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- La condenan a 44 años de cárcel
Ya hubo una sentencia contra Jeniffer Alquijay Osorio, quien asesinó lenta y cruelmente a su pequeña hija, y de esto prefiero ya no emitir comentario alguno, porque ya es cosa juzgada.http://www.s21.com.gt/colaboracion/2013/03/04/desamparo-hombre-sistema-judicial
Quiero dejar claro algo que se quedó en el limbo, y voy a enfatizarlo: el papel de los jueces y juezas de familia, que incluye a oficiales y otros cargos del sistema judicial, que en realidad no cumplen con sus obligaciones. A esto hay que agregar la indiferencia de los fiscales del Ministerio Público, a los personeros de la PGN y PDH, que en realidad no ejercen sus funciones. Son personas que están en esos puestos por un salario, que no tienen la mínima intención de ayudar o prestar atención a las personas que buscan ayuda en sus oficinas.
Tengo mucha propiedad para señalar a todos estos burócratas que mencioné, porque, como periodista he sido testigo de que muchos hombres, padres de niños, en circunstancias judiciales difíciles, no son escuchados cuando se acercan para denunciar que sus hijos son maltratados por las mismas madres. Los funcionarios se ríen, las juezas, principalmente simulan con sarcasmo que lo que un padre denuncia es falso o es mentira, dan por hecho que solo las mujeres dicen la verdad.
Sé por experiencia propia, que muchos casos de estos a los que me refiero, duermen en los archivos de los juzgados de familia. No se les da trámite. Aquí se busca beneficiar presuntamente a la pobre y sufrida madre contra un energúmeno, cuando en realidad quien está en riesgo es un infante, y es quien debe merecer toda la atención de estos funcionarios.
Un hombre no puede ser escuchado por las juezas, porque muchas de ellas ni siquiera tramitan en los juzgados estas denuncias, ponen a los oficiales o secretarias a que sean ellos los que reciban las quejas, hecho que evidencia que en realidad están hartos de su trabajo, por lo que propongo que el Organismo Judicial los cambie y ponga a gente que quiera hacer su deber, solo así no se repetirán casos como el de Jennifer Alquijay. En realidad hay otros casos peores, pero que la mente colectiva ya olvidó, pero con gusto les refrescaría la memoria, narrando uno a uno estos abominables hechos. Pero no es el espacio ni el momento para hacerlo.
Un abogado litigante me confió una vez un testimonio, del porqué las juezas dan por sentado que un padre no debe ser escuchado, ya que estas juristas “sufrieron” en carne propia algún vejamen y por ello su veredicto tenga o no la razón irá en contra del hombre demandado, el que nunca tendrá la mínima oportunidad de defensa.
Fui testigo de un caso donde un hombre buscó ayuda para salvar a su hija del abandono, suplicó, rogó a jueces, fiscales y burócratas de la PGN y PDH, para que lo acompañaran para verificar el estado de la menor, como era hombre, no lo escucharon. Cuando la esposa se enteró, contraatacó con la misma demanda, en este caso, en menos de lo que canta un gallo, policías y fiscales, a empellones, patadas y violencia lo tomaron por la espalda y lo lanzaron a la palangana de una autopatrulla. Es así como funcionan estas instancias, y todavía hay sectores femeninos que cacarean que no hay justicia para ellas en este país.
Jezreel Rivera, periodista, jezrivera@yahoo.com
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