Publicado en FACEBOOK, por Javier Abril
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DENUNCIA PÚBLICA DEL MALTRATO A UN NIÑO INOCENTE ENTRE LAS PAREDES SILENCIOSAS DEL HOGAR MATERNO:
No es fácil sobrellevar saber que cada día tu hijo es maltratado. Saber que no puede defenderse, ni puedo defenderle desde la distancia. Y que me lo cuenta cuando está conmigo con lágrimas en los ojos, cuando ni siquiera se lo había preguntado. Y que ese maltrato hacia mi hijo sirve de burla y regocijo para la propia familia materna que le maltratan. Y que esa familia sepa de la impunidad para poder hacerlo. Que se sientan con el "poder" de maltratar la inocencia infantil, y usarla como instrumento para hacer daño a su padre, a su hermano mayor, y por extensión a la familia paterna. ¿Dónde hemos llegado en esta sociedad?, ¿las leyes sirven de algo para proteger a la infancia?.
Cada día que pasa, es menos tolerable saber como es maltratado mi hijo. A la presión a la que le sometieron para que fuese el "objeto" de una denuncia falsa, ni más ni menos que de "abuso sexual", en la que no solamente se le implicaba al padre, sino al hermano mayor y a la abuela paterna; a lo que se añade las denuncias falsas de malos tratos a ese menor, así como los episodios de violencia física explícita y amenazas de muerte a mi persona y en presencia de mi hijo-realizados por el abuelo materno y la madre-, y las muchísimas denuncias contra mí, sobreseídas-archivadas-juzgadas .... hay que sumar el día a día de la Incomunicación a la que es sometido mi hijo. Por no decir la negligencia académica que tiene por parte de la familia materna, o lo mal vestido y cuidado que está.
Pero no termina aquí la situación que quiero compartir con todos vosotros. Como bien sabéis llevamos más de un año y medio sin poder comunicarnos con mi hijo, ni su hermano mayor ni su papá. Pero ahora, queridos amigos, algo más se suma:
La burla diaria, la indignidad de una familia materna para regocijarse de sus hazañas de maltrato en presencia del niño, que vive en primera persona como el abuelo materno (al que yo llamo conscientemente el "homínido de la lengua fuera"): se tira ERUPTOS, pone música en el teléfono, me llama "MARICA", y se pone como un disco rayado a repetir "¡¡quién llama, quién llama, quién llama!!", y que la responsable de velar por los intereses de mi hijo, se pliegue a la actitud despótica, machista, maltratadora, sin ponerle límites a un hombre que está fuera de sí. Así como esa misma Supuesta progenitora realice amenazas veladas a mi hijo mayor en sufrir las consecuencias de su padre (o sea yo) si no deja de llamar por teléfono a su hermano. Y todo ello presenciado por mi hijo de 8 años, estando el resto de familiares maternos "riéndose" incluida la supuesta progenitora, su hermana, y la despersonalizada abuela materna, mientras se producen los hechos. Todo un teatro, mejor dicho, un drama sin sentido con una víctima inocente: "mi hijo, quién me lo contaba ayer mismo entre lágrimas en los ojos".
Acudimos a uno de los casos de vejación hacia un menor, más repugnante que jamás escucharéis o sabréis. Un maltrato silenciado, hecho a escondidas entre las paredes de una casa.
Mi pregunta por el teléfono, incontestada -por supuesto-, era ¿Dónde pretendéis llegar, que ganáis con esta actitud, que queréis en realidad?. Porque amigos míos, no me importa ya la irracionalidad y la violencia soterrada hacia mi persona, puedo soportarla esa y mil veces más, pero no entiendo, creedme, como usan a un menor para ejercerla, y como ese niño tiene que aceptarla, normalizarla y vivirla día a día. ¿Qué consecuencias tendrá sobre mi niño en su futuro como persona?.
La vida, todos sabéis es muy efímera, veloz y volátil. Y ver como mi hijo vive esa violencia, que queda entre las CUATRO PAREDES SILENCIOSAS DE UN HOGAR materno, me genera una sensación de incredulidad que no se explicar con palabras....
Javier Abril,
papá de Xavi y Alejandro Abril.
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