Ya está levantado aunque la alarma del móvil todavía no ha sonado. Ya se ha tomado dos cafés y se ha fumado medio paquete de tabaco. Decide meterse en la ducha como cada mañana, no tiene prisa, el agua caliente recorre su cuerpo, no tiene prisa, se dice mientras deja que el agua siga cayendo. Sale del reconfortante baño poniéndose lentamente su albornoz, y empieza con el ritual del afeitado, no tiene prisa se repite de nuevo, hay tiempo. Pero a él ya le hubiera gustado que este día hubiese ya terminado.
Duchado, afeitado y vestido, sale de nuevo a su pequeño comedor de su pequeña vivienda, la alarma del móvil suena e inmediatamente, lo apaga, es muy temprano, tendría que haber aguantado un poco más en la cama, pero la realidad es que lleva más de quince días sin poder pegar el ojo, lleva más de quince días disimulando haciendo “vida normal”, trabajo, hijos, citas con su abogado, pero llega la hora de ir a casa y tras una jornada dura, cae en la cama derrotado pero apenas consigue dormir, mentalmente tacha los días que faltan para el GRAN DÍA.
Mira su reloj, deja la taza vacía de su tercer café en el fregadero de la cocina y busca las llaves del coche. Sale de casa no tiene prisa se dice otra vez, mientras se dirige a su vehículo. Arranca su viejo Toyota y automáticamente salta la radio, hoy no le hace demasiado caso a la tertulia política de la Cadena Ser, en su cabeza se amontonan las preguntas y respuestas que ha ido preparando con José su abogado. Él, en varias por no decir en todas, ha sido muy valiente y sincero, “no te hagas demasiadas ilusiones”, no nos la van a dar, pero seguiremos intentándolo, le dice.
Ha llegado por fin a su destino, allí se ha encontrado con su hermana y José, se nota que los tres han hecho buena piña. Se saludan, sonriendo nerviosamente y comienza la función en el juzgado 22.
La puerta se cierra, su hermana se ha quedado fuera sentada enfrente de los padres de la otra parte, no se saludan, no se miran, ella al fin decide bajar a tomar un café y cambiar el ticket del coche, será sólo media hora se dice.
Dentro están ellos dos, junto con sus respectivos letrados, sentados y nerviosos. Él no la mira, no puede, no quiere mirarla, le ha hecho la vida muy difícil, le ha mentido, le ha chillado e insultado, le ha maltratado, delante y detrás de sus hijos. No, no tiene ninguna gana de mirarla, quiere que desaparezca de su vida y hoy muy posiblemente sea el día.
Una vez expuesto los argumentos de ambas partes, queda claro que la parte contraría ha basado la totalidad de sus argumentos en el tema económico, no hace referencia ninguna a los hijos de la pareja, lo cual y sorprendentemente hace caer la balanza a favor del padre que por los argumentos esgrimidos a través de su letrado queda claro que él, lo único que busca, es el bienestar de sus hijos.
Así pues, el Fiscal y Juez deciden dar la Custodia Compartida y su señoría no sentencia, sino que trata de dirigir el mismo, el acuerdo entre la pareja.
El acuerdo económicamente sale beneficiada la otra parte ya que la pensión alimentaria (300 euros por niño x 3= 900) pensión compensatoria a ella durante 3 años (300 euros) que sería suspendida si ella encontrará un trabajo de más horas (teniendo los antecedente que tiene de seguro agotara dicha pensión). Pago de la mitad de la hipoteca. Pago de la mitad del comedor de los niños, al final económicamente ella ha salido ganando, se ha llevado más del 65% del salario de él.
Pero él y tras una negociación que ha durado cerca de dos horas y media, sale con una sonrisa de oreja a oreja, diciendo ME LA HAN DADO, ME LA HAN DADO, abrazando a su hermana y llorando los dos como niños, el letrado también sale nervioso ha sido una negociación dura demasiado dura, no esperaba que los acontecimientos se desarrollaran de esa manera y sale exhausto, sólo quiere bajar a la cafetería, sentarse tranquilamente, y reflexionar sobre lo que ha pasado hace pocos minutos.
ME LA HAN DADO, le dice a su madre cuando la llama por teléfono, no es capaz de decir más, está emocionado, sus hijos van estar una semana con él y otra con la madre, sus hijos van a vivir con él a semanas, no dice nada, sólo le caen lagrimas, sólo tiene ganas de reír, sólo tiene ganas de abrazarlos, ME LA HAN DADO, mirando de nuevo a su hermana que trata de enderezarse y no llorar más, ME LA HAN DADO, se dice así mismo, sintiendo un enorme cansancio y de exaltación a la vez, ME LA HAN DADO, escribe en whatsapp a toda la gente que le quiere y aprecia.
Ahora ha pasado algún tiempo, poco tiempo en realidad, para sorpresa de él, ella enseguida puso en marcha el proceso de Compartir a los niños y él no se hizo de rogar, feliz recibe cada semana a sus hijos, económicamente está asfixiado muy asfixiado pero a él le da igual disponer de más o menos dinero, dice que es sólo cuestión de tiempo.
Pero a mí me gustaría hacer una serie de preguntas, porque a lo mejor y como dije en mi anterior artículo desconozco el tema, vamos a ver:
¿A esta señora no se le podría hacer un seguimiento, presentándose al menos una vez al mes para ver los avances “reales” en la búsqueda de empleo?
¿Los hijos de la pareja están una semana si y otra no con ella, los niños comen en el colegio que pagan a medias, 300 euros por niño, no es una cantidad elevada para las cenas y gastos de quince días al mes?
¿Es lógico que estos niños reciban esta cantidad mensual de dinero y que encima el padre deba compartir gastos (ropa, peluquería, cumpleaños, etc)
¿Es normal que esta señora viva en una vivienda de obra nueva (urbanización, piscina, etc.) y que el padre apenas pueda pagar un alquiler de 500 euros?
¿Cuándo tú te separas, hay enseres que son de la pareja, de acuerdo. Pero hay otros que te pertenecen, pueden permanecer retenidos como si fueran rehenes?
¿Definición de Compartir?
Me alegro inmensamente por él y sobre todo por sus hijos (tres de mis seis tesoros) pero me parece un acuerdo totalmente desorbitado, porque hablamos de una persona, que tiene que vivir en un piso de alquiler, que tiene que mantener a sus hijos quince días que tiene unos gastos iguales a los de ella (comida,luz, gas, etc). Insisto desorbitado.
...Señoría, muchísimas gracias, se ha hecho justicia, se ha hecho lo que debía de hacerse, solo tengo un PERO “el económico”.
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