Una opinión de una mujer, Courtney Kirchoff, distinta a la que nos tiene acostumbrados un feminismo que trabajar por anular los derechos de los hombres en beneficio de los de la mujer.
Queridos hombres:
Todos los días hay noticias e indignación acerca de “la última tragedia en la guerra contra las mujeres”, las justicieras sociales feministas, la objetivización de las mujeres, la “cultura de violación”, los “privilegios masculinos” y las “microagresiones”. A veces me parece que, si eres un hombre en este mundo, no hay nada que puedas hacer bien. Si le dicen a una mujer que es hermosa, la están reduciendo a su apariencia física. Si le dicen que es inteligente, son igualmente sexistas por estar sorprendidos de que ella es inteligente y algo más que un cuerpo. Si se atreven a decir que piensas que está buena… ¡Oh, Dios! Que los encierren y tiren la llave: las feministas los acuchillarán.
Pues, como mujer, les digo que hay algo que necesitan saber: las mujeres aman a los hombres. Por ser hombres. Y, sí, muchos teclados feministas están siendo triturados en este momento. Las chicas están golpeando las teclas como los cavernícolas golpeaban a las mujeres para llevárselas a la caverna con ellos. ¡Eso último es un chiste, obviamente! Y sé que las feministas no van a creer que es gracioso. Para ellas, nada lo es. Justo por eso es tan gracioso.
Si, yo sé que estás ahí afuera, justiciera social feminista. Vas a llamarme una perra, una vendida, una ignorante. Y muchas otras palabras de cuatro o cinco letras porque me atreví a escribir que “las mujeres aman a los hombres”, a pesar de toda la apabullante evidencia de que las mujeres no los aman realmente. ¿Quieres escuchar verdadera evidencia? La perpetuación de nuestra especie. Ya sabes, las mujeres y los hombres juntándose para hacer aquello durante milenios y, luego, tener sus bebés en vez de abortarlos. Ya te puedo escuchar gritando “PATRIARCADO” Y “VIOLACIÓN” allá afuera. Pues, grita y zapatea todo lo que quieras. No me interesa: ruido de fondo, nada más.
Esta carta es para los hombres que salen y hacen. Que construyen, que crean, que persiguen la excelencia, que quieren mejorar el mundo un poquito al no rebajarse a pedir disculpas. HOMBRES. No estoy hablando de los idiotas y los cerdos. Ellos reciben mucha más atención de la que merecen porque NO representan a todos los hombres. ¿Estamos claros? ¿Eh?
Disculpen, chicos, tenía que referirme primero a las harpías porque son demasiado molestas. ¿Adónde quedé? ¡Ah, sí! Las mujeres aman a los hombres. Millones de mujeres, yo incluida, celebramos su existencia. Puede ser que echemos bromas sobre cuánto nos irrita que se enfoquen en una sola cosa a la vez, pero también amamos eso porque la vida es más sencilla cuando estamos con ustedes, es mejor. Amamos que ustedes dicen lo que piensan. Que sean tan poco complicados, directos, fáciles de descifrar. Nosotras no tenemos que emitir “notas aclaratorias” antes de hablar con ustedes… así que, gracias por eso.
También, apreciamos que deseen proteger a las mujeres. A pesar de la insistencia de las feministas en lo contrario, millones de nosotras sabemos cuánto ustedes se preocupan por nosotras. Sabemos que serían capaces de arriesgarse más allá de toda lógica por nuestra seguridad. Sabemos que aman a los niños y también quieren protegerlos. Sabemos que desean llamar a sus hijas “princesa” y que eso no los convierte en machistas.
Nosotras celebramos su ambición. Una de mis cualidades favoritas en un hombre es su determinación de ser el mejor. Le gusta asumir riesgos porque le gusta superarse más allá de los límites y probar sus capacidades. Le gusta sentirse desafiado en su carrera y sus proyectos personales. Todos los días, trabaja para superarse y ser un hombre mejor de lo que fue ayer. Amamos su competitividad, también. Las mujeres podemos burlarnos de ustedes por necesitar superar a los demás hombres pero ESTA MUJER, en particular, lo disfruta mucho. ¿Qué es la vida sin competencia? Gracias por el ingenioso intercambio de sarcasmos y por tratar de demostrarle a tu compañero del gimnasio quién es el que manda. ¡Sigan adelante! Nosotras los observaremos y les haremos porras, pero será mejor que ganen…
Los amamos por su humor autocrítico y por querer hacernos reír. Esto debería ser autoevidente pero, tristemente, no lo es. Incluso cuando no queremos que nos hagan sentir mejor, ustedes lo intentan. Cada uno de ustedes es como un soldado que ama a su chica. Incluso si su chica les echa una mirada asesina, me gustaría pensar que en el fondo no está planeando cómo sofocarlos con la almohada cuando estén roncando; sólo está apreciando su buen humor. Bueno, tal vez también esté pensando cuánto le gustaría que no roncaran. ¡Ella también es humana!
¡Ah, justicieras sociales feministas, ya cállense! ¿Que si todos los hombres son así como los que estoy describiendo? No, obviamente no todos, pero muchos sí lo son. No todo tiene que ver con tus benditas microagresiones y objetivización y bla-bla-bla. Deja de esforzarte tanto por llamar la atención. Esta vez, no se trata de ti. Supéralo.
CARTA DE UNA VERDADERA MUJER A LOS HOMBRES por Courtney Kirchoff, Escritora (traducida por su servidor)
https://www.facebook.com/notes/jos%C3%A9-pablo-bola%C3%B1os/carta-de-una-verdadera-mujer-a-los-hombres-por-courtney-kirchoff-escritora-tradu/10157760415630341
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