Juzgados de Ferrol
Narón. La pesadilla que relata Xavier se iniciaba hace seis años. Tras la separación matrimonial, su expareja le acusó de abusar sexualmente de sus dos hijos. Todas las resoluciones judiciales demostraron que esas acusaciones eran falsas, pero la custodia quedó en manos de la madre “e dende o principio incumpriuse o réxime de visitas”. Este naronés lamenta que no ha podido ver a sus hijos, salvo en muy puntuales ocasiones. Una resolución de la Audiencia Provincial instaba a la madre al cumplimiento del régimen de visitas, con la advertencia de sanciones que podrían derivar en la pérdida de la custodia. Pero Xavier sigue sin poder restablecer la relación con su familia.
Según la versión de este naronés, “a nai xa non entrega aos fillos dende decembro de 2013”. Y la inquietud se incrementa ante un informe del Imelga sobre este caso. Este organismo propone ingresar a los menores en un centro, para fomentar el acercamiento paulatino al padre. Xavier rechaza contundentemente esta posibilidad y ya ha recurrido el informe. Y advierte que “denunciaremos ante a lei o ingreso dos menores nun centro, en caso de que así aconteza”. Recalca que “non pode ser que os que menos causaron o problema sexan os que máis sufran as consecuencias”. Sus hijos tienen ahora 9 y 7 años. Xavier presentó la primera solicitud de custodia en el año 2010. Y lleva consigo un dossier con las denuncias formuladas contra su exmujer por incumplimiento del régimen de visitas.
Los Juzgados de Ferrol que instruyen la causa han solicitado un nuevo informe. Pero según Xavier, “deciden absterse da súa responsabilidade e pásanlle a decisión á Sección de Menores da Xunta de Galicia”. La legislación marca el camino a seguir cuando los niños no pueden quedarse con los padres. En primer lugar, se recurriría a la familia cercana. En segundo, al acogimiento familiar. Y en último lugar, al acogimiento residencial o centro de menores.
Según Xavier, “a xustiza foi clara e contundente á hora de confirmar que os nenos non sufriron abusos sexuais... pero non foi quen de resolver coa mesma eficacia a complexa situación da custodia”. Desde la separación matrimonial, este naronés afirma que “non puiden manter unha relación mínimamente frecuente cos fillos debido á negativa da nai a facilitar os contactos”.
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