Rupturas matrimoniales sin medias tintas

La separación está en vías de extinción: el año pasado hubo 53 frente a 986 divorcios

Domingo, 13 de Marzo de 2011

SEIS MENTIRAS PARA DESTRUIR LA FAMILIA MARTA FONTÁN En cuestión de rupturas sentimentales, los vigueses no se andan con medias tintas y prefieren poner tierra de por medio cuanto antes. Si antaño las separaciones ganaban siempre en las estadísticas a los divorcios –esta última figura es la que rompe totalmente el vínculo matrimonial–, la reforma legal impulsada en 2005 que suprimió la exigencia de la separación previa cambió tan radicalmente el panorama que los divorcios son desde entonces casi hegemónicos en Vigo: el año pasado se registraron 986 frente a 53 separaciones. Pero pese a ser una cifra muy baja, ¿por qué todavía este medio centenar de parejas opta por el paso previo de la separación y no por la fórmula del divorcio, que es con la que se da carpetazo definitivo al matrimonio? Algunos abogados que suelen llevar derecho de Familia explican que aunque esta opción es cada vez más excepcional y está en vías de extinción, aún persiste por ejemplo en personas mayores –y no tanto– que siguen viendo el divorcio como un "estigma" o también en gente muy religiosa que prefiere la opción de separarse porque no rompe el vínculo del matrimonio. También hay quien elige este paso intermedio porque no ha perdido la esperanza de la reconciliación.

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Las rupturas continúan estando a la orden del día en Vigo. Los dos juzgados de Familia de la ciudad olívica contabilizaron el pasado año un total de 1.215 –se incluyen aquí los procedimientos relativos a las parejas de hecho–. Una cifra ligeramente superior a la de 2009, cuando hubo 1.130, y que confirma el repunte de estos procesos tras el descenso que se registró durante dos años consecutivos debido a la crisis económica –los ceses de la convivencia conyugal tocaron fondo en 2008 al no superarse la cifra de 1.070 rupturas–. "Al principio de la crisis la gente se retraía, estaba asustada, pero cuando hay problemas en la pareja al final no aguantas y se prefiere ponerle solución", opina el letrado Tomás Santodomingo.
Lo que sí está provocando la inestabilidad económica es que cada vez se soliciten más abogados de oficio. El colegio de letrados vigués tiene un turno especializado en Familia. "Hay mucha gente que lo demanda tanto para separaciones y divorcios contenciosos como de mutuo acuerdo", confirma el abogado José Vila. Otra consecuencia de la crisis es el aumento de cónyuges que piden en el juzgado modificaciones de medidas ante la dificultad para abonar las pensiones a su ex pareja o a sus hijos. "En épocas de bonanza se firmaron unos convenios que al quedarse la gente en paro deben modificarse", afirma el letrado Carlos Borrás, quien señala que las dificultades económicas también provocan problemas a la hora de liquidar el patrimonio de la pareja por las exigencias de las entidades bancarias.
Al margen de las consecuencias de la crisis, las 1.215 rupturas del pasado año confirman que la figura concreta de la separación tiene cada vez menos adeptos en la ciudad olívica. Al margen de los 176 procesos relativos a parejas de hecho, hubo 986 divorcios y solo 53 separaciones. Nada que ver con los datos del año 2003, por ejemplo, cuando las separaciones sumaban 668 asuntos, casi el doble que los divorcios –357–.
La explicación a este radical giro es la llamada ley del "divorcio exprés", aprobada en julio de 2005 y que eliminó la exigencia de la separación previa para pedir el divorcio: las parejas que quieren divorciarse pueden hacerlo una vez que hayan transcurrido tres meses desde el día en que se casaron.

Razones

Sin embargo, hay quien todavía apuesta por la separación –la diferencia con el divorcio, a efectos prácticos, es que con este último uno puede volver a casarse al día siguiente de formalizarse la ruptura y al separarse esto no es posible–. "Yo no recomiendo la separación y creo que es una antigualla jurídica; estás en tierra de nadie, ni casado ni divorciado", afirma Tomás Santodomingo, que indica que quien más se decanta por esta opción es gente mayor que todavía piensa que divorciarse es un "estigma". "Lo del divorcio aún les suena mal", dice. José Vila agrega que hay personas para las que la separación es "menos traumática".
Y Carlos Borras concluye que esta es la opción para muchas personas con un fuerte sentimiento religioso. "Hay que tener en cuenta que la Iglesia sigue sin admitir el divorcio y gente con mucha fe opta por separarse porque así no se rompe el vínculo del matrimonio", explica este jurista, que en coincidencia con muchos otros considera que en la sociedad actual la separación "ya no tiene mucho sentido".
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