estudios más citados de los últimos años. En el primero, Marianne Bertrand, analizó para la University of Chicago Booth School of Busines, la evolución de los salarios de los licenciados en sus programas de MBA (dirigidos a futuros ejecutivos). En el segundo, June O`Neill, analizó para NBER, las razones de las diferencias entre salarios de hombres y mujeres. Y en ambos casos, las conclusiones fueron idénticas: no hay diferencias, cuando las circunstancias son iguales.
De esta manera, por ejemplo, O`Neill descubrió que en EEUU, “comparando los salarios entre mujeres y hombres de entre 35 y 43 años que nunca se han casado ni han tenido un hijo, se encuentra una pequeña diferencia a favor de las mujeres”. Algo parecido a lo que afirma Bertrand, cuando dice que “las diferencias salariales se pueden explicar fundamentalmente en razón de la experiencia laboral y el número de horas trabajadas”, sin que el sexo del empleado tenga relevancia.
¿Cómo se entiende entonces que, en EEUU, país donde se hicieron ambos estudios, los hombres ganen hasta un 20% más que las mujeres? Pues porque hombres y mujeres no tienen la misma experiencia laboral ni trabajan el mismo número de horas. ¿Y esto por qué? Pues en la mayoría de los casos, porque así lo han decidido libremente las familias norteamericanas.
Titulados MBA
Así, el estudio de la Chicago Booth University, que sólo analiza titulados de MBA, en teoría los más proclives a altos sueldos y carreras exitosas, descubre que a los diez años de graduación, un 16% de las mujeres no trabaja (porque prefiere quedarse en casa con sus hijos), frente a sólo un 1% de los hombres. No sólo eso, el 92% de los varones trabaja a tiempo completo, frente al 62% de sus compañeras. Y además, el tiempo trabajado, que en el primer año tras el MBA era casi idéntico entre ellos y ellas, a los diez años muestra siete horas semanales más a favor de los chicos (56,7 horas frente a 49,3). Son estas diferencias en el comportamiento ante el mercado laboral las que explican el superior salario de los hombres, y no su sexo.
Por eso, las cuarenteañeras estadounidenses solteras ganan algo más que sus homólogos masculinos. Son dos muestras homogéneas, que se puede suponer que han tenido un comportamiento similar desde el punto de vista profesional y que, como consecuencia, tienen nóminas también muy parecidas. Como explica el profesor Mark Jerry, de la Universidad de Michigan, “la edad, el matrimonio y los hijos explican casi toda la brecha salarial entre hombres y mujeres”.
Factores explicativos
En cierto sentido es lógico y la experiencia parece corroborarlo. Así los factores que podrían explicar estas diferencias serían:
-Peligrosidad de la tarea: Por ejemplo, en una empresa de taxis con conductoras mujeres y hombres, estos son más proclives a pedir el turno de noche (más peligroso y menos cómodo para quien tenga hijos) que aquéllas.
- Trabajo parcial: el propio Ministerio de Trabajo reconocía ayer que el 80% de los contratos de media jornada en España son para mujeres.
- Parones a lo largo de la vida familiar: como demuestra el estudio de Bertrand, incluso entre los estudiantes de MBA, ellas están más dispuestas que ellos a dejar su carrera durante unos años para cuidar a sus hijos.
- Carreras mejor remuneradas: este mismo informe muestra cómo los MBAs masculinos tienden a escoger especialidades que exigen más tiempo laboral, pero que también aportan más sueldo (como finanzas), mientras ellas eligen más a menudo otras menos remuneradas (como marketing).
La conclusión de estos informes es que los titulares tipo “las mujeres cobran un 20% menos por realizar el mismo trabajo” no son demasiado precisos. Puede ser una frase fácil para llamar la atención, pero la lógica y la estadística dicen que hay mucho más que analizar antes de anatemizar a todos los empresarios como machistas y a una sociedad entera como discriminadora.
(Incluye encuesta sobre si hay discriminación salarial o no
http://www.libertaddigital.com/economia/las-mujeres-cobran-lo-mismo-que-los-hombres-en-igualdad-de-condiciones-1276385383/
A pesar de las labores domésticas, hombres y mujeres trabajan igual
06 de Agosto de 2010 • 12:54
En general, ambos están trabajando lo mismo: aproximadamente ocho horas por día.
Foto:Thinkstock
Pueden dejar las medias por ahí y evitar lavar los platos, pero un nuevo estudio muestra que los maridos trabajan tanto como sus esposas.
La investigación de la Escuela de Economía de Londres, realizada por la socióloga Catherine Hakim, muestra que cuando ambos realizan trabajos remunerados y obligaciones no pagadas como tareas domésticas, los hombres realmente cumplen con los quehaceres.
"Es cierto que las mujeres realizan más trabajo en el hogar, pero los hombres y las mujeres en general están trabajando lo mismo, que es aproximadamente ocho horas por día", dijo Hakim a Reuters.
ERROR FEMINISTA
De hecho, el estudio sobre cómo utilizan su tiempo las personas descubrió que los hombres británicos le dedican un poco más de horas al trabajo "productivo" diario que las mujeres.
"Las feministas se equivocan al afirmar que los hombres deben hacer más las tareas domésticas y estar al cuidado de los niños, porque en promedio, los hombres y las mujeres ya realizan el mismo número de horas de trabajo productivo", dijo Hakim.
La socióloga sostuvo que los datos son un vuelco a la vieja teoría que dice que las mujeres trabajan un turno "doble", realizando malabares para completar las tareas domésticas, y trabajan más horas que sus maridos.
NO DISCRIMINACIÓN
El estudio denominado "¿Puede la política social y la política fiscal reconocer el trabajo familiar no remunerado?", usó datos de toda Europa del Time Use Surveys.
"Los resultados fueron similares en toda Europa, excepto en las ex repúblicas socialistas, donde hay menos tradición de que los hombres ayuden (en el hogar)", dijo Hakim.
En los países escandinavos, el estudio arrojó que los hombres trabajan más horas que las mujeres.
Hakim espera realizar un llamado de atención sobre el sesgo de la política gubernamental en toda Europa, que tiende a ver sólo al empleo remunerado como un trabajo real, y dijo que hay pruebas de que los hombres están empezando a acusar incluso discriminación sexual.
"Las políticas apoyan unilateralmente el empleo y las carreras, pero ignoran el trabajo productivo que se hace en la familia están, en efecto, favoreciendo a valores del mercado por sobre valores familiares", dijo.
"Los responsables políticos deben tener como objetivo políticas de género neutras", concluyó.
Los responsables políticos deben tener como objetivo políticas de género neutras", concluyó.
Dra. Catherine Hakim http://www2.lse.ac.uk/researchAndExpertise/Experts/c.hakim@lse.ac.uk
http://www.terra.com.pe/mujer/noticias/hof190621/a-pesar-labores-domesticas-hombres-mujeres-trabajan-igual.html
Editorial de César Vidal
Las mentiras del feminismo
El director de Es la noche de César ha editorializado sobre el victimismo del feminismo liderado por Bibiana Aído.
Cuenta la Historia que Agripina - que disfrutaba de la condición de ser nuera del emperador Tiberio - tenía un carácter verdaderamente insoportable. Así, de manera continua, se estaba quejando al emperador, sin la menor razón en la mayoría de los casos. En sus protestas, Agripina daba muestra de una destemplanza absoluta, de una intolerable falta de educación, de un egoísmo incomparable y de una insolencia sin parangón. Harto de su intolerable comportamiento, el emperador Tiberio la cogió un día por el brazo y le dijo: "Hija mía, si no oprimes, te crees oprimida". Con aquellas breves palabras, Tiberio descubría de raíz el verdadero carácter de su nuera. Se trataba de una persona que necesitaba explotar el victimismo, quejarse de manera continuada y, de paso, hacer la vida imposible a los demás. En suma, exigía oprimir a los otros y cuando no lo conseguía, sentía que ella era la oprimida. las últimas horas hemos tenido noticias de cómo algunos de los datos esgrimidos por Bibiana Aído sobre la discriminación salarial de las mujeres son totalmente falsos. Sin intención de agotar el tema, los hechos son los siguientes:
1. Según Bibiana Aído, en España las mujeres ganan un 16% menos que los hombres.
2. El dato dado por la ministra de igualdad es desmentido rotundamente por las propias inspecciones de Trabajo e Igualdad.
3. Es lógico que la afirmación de Bibiana Aído no se corresponda con la realidad ya que si las mujeres cobrasen menos por hacer exactamente lo mismo, entonces los empresarios sólo contratarían mujeres porque obtendrían el mismo producto y beneficio con un coste mucho menor.
4. La falacia de la señorita Aído se ha sustentado en gravísimos errores metodológicos como, por ejemplo, examinar lo que cobran mujeres y hombres en puestos directivos sin tener en cuenta su edad, horas trabajadas o tiempo en la empresa.
5. De manera semejante, algunos análisis simplemente suman salarios de todos los hombres y los dividen por su número total y luego hacen lo mismo con los de las mujeres, como si una cuenta tan primaria pudiera ofrecer algún dato útil.
6. Es el propio Ministerio de Igualdad el que se encarga de rebatir a su ministra en el anexo del informe y lo hace sin recurrir a estadísticas, simplemente, con los datos reales. De esta manera, en la parte final del estudio se incluyen los resultados de la Campaña 2009 de la Inspección de Trabajo sobre Discriminación Laboral.
7. Así, de las 241 empresas analizadas, sólo en 12, menos del 5%, "se observa discriminación salarial".
8. Si tomamos a los trabajadores, de los 46.239 estudiados, sólo se discrimina a 590 (el 1%), pero no deja de ser significativo que de esos 590, 245 sean hombres.
9. De hecho, el año pasado, según este mismo informe, sólo hubo 7 "infracciones por discriminación salarial", según los datos oficiales del Ministerio.
10. Este último dato incluso debería ser examinado porque habría que ver qué creen los inspectores de Trabajo que es "discriminación salarial", ya que es probable que ni siquiera en esta docena de compañías se trate peor a las empleadas que a los empleados.
11. Incluso aceptando los caprichosos criterios de esta inspección, el 95% de las empresas españolas no discriminan. Y si como mínimo 19 de cada 20 empresas pagan lo mismo por el mismo trabajo, entonces se hace difícil imaginar cómo puede ser que se diga que las mujeres cobran por término medio el 16% menos que los hombres y
12. Ante estos datos hay que llegar a la conclusión de que o la casualidad ha hecho que se inspeccionen las únicas compañías de España que no discriminan – algo imposible porque 46.000 trabajadores es una cantidad muy importante para un muestreo de este tipo - o lo dicho en el resto del informe y en la rueda de prensa de Aído es falso incluida la afirmación de que las mujeres cobran una media del 16% de salario menos que los hombres.
El feminismo ha conseguido convertirse en los últimos años en una de las ideologías más sectarias, falaces, estúpidas, rancias y opresoras del mundo contemporáneo. No sólo es que parte de presupuestos falsos que son desmentidos de arriba abajo cada vez que se analizan los datos reales, sino que además ha impulsado medidas discriminatorias que quiebran el principio esencial de igualdad ante la ley y ha dado cobijo a auténticas nulidades en puestos de responsabilidad.
Proclamando situaciones que son falsas se intenta simplemente dar capa de justicia a lo que es radicalmente injusto y defender inconfesables intereses particulares. En ese sentido, el descubrimiento de la inexistencia de discriminación salarial entre hombres y mujeres en España no es sino un ejemplo más.
Por desgracia, los personajes como Bibiana Aído – cuyo novio vive también de la teta de la administración sin que sepamos exactamente qué hace para ganarse el sueldo que sale de nuestros bolsillos – recuerdan enormemente a Agripina, la nuera de Tiberio. No les basta con disponer de un puesto de una relevancia que, seguramente, no merecen. Por añadidura, han de explotar un victimismo que no se sustenta en la realidad y que sólo les sirve de excusa para oprimir a los demás. Es más si no oprimen a otros, son ellas las que se sienten oprimidas.
http://www.esradio.fm/es-la-noche-de-cesar/las-mentiras-del-feminismo-1276401474/
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