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martes, 8 de julio de 2014

Padres de hijos divorciados

Martes, 8 de Julio, 2014
¿Cómo sobrellevar la situación?
Por: Martha Acela Medina
Contrario a muchos matrimonios de antaño, el divorcio se ha convertido en la solución más viable para las parejas modernas cuya vida en común no ha resultado ser lo que esperaban, mas eso no significa que lo que deviene de dicha circunstancia tenga que ser fácil. Estén o no de acuerdo con la decisión, los padres de personas que pasan por esta problemática son un punto fundamental en el proceso de sanación. ¿Cuál es el papel que deben asumir?
Dentro del ciclo vital de la familia, existen varias etapas que influyen para que los padres vivan el divorcio de un hijo de diferentes formas y bajo distintas circunstancias; ya sea que tengan hijos adolescentes, o bien que que estén pasando por la etapa de adultos jóvenes, o adultos maduros. Algunas veces incluso ya con descendencia.
La perspectiva de los padres La manera en que los padres juzgarán el divorcio de un hijo será desde su propio aprendizaje. Si los padres, recibieron la enseñanza de que «el matrimonio es para siempre» a pesar de cualquier problemática, probablemente estarán en desacuerdo, pues, tal vez, vieron en su familia de origen que no hay ninguna justificación para romper el vínculo. Suelen ser padres con una alta resiliencia que pudieron mantener el matrimonio en contra de cualquier adversidad, entonces ellos pueden pensar: “¿porqué mi hijo
tendría que resolver cualquier problemática con una disolución del matrimonio?”, y este sentir o pensamiento, no es exclusivo de alguna preferencia religiosa, sino de valores y creencias establecidas a lo largo de la vida.
Si por el contrario los padres sobrellevaron en su vida de solteros, dentro de su núcleo familiar, problemáticas que llevaron a sus propios progenitores al divorcio, pueden ver el caso de sus hijos desde la propia responsabilidad de estos, y adoptar actitudes de comprensión, respeto y acompañamiento ante la decisión. Esto, no los exime del dolor que puedan sentir por la situación.
Puede darse el caso de que, a pesar de ser padres que vivieron dentro de una familia en la que el mantener el matrimonio ante cualquier situación fue lo más importante, si se enfrentan al divorcio de un hijo lo vivan desde la aceptación y brinden todo el apoyo posible. Pero también están aquellos que provienen de una pareja que se divorció y por lo tanto pueden no estar de acuerdo con el hecho de que sus hijos hagan lo mismo, ya que, probablemente, no les será agradable revivir la experiencia.
No hay que perder de vista que independientemente de cualquiera que sea el caso de los padres, también tiene importancia la personalidad de cada uno. De ahí puede surgir indiferencia, frustración, enojo, así como compasión, solidaridad y amor.
La diferencia de género de los padres no es ninguna referencia para que pueda ser más o menos dolorosa la ruptura del vínculo matrimonial de un hijo o de una hija. Las percepciones de las problemáticas, suelen ser desde las propias experiencias y los propios aprendizajes.
Responsabilidad y respeto, ¿hasta dónde intervenir? Existen diferentes maneras de intervenir en la ruptura del matrimonio de un hijo o de una hija. Esto dependerá de la edad o la etapa del ciclo vital por la que el hijo o hija esté atravesando.
En el caso de que sean adolescentes, lo más probable será que necesiten el apoyo más cercano de los padres, ya que la necesidad de la situación puede tornarse más intensa y apremiante en lo económico o emocional -existan hijos o no- pues el adolescente carece de herramientas para poder enfrentarse a una situación de divorcio, y tal vez aún ni siquiera ha resuelto la problemática de por qué decidió establecerse como pareja de alguien a tan corta edad.
Existen padres de adolescentes que son responsables, pero también hay algunos que se deslindan por completo de su comportamiento y de la situación. Incluso ahí puede estar la causa de que el joven se encuentre en esta disyuntiva.
En el caso de los hijos que se encuentran en las etapas de adulto joven o adulto maduro, el acompañamiento y el apoyo, puede ser un poco distante y respetuoso pero firme y amoroso, aunque de igual forma, dependerá de la personalidad de los padres y de los hijos.
Los límites serán la edad y la madurez del hijo o de la hija que marcará la responsabilidad, la independencia y la autonomía tanto económica y emocional para enfrentar la adversidad
Sin duda alguna, los padres sufren ante la problemática y el sufrimiento de los hijos, en el caso de que ambos hayan establecido vínculos amorosos y de solidaridad. De ser así, tanto padres como hijos sentirán la necesidad de permanecer unidos de forma afectiva en esos momentos difíciles que probablemente sean largos.
Apoyo profesional Sería importante buscar ayuda profesional de expertos en desarrollo familiar. Los padres de las personas que se divorcian, forman la familia extensa de la familia nuclear que se está disolviendo o que ya se ha diluido. Es necesario que se restablezca el rol de padres de hijos e hijas que han pasado o están pasando por el proceso de cerrar un círculo en su vida para poder iniciar uno nuevo y diferente, y si es el caso, también el rol de abuelos.
La ayuda profesional también puede ser de gran ayuda, para modificar pensamientos de frustración y fracaso o de creencias preconcebidas desde los años de la juventud.
http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1012980.padres-de-hijos-divorciados.html

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