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martes, 13 de septiembre de 2011

Ser Padre III – La Gran Necesidad de tus Hijos

Marts, 13 de Septiembre, 2011
Introducción
Qué es lo que los niños más necesitan de sus padres? Un estudio desarrollado en Inglaterra, en la
Universidad de Edinburgh en 1998, por Cintia Milligan, tenía como propósito ver qué esperaban los niños de sus padres. Este proyecto fue llevado a cabo por una fundación especial, la cual fue inspirada por el año internacional de la familia y porque las Naciones
Unidas se reunieron para hablar sobre los derechos del niño.
Dicho estudio es un reporte fascinante; en las entrevistas con adultos de diferentes grupos en quienes había un interés especial hacia sus familias, se pudo observar la importancia que tiene para un niño la relación entre su padre y su madre. El niño necesita la presencia y sostén de los padres, y necesitan el papel de ambos.
Desgraciadamente, nuestra cultura hispana piensa que el papel del macho es sólo traer dinero, imponer su voluntad de forma áspera y grosera y además ser un infi el. El complejo de inferioridad en el macho lo hace pensar que
entre más se emborrache, grite o imponga su autoridad, será más respetado. Pero la verdad es que va a ser odiado por sus hijos y aborrecido.
Hoy en día encontramos una generación de millones de muchachos que odian y aborrecen a su padre porque no obtuvieron de él el afecto y cariño que
necesitaban. La verdad es que detrás de ese macho hay un cobarde, un hombre acomplejado, lleno de temores e inseguridades.
El hombre, como padre, provee un modelo único el cual puede enriquecer tanto a su hijo como a él mismo. Dios lo diseñó de tal manera que pudiera suplir lo que una madre no puede. Que un padre tome su papel en el hogar debiera ser lo normal, pues es lo que toda consciencia y la razón humana aprueban y aplauden; los antropólogos, sociólogos, psicólogos y la Palabra
Santa y verdadera de Dios coinciden en que el papel del padre provee algo que la madre no puede. Esa seguridad y liderazgo en proveer económicamente
para el hogar, guiar a los hijos en los valores morales y espirituales, promover respeto, cariño y amor en el hogar, sólo el padre puede hacerlo. No cabe duda que su papel es único. Quiero tomar las palabras del Dr.
Dobson, el cual dice lo siguiente:
“Las naciones pobladas en su mayoría por hombres inmaduros, inmorales, sin fuerza de voluntad, cobardes y demasiado indulgentes consigo mismos, no durarán mucho. Esta clase de hombres incluyen a aquellos que engendran y abandonan a sus hijos, engañan a sus esposas, mienten, roban y codician, odian a sus conciudadanos y no siguen a otro dios que no sea el dinero o sus propios vicios. Esta es la dirección hacia la cual la cultura está llevando a los muchachos de hoy.”
Lo que los padres irresponsables siembran, lo están cosechando en que sus hijos imitan su mal ejemplo. Debemos hacer la inversión necesaria para
contrarrestar esas infl uencias e inculcarles valores y cualidades duraderas de carácter, autodisciplina, respeto a la autoridad, ética, compromiso con Dios y un inconmovible amor por Jesucristo.
La relación entre el padre y el hijo De acuerdo con la autora de “Necesidad de un padre”, los padres son tan importantes para los hijos como las madres, pero de maneras muy diferentes. A continuación veremos otros hallazgos sorprendentes que surgen de una cuidadosa investigación en cuanto al papel de los padres.
Existe un nexo innegable entre el padre hombre y el bebé: desde las 6 semanas éste pueden diferenciar la voz de la madre de la del padre y a las 8 semanas puede distinguir entre los métodos de atención de cada uno de ellos. Los bebés nacen con una inclinación a conectarse con sus padres, cuando comienzan a hablar generalmente la palabra que usan para papá,
razones.
Entre el año y los dos años y medio, los niños demuestran de manera muy evidente su reafi rmación de la necesidad de un padre, buscan a su padre,
preguntan por él cuando no está presente, se quedan fascinados cuando les habla por teléfono y, si les permite, investigan cada parte de su cuerpo.
Los adolescentes expresan su necesidad paternal de maneras más complejas, como compitiendo con él, confrontando sus valores, creencias y límites. Muchos hijos e hijas descubren la intensidad y la persistencia de su necesidad paterna cuando el padre muere, especialmente, cuando se va sin que le expresaran cuánto lo necesitaban.
De acuerdo con el Centro Nacional para Niños Pobres en los Estados Unidos, es dos veces más probable que los varones sin padres abandonen la escuela o los metan presos, y casi cuatro veces más probable que necesiten tratamiento para problemas emocionales y de comportamiento que los varones con padres.
El papel masculino disminuye altamente la delincuencia en los adolescentes y jóvenes y promueve el desarrollo emocional. El Dr. Dobson confi rma que si los muchachos se encuentran en problemas actualmente, es porque los padres, y en especial el papá, se encuentran distraídos, sobrecargados de
trabajo, tensos, exhaustos, sin interés, dependientes de sustancias químicas, divorciados o sencillamente incapaces de hacerle frente a sus obligaciones.
El Centro Nacional contra la Adicción y el Abuso de Sustancias Tóxicas de la Universidad de Columbia, descubrió que los niños que viven en familias donde están los dos padres, pero tienen una mala relación con el padre varón, corren un riesgo del 68% más alto de fumar, beber y usar drogas que los adolescentes que tienen una relación buena o excelente con su padre.
El Dr. William Polok, sociólogo de Harvard y autor de “Verdaderos Varones”, llegó a la conclusión de que el divorcio es devastador para los hijos, debido a la falta de disciplina y supervisión, y la imposibilidad para enseñar lo que signifi ca ser un hombre. Las mamás no pueden enseñar qué es ser hombre, sencillamente porque son mujeres. Es necesaria la presencia de un padre.
Muchos padres de familia piensan que ser hombre es solamente una diferencia de género, no entienden que ser hombre es ser alguien que sirve, ayuda, trae paz al hogar y es árbitro en los problemas en casa para remediar los confl ictos. El común denominador entre los muchachos con problemas es el padre distante, el que está en casa pero está ausente de los problemas y las necesidades de sus hijos.
El hogar, un refugio para el joven El ambiente que rodea a los hijos debe ser favorable para su desarrollo. Tanto el padre como la madre deben estar de acuerdo en sus decisiones, para que no haya descontrol en las mentes de sus hijos, ya que al no estar ellos de acuerdo, los hijos no saben de qué lado ponerse. Esto los afecta y comienzan a desubicarse y a evadirse, tratando de crear su propio mundo.
Sus mentes están ausentes de todo lo que les rodea y les es muy difícil tomar responsabilidades en la escuela y en la casa, pues lo que buscan es
evadirse de todo en esta vida. Estas palabras surgen de la experiencia de muchísimas madres y padres de familia que han sido dirigidos y ayudados por consejeros familiares cristianos.
El ambiente de la casa se le debe antojar al muchacho. A muchos jóvenes no se les antoja estar en la casa porque ven a un padre gruñón, de mal genio, que siempre está peleando con mamá. Hay un ambiente hostil y no son escuchados ni comprendidos, por eso buscan alguien que sí los escuche y comprenda, un lugar donde y se puedan sentir a gusto.
Desgraciadamente, pueden terminar en la homosexualidad cuando el joven que los escucha es un homosexual o un drogadicto, que va a abusar de la necesidad de afecto de tus hijos. ¿Has pensado que tus hijos pueden ser presas de los peores hombres, como narcotrafi cantes o tratantes de prostitutas? El padre y la madre deberán fomentar en sus hijos la preparación macadémica, que estudien inglés, computación, una carrera y hasta una maestría.
El hogar debe ser cálido y lleno de amor, debe haber una buena relación entre el padre y la madre, para que el hijo sea motivado a ser alguien en la vida. Muchos niños carecen de motivación para el futuro, no se les antoja estar en casa, estudiar ni prepararse académicamente. ¿Por qué hay tanta deserción escolar y bajo rendimiento? ¿Por qué tantos niños reprueban el año o son expulsados de las escuelas? Porque no hay un padre varón que esté detrás de ellos, promoviendo ese ambiente adecuado. En cambio, hay pleitos, irresponsabilidad, borracheras, etc. Tal vez te preguntes: “¿Por qué el hijo del vecino es diferente? ¿Por qué yo no he podido sacar adelante a mi familia? ¿Por qué mi hijo no me obedece?”. Muchos padres dicen: “¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué me salió una muchacha embarazada? ¿Por qué mi hijo está en las drogas?”. No hiciste nada, por eso lo mereces. No quisiste ser padre. Ser padre es una gran responsabilidad y la verdad es que no has dedicado el tiempo sufi ciente para serlo, no has tenido la dedicación de ser padre. Ser padre requiere esfuerzo, tiempo, cuidado y compromiso; si quieres ver a tus hijos sanos mentalmente, deseosos de esforzarse en la escuela e inclinarse hacia cosas sanas, necesitas dedicarte por completo a ellos y quitar todo lo que esté afectándolos.
Hoy te hago un llamado para que seas padre, para que quites los pleitos y no llegues tomado a tu casa, para que ya no insultes a tus hijos, sino que les dediques tiempo. Tu hijo es tu amigo íntimo, tú lo engendraste.
Debes saber que tienes un compromiso con tus hijos y con Dios desde que te uniste en matrimonio con tu esposa. Eres responsable de formar un hogar sano y feliz, donde tus hijos puedan amar a Dios. ¡Conviértete en un verdadero padre!Quiero aplicar las preciosas palabras de Dios. El
verdadero padre se compadece de sus hijos, tal como lo enseña el Salmo 103:13 “Como el padre se compadece de los hijos…”. En Proverbios 4:2 dice: “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre…”. Según la Palabra de Dios, un padre verdadero enseña a sus hijos cosas productivas, los enseña a refrenarse de sus propios deseos y a buscar las cosas buenas.
Tal como dice Proverbios 13:1 “El hijo sabio recibe el consejo del padre…”, el padre es llamado a aconsejar a sus hijos, pues si algo necesitan son tus consejos sabios.
En Jeremías 3:4 dice: “A lo menos desde ahora ¿no me llamarás a mí padre mío, guiador de mi juventud?”. El padre es alguien que guía al hijo en su adolescencia y juventud, etapas en las que hay cambios hormonales emocionales y un gran desarrollo del cerebro en diferentes áreas, tales como el sistema límbico de las emociones y el sistema frontal de las decisiones. Si el padre no está guiando el desarrollo normal de su hijo,
éste llegará a la etapa adulta con serios problemas.
Te hago un llamado al arrepentimiento real, a que cambies si tu forma de ser padre no ha servido a tus hijos y no estás levantando hijos felices, productivos y obedientes. La Escritura dice acerca de Dios que “él
hará volver el corazón de los padres hacia los hijos”.
Dios te hace un llamado a que cambies y vuelvas tu corazón hacia tus hijos, que ellos sean el centro de tu vida, después de Dios. Abandona tu conducta
egoísta de macho y golpeador insensible que maltrata a sus hijos y esposa, que trata de imponer su autoridad mediante la fuerza; abandona esos
vicios que corrompen a tus hijos, esas palabras que hieren y lastiman y esos caminos de muerte que están destruyendo tu hogar.
Imitemos el ejemplo de Dios, “porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna”.
Dios dio lo mejor como padre: a su hijo Jesús, el cual murió en la cruz para salvarte de tus pecados y de esa forma de vivir. Él quiere arrancar de tu corazón el odio que sientes por no haber tenido un padre que te enseñara, aconsejara y diera afecto y cariño. ¡No te preocupes! ¡Sí hay esperanza! Dios, el Padre, está deseoso de mostrarte Su amor y Su misericordia, de cambiarte y enseñarte el camino y de darte el amor,
la sabiduría y el consejo que necesitas para ayudar a tus hijos.
Nadie está preparado para ser padre. Se necesita estudiar y actualizarse en el papel de padre, para lo cual hay libros excelentes en el tema. Pero lo más importante es volvernos a Dios. En Santiago 1:17 dice: “Toda buena dádiva y todo don perfecto, desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación”.
La lluvia y el sol descienden de lo alto y ayudan a que el grano crezca y nos alimente; de arriba vino Jesús para darnos vida eterna, el don más maravilloso que Dios nos ha dado; pero también de él viene la sabiduría y la
capacitación para ser padres reales. Ser padre no es una opción, es una necesidad. Durante los últimos 20 o 30 años se ha investigado intensamente el papel de ser padre y, ¿cuál es el resultado? El resultado es que el papel de ser padre es muy importante para el desarrollo emocional, cognitivo, físico, mental y espiritual de nuestros hijos.
Queremos hijos que puedan superar la crisis y las presiones que enfrentan en este mundo, que anhelen estar en el hogar y encuentren en él el lugar más maravilloso del mundo.Hace poco tuve la oportunidad de experimentar una comida al aire libre con mis hijos y yo les decía: “¡Qué hermoso es tener una familia”. Mi hijo varón me respondió: “¡Papá, yo siempre hablo de mi familia, me enorgullezco de mis padres y mis hermanos y del amor que me prodigan!”. ¿No es maravilloso que un hijo adolescente haga tal eclaración? Esto también lo puedes lograr tú. Es cierto que tenemos muy poca preparación para ser padres, vivimos días de afán, ansiedad y agotamiento físico y mental como nunca antes. Pero, ¿para qué llevar esa atmósfera tan destructiva al hogar? Al contrario, el amor es el compromiso que nos lleva a ver por los demás y cuando vemos por nuestros hijos nos olvidamos de nosotros mismos y ponemos nuestra confi anza total y absoluta en Dios, para recibir de él la preparación y ayuda para dirigir a nuestros hijos.
Ser padre no es solamente traer hijos al mundo; es criarlos, educarlos, aconsejarlos, ser apoyo y soporte para ellos y ser un ejemplo a seguir. ¿Qué modelo están tomando tus hijos? ¿Las drogas, el alcohol, el sexo promiscuo? ¿O un padre ejemplar?
Lo más importante es reconocer que no sabemos ser padres, cambiar nuestra forma de ser y volver nuestro corazón hacia nuestros hijos; Dios está dispuesto a ayudarte. ¿Deseas ser padre? Tus hijos te necesitan.
Ser padre, la tarea más maravillosa del mundo.
Profr. Humberto Ayub
Esperanza para la Familia, A. C.
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