Sábado, 16 de Noviembre, 2013
Enlaces:
- 'Cásate y sé sumisa' es "un divertido libro de evangelización" para el Vaticano
- El obispo de Córdoba alerta contra la ideología de género que destroza la familia
- El arzobispo de Toledo asegura que el divorcio exprés ha traído «odios, violencia machista y desasosiego» a las familias
- El portavoz de la Junta de Andalucía pide un "bozal" para el obispo de Córdoba
- El exjuez Serrano llama "ignorante" a Vázquez por pedir un bozal para quien crítica una ideología de género "perversa"
GRANADA Tras la polémica publicación de 'Cásate y sé sumisa'http://www.elmundo.es/andalucia/2013/11/15/52865deb0ab74012508b457a.html
El arzobispo de Granada, durante una ofrenda en la cripta de los Reyes Católicos.
El arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, ha intervenido por primera vez personalmente en la polémica alrededor del libro 'Cásate y se sumisa', de la italiana Constanza Miriano, publicado por la editorial Nuevo Inicio, dependiente de su diócesis. Y lo ha hecho amparándose en la libertad de expresión y al mismo tiempo negando que el libro promueva la violencia de género. Por contra, afirma son leyes como las que permiten el aborto y el divorcio las que lo hacen.
Martínez, que nunca ha eludido polémicas de este tipo y de hecho es conocido por homilías en las que afirmaba que las mujeres que abortan no pueden quejarse si son violadas, empieza su escrito calificando la polémica de "artificiosa", y argumentando que el libro "se defiende por sí solo". Añade que el título tanto de este como de su segunda parte -'Cásate y da la vida por ella', dirigido a los hombres-," se inspiran casi literalmente en un pasaje de la Epístola a los Efesios" de San Pablo. Añade que "la sumisión de que se habla tiene poco o nada que ver con las relaciones de poder que envenenan las relaciones entre hombre y mujer", y que la posición de la editorial "es acorde con las enseñanzas de la Iglesia"
Considera Martínez en su comunicado que el libro, la editorial o "mi pobre persona" no son "más que una excusa". Así, "quienes promueven y agitan esta polémica tienen otros intereses y otros motivos que no son precisamente la defensa de la mujer o la preocupación por su dignidad". Se trata, considera, de "doblegar" al "pueblo cristiano" por resistirse a "ser domesticado por el rodillo de la cultura dominante".
El arzobispo de Granada, que fue hace años el primero en sentarse en el banquillo de los acusados al ser denunciado por coacciones por un párroco de su diócesis, añade que actualmente pueden leerse muchos libros que "insultan o hacen burla de realidades sagradas, desde el matrimonio hasta la maternidad", algo que es posible "gracias a la libertad de expresión, que es un invento cristiano", y en la misma enmarca la publicación de los libros de Miriano.
Finalmente, advierte que "ni esta obra, ni ninguna declaración mía jamás, ha justificado o excusado, y menos aún, promovido, ningún acto de violencia a la mujer". Y opina que "sí que favorece y facilita la violencia a las mujeres, en cambio, la legislación que liberaliza el aborto, al igual que todas las medidas que debiliten o eliminen el matrimonio, en la medida en que tienden a hacer recaer toda la responsabilidad de un eventual embarazo sobre la mujer dejada a sí misma, sin responsabilidad alguna por parte del varón".
Se suma, finalmente, Martínez, a la petición de Miriano de que quien acuse al libro de promover o recomendar cualquier acto de violencia física o psicológica contra la mujer "deberá ser riguroso y especificar la página y el párrafo en que aparezca la más mínima justificación o excusa de ningún tipo de violencia, porque, aparte de descalificaciones gratuitas que cualquiera puede hacer, o de manipulaciones groseras, no las encontrará".
Y añade "como tampoco las encontrará en mis palabras. Sencillamente porque esos pensamientos que algunos gratuitamente me atribuyen no son ni han sido nunca míos, ni de mi entorno eclesial, ni de la Tradición cristiana. Quien me acuse de ellos sólo podrá hacerlo tergiversando mis palabras, cuyo contenido es notorio y público, puesto que mi ministerio de predicación tiene lugar siempre en público en la cátedra episcopal que la Iglesia ha confiado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario