CUSTODIA PATERNA: Un juzgado de Torrevieja desiste de buscar al hijo arrebatado a su padre

Lunes, 30 de Junio, 2014

El hombre ha recuperado la custodia del niño de 8 años que le retiraron por una denuncia de malos tratos falsa que la madre aprovechó para llevárselo a Italia

Miguel Ángel Fernández muestra dos fotos de su hijo en Torrevieja.

En tan solo unas horas, fue posible que la Guardia Civil arrestase a un padre de Torrevieja que había cuidado a su hijo durante sus seis año de vida y que un juzgado le retirase la custodia de forma inmediata. Lo que no va a ser tan fácil es que la autoridades le ayuden a recuperar al chaval después de haber demostrado que la denuncia de malos tratos interpuesta por su expareja resultó ser falsa y de que un juzgado de la ciudad salinera le haya devuelto la custodia.
La historia de Miguel Ángel Fernández, quien asegura que «me han destrozado la vida injustamente», circunstancia que le reconocen ahora los tribunales de justicia, se ha ido relatando por capítulos, a cada cual más dantesco. Sin embargo, la realidad es que el 18 de diciembre de 2012, se lo llevaron preso sin saber por qué y perdió a su hijo quien ya tiene 8 años de edad.

«Es una injusticia enorme y no tengo quien me ayude»

Ahora, para recuperar a Cristian, este empresario torrevejense de 35 años no lo va a tener fácil. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Torrevieja se aparta de la causa «por carácter de competencia internacional», como reza el fallo al que ha tenido acceso este diario. «Corresponde conocer del presente asunto a los Órganos Jurisdiccionales del Estado en que se encuentra el menor (Italia)», añade el magistrado en el auto fechado el pasado doce de junio de este año.
La decisión judicial se ampara en el artículo 8 del Reglamento (CE) 2201/2003 del Consejo, relativo a la competencia y que determina que la competencia de los órganos jurisdiccionales de un país corresponde al que habitualmente resida el menor de edad. Sobre la base de dicho artículo, el juez sostiene que cuando se presentó la demanda para ejecutar la custodia por parte del padre, el país de residencia del chaval sería Italia, de ahí que invite al progenitor a acudir a las autoridades del país para dar con su hijo. El padre perjudicado tan solo puede lamentar que «se les debería caer la cara de vergüenza», ante tales hechos.
La situación resulta «absolutamente indeseable», como el mismo magistrado reconoce en su escrito. Sin embargo, y pese a que «se aprecie la injusticia de la situación» no hay nada que hacer para devolver al progenitor el hijo del que cuidó desde su nacimiento y que le fue arrebatado en cuestión de horas.
La indignación de Miguel Ángel ha sobrepasado, a día de hoy, cualquier límite lógico. Este mismo juzgado es el que antes de apartarse de la causa le reconoció la custodia de Cristian «por ser la persona que durante toda la vida del niño se ha venido ocupando de su cuidado hasta que la madre, unilateralmente, sin consentimiento del padre ni autorización judicial, decidió sacarlo del territorio nacional».
La vida de este hombre dio un vuelco el pasado 18 de diciembre de 2012, momento en el que arrancó un calvario que no parece haber terminado. El hombre de 35 años cuida del menor de edad desde que no alcanzaba el año de edad. Mientras, la madre, Lissette S.C., tal y como ha quedado acreditado para la autoridad judicial, se marchó del país visitando muy de vez en cuando a Cristian.
Esta circunstancia cambió radicalmente en mayo de 2012, cuando la mujer vuelve a España a causa de la enfermedad que padece, la cual el juzgado admite que le imposibilitaría cuidar de su hijo. En esas fechas, ambos vuelven a convivir en casa de Miguel Ángel, quien le costeó incluso el billete desde Italia y era quien la requería para ver al pequeño, según ha quedado acreditado para el juez que le concede de nuevo la custodia.
Hasta ahí todo normal, pero con la llegada de diciembre, la mujer decide interponer la denuncia y le acusa a él y a su familia de malos tratos contra ella y el chaval. Rápidamente se activa un protocolo para apartar al hombre de Cristian y conceden a Lissette una vivienda de acogida, de la que se marcha poco después rumbo a Italia.

Falta de tutela
Ahora, reconoce la autoridad judicial que, en función de las pruebas practicadas, que Lissette «ofrece serias dudas acerca de la capacidad para hacerse cargo del menor», como se explica en la sentencia por la custodia. «De hecho», continua, «el padre desconoce dónde se encuentra su hijo menor, al cuidado de quién y en qué condiciones».
Pese a esta circunstancia, no se le puede imputar a la madre, según razona el juzgado, un delito de sustracción de menores. No al menos, «en sentido técnico y estricto» se puede aplicar este hecho delictivo. Todo ello, con los incesantes requerimientos del padre para poder dar con la mujer sin que, a día de hoy, se le hubiese prestado la atención necesaria.

Enlaces:

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JESUS DETECTIVE PRIVADO

CFSI Spain for Missing Children