Por interés reproducimos el discurso que Blanca Escaño Olazagoitia, Presidenta de la Asociación AMYHIR dió el pasado 23 de junio ante el Ministerio de Igualdad.
Buenos días, Señora Ministra.
En primer lugar queremos transmitirle
nuestro pesar por no haber recibido respuesta a la petición de reunión
con Vd. solicitada por un grupo de personas, mujeres en este caso, afectadas por la actual ley de violencia de género, lo que demuestra una vez más que las leyes sólo amparan a unas personas en detrimento de otras, que somos la mayoría.
Quisiera comenzar este Mitin con un
minuto de silencio en memoria de todas las PERSONAS que han sido objeto
de violencia de cualquier tipo, incluida la institucional y por todos
aquellos PADRES que no han podido soportar tanto sufrimiento y han
tomado la decisión de suicidarse y que ya no se encuentran entre
nosotros.
Nuestro recuerdo especial a nuestros compañeros Carlos,
de Valencia, que ya no pudo más con la presión a la que se vio sometido
durante su proceso de divorcio y la asimetría que conlleva, decidiendo
quitarse la vida hace dos semanas y José Alfredo, de Badajoz, que por el mismo motivo decidió poner fin a su desgraciada existencia el pasado 10 de Junio. Ambos padres fueron Víctimas de la Ley de Violencia de Género, como la mayoría de los padres de este país.
(MINUTO DE SILENCIO)
Señora Ministra: el motivo de éste mitin es el de darle a conocer de primera mano las desigualdades existentes en nuestra sociedad,
que afecta por igual a niños, ancianos, mujeres y hombres. Como
ciudadanos, tenemos la obligación de hacerles ver lo que ustedes como
representantes de la ciudadanía hacen bien y lo que hacen mal. Es la
base de la democracia y de la igualdad, dado que ustedes nos
representan.
Queremos hacerle partícipe de nuestro
rechazo a cualquier tipo de violencia y que somos un grupo de padres,
madres, segundas esposas, abuelos, abuelas, hijas e hijos que estamos
siendo maltratados por las instituciones, el sistema judicial en general
y la ceguera de la sociedad que ustedes mismos provocan.
Ya que nos encontramos ante el Ministerio de Igualdad que usted encabeza quiero transmitirle lo siguiente:
- Las personas debemos
de tener los mismos derechos y oportunidades, con el fin de vivir
equitativamente y en paz. Este es el principio de la Igualdad, algo que
se incumple sistemáticamente por parte de este Ministerio.
- Derecho a la IGUALDAD
es aquél derecho inherente que tenemos TODOS LOS SERES HUMANOS a SER
RECONOCIDOS COMO IGUALES ANTE LA LEY y de disfrutar de todos los demás
derechos otorgados de manera incondicional, es decir, SIN DISCRIMINACIÓN
POR MOTIVOS DE NACIONALIDAD, SEXO, CREENCIAS O CUALQUIER OTRO MOTIVO.
- PRINCIPIO DE IGUALDAD
ANTE LA LEY es el conjunto de deberes, derechos y garantías del
ordenamiento jurídico. El contenido de las leyes ha de ser igual para
todos, por lo que todos debemos cumplir el mandato de la ley, no sólo
los órganos del Estado, como asimismo, tales organismos deben
interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico sin incurrir en
discriminación. ALGO QUE TAMBIÉN SE INCUMPLE.
Tenía previsto realizarle una serie de
preguntas en la reunión solicitada, pero no me quedará más remedio que
lanzarlas desde aquí, alegando que como mujer me siento discriminada por
el Ministerio que usted encabeza.
Se aprobó una ley orgánica de igualdad
de oportunidades, y como contrapartida elaboraron y aprobaron en el
Congreso de los Diputados la ley más diabólica que nos pudiéramos
imaginar: La ley de la mal llamada Violencia de Género.
Una ley que discrimina al hombre por el
mero hecho de serlo y que avala el derecho penal de autor, es decir, que
la prueba de cargo recae en la persona acusada, que es quien tiene que
demostrar su inocencia.
Añadamos a esto que el hombre que se
divorcia tiene hijos: la custodia se otorga por norma a la madre. ¿Por
qué? ¿No hablamos de igualdad? ¿Por qué un hombre tiene que demostrar
sus capacidades para ejercer como tal y nosotras las madres no? Hay
muchas mujeres que no están capacitadas para ejercer como madres y a la
inversa, muchos hombres que sí lo están. Pero lo normal es que AMBOS,
padre y madre tengan las mismas capacidades para ejercer su papel de
educadores, darles cariño y procurarles los cuidados básicos y todo lo
que los niños necesitan para su desarrollo normal y equilibrado como
personas.
Igualdad significa Equilibrio. ¿Por qué se empeñan en apoyar el Desequilibrio?
Los niños son nuestro futuro. ¿Es
usted consciente desde su Ministerio de que los niños que viven
situaciones de divorcios conflictivos tienen muchos problemas en su
desarrollo emocional, afectivo, psicológico y educativo?
Muchos, al llegar a la adolescencia terminan cayendo en las drogas, el
alcohol, la delincuencia o incluso en el suicidio, por estar en una
familia desestructurada que carece de cualquier tipo de apoyo.
¿Considera usted normal que un hijo tenga que acudir a ver a su padre a
prisión por el capricho de una mujer vengativa a la que la ley protege
con sólo su palabra?
Yo creo que usted es consciente de ello. Usted es madre y lo sabe. Usted no actuaría así.
Por otra parte, nos encontramos las Segundas Esposas, las grandes sufridoras de la tragedia de los divorcios contenciosos. Las grandes olvidadas y a las que ninguna ley protege.
Nosotras tenemos que mantener a los
hijos de nuestros maridos, porque tienen que pagar el piso en el que
viven tras la separación, la vivienda conyugal donde viven los hijos con
la madre, los viajes que muchos de ellos tienen que realizar para ver a
sus propios hijos arriesgando sus vidas en la carretera. Con la crisis,
la escasez de empleo y un largo etc , no les llega a penas para pagar
la pensión alimenticia de sus hijos, unos hijos a los que les imponen un
régimen de visitas como si de un pariente lejano se tratara, unos hijos
a los que muchos no pueden ver o tienen un escaso régimen de visitas,
unos hijos que se encuentran a cientos e incluso miles de Km de
distancia.
Nosotras somos las sufridoras de las
iras de las primeras esposas. Somos víctimas de sus insultos, agresiones
y vejaciones. ¿Quién nos protege a nosotras? La respuesta es NADIE. Para la ley no somos ni arte ni parte.
Reitero nuesto apoyo hacia cualquier
persona que sufra realmente cualquier tipo de maltrato, pero esto no es
óbice para que las mujeres en general también suframos discriminación
con respecto a las que denuncian maltrato, y con mayor motivo si el maltrato denunciado es fraudulento.
Existen empresas, como usted bien sabe ya que este proyecto ha sido
elaborado por su Ministerio que están siendo subvencionadas por
contratar a mujeres que han denunciado maltrato. En la lista del INEM
también son las primeras en encabezar la lista para encontrar empleo, se
les otorgan ayudas para vivienda, cuidado de hijos, justicia gratuita,
campamentos gratuitos para los hijos, incluso existen puestos de empleo
público ocupados por estas personas. ¿Y el resto de la población no
tenemos los mismos derechos?
Si somos IGUALES, debemos de tener TODOS los MISMOS DERECHOS Y OBLIGACIONES.
El maltrato desgraciadamente siempre ha
existido, existe y existirá, porque es el propio sistema el que se
encarga de que suceda. Pero como usted bien sabe, es bidireccional.
Son conscientes de que las denuncias
fraudulentas existen. Y por desgracia, hay muchos inocentes en la cárcel
víctimas de este tipo de denuncias.
También existen muchos hombres que sufren en silencio el maltrato de sus parejas femeninas.
Muchos no se atreven a denunciar, otros que lo hacen no son tratados
con los mismos protocolos que si de una mujer se tratara. ¿Por qué?
¿Acaso la violencia no es violencia? Si un hombre denuncia maltrato se
deriva por un juzgado normal, sin embargo, si las que denunciamos somos
nosotras, las mujeres, tenemos un juzgado específico para ello.
Realmente nos sentimos indignadas y
tratadas como si realmente no tuviéramos capacidades para sobrevivir por
nosotras mismas y necesitáramos de la tutela de Papá Estado. Somos
personas, ante todo y sobre todo, con las mismas capacidades para
pensar, estudiar, trabajar, expresarnos…. Por todo esto, pedimos que
todas las personas que se encuentren en situaciones límite sean tratadas
por igual, con los mismos derechos y obligaciones, independientemente
de su condición sexual.
Por todo esto, pedimos la Mediación Familiar Obligatoria en procesos de divorcio contencioso, la Mediación en las familias que sufran maltrato, la transformación del Ministerio de Igualdad en Ministerio de la Familia,
porque aunque exista un divorcio sigue existiendo una familia: la de
los hijos (materna y paterna). Nuestros niños no tienen por qué sufrir
las frustraciones de sus madres y de sus padres. Al final son ellos los
que pagan los platos rotos y los que sufren las consecuencias de este
sistema tan arcaico disfrazado de progresista.
Ayúdenos a crear una vida mejor para nuestros hijos, como usted lo haría con los suyos.
Muchas gracias.
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