Reunión de los lunes

Nos reunimos todos los lunes a las 20,30 horas en la C/Vinaroz nº31, entrada por C/Pradillo, MADRID ¡TE ESPERAMOS!

lunes, 8 de septiembre de 2014

Todos somos ignorantes… pero no todos ignoramos las mismas cosas.

Lunes, 8 de Septiembre, 2014
El artículo lo escribe: Carlos Aurelio Caldito Aunión
“Las más difíciles de explicar son las verdades evidentes que toda la gente ha decidido no ver”. Ayn Rand. En los tiempos que corren, se oyen por doquier frases tales como: “mi opinión también es importante”, “porque, no me negarás que yo también tengo derecho a opinar, sobre tal o cual cosa…”, “mi opinión es tan respetable como la tuya”, “es increíble lo intolerante que eres, no respetas las opiniones ajenas”… y lindezas por el estilo.Y… ¿por qué la opinión de cualquiera es importante, existe el “derecho a opinar”, en qué consiste, que significa eso de que todas las opiniones son “respetables”, por qué hay que “respetar” las opiniones ajenas…?
Una de las creencias más extendidas durante los últimos años de adoctrinamiento “igualitarista” es la de que todo el mundo tiene algo que decir, e incluso, en los colegios y demás centros de estudios, se repiten, como si de dogmas de fe se tratara, frases tales como “los profesores tienen mucho que aprender de sus alumnos”. Da igual la condición del individuo, si es muy inteligente o no, da igual su cociente intelectual, su formación académica, sus años de estudios, su experiencia profesional, o su experiencia vital, todos tienen algo que decir; toda la gente es digna de opinar aunque no tenga ni la más remota idea de que va el asunto, el caso es “ejercer su derecho”, y como bien se sabe, en España, en este momento derecho es sinónimo deseo…
Nadie debe ser tan reaccionario, tan retrógrado como para no tener en cuenta los derechos ajenos, eso es cosa de fachas e intolerantes, ¿O no?
El asunto ha llegado a tal extremo que todos esos tópicos se han transformado en inapelables, incuestionables… y, ay de aquel que se atreva a disentir, puede ser linchado metafóricamente hablando, y corre el riesgo de serlo no tan metafóricamente…
En España ha llegado a convertirse en un pecado social no comulgar con tales afirmaciones. Claro que, no es de extrañar que las cosas estén “así”, después de que la gente haya visto, y oído, año tras año a “opinadores”, “creadores de opinión”, tertulianos, hablar, hablar, hablar de trivialidades, vulgaridades, nimiedades, con absoluta solemnidad, como si realmente estuvieran diciendo algo notable, fuera de lo común y en el convencimiento de que son personas ocurrentes, ingeniosas, o algo parecido; y por descontado, cada vez que opinan lo hacen ex cátedra, o al menos esa es la impresión que causa en muchos de quienes  los “escuchan” (ahora ya no se dice oír, eso ya es una antigualla) de manera que para el común de los mortales, muchos de ellos gozan de un gran prestigio, de un enorme predicamento – por supuesto inmerecido-, y todo ello se convierte en un círculo vicioso, pues la gente suele recurrir con frecuencia a aquello del “principio de autoridad” para argumentar y apoyar sus opiniones; y claro, si lo ha dicho alguien que sale en los “medios”, eso es veraz, y va a misa. (argumentum ad verecundiam, argumento de autoridad o magister dixit, “falacia lógica” consistente  en defender algo como verdadero porque, quien es citado en el argumento, tiene reconocida autoridad en la materia.)
Ni que decir tiene que, todo lo que sale de sus bocas lo aderezan –aunque no todos, claro- lo aliñan con zafiedades, palabras malsonantes, procacidad, y multitud de ingredientes más; y en muchas ocasiones con voces, gritos, desplantes, que la gente ha acabado integrando en sus esquemas de pensamiento y de acción como “algo normal”; si lo hacen los famosos ¿Por qué yo no? Debemos llegar a la conclusión de que algunos de los personajes asiduos a los medios de información, incluso tienen el convencimiento de que la modernidad es sinónimo de transgresión y extravagancia.

Fuente:
-  Todos somos ignorantes… pero no todos ignoramos las mismas cosas.
http://www.extremaduraprogresista.com/libre/40-libre-opinion/19583-todos-somos-ignorantes-pero-no-todos-ignoramos-las-mismas-cosas

No hay comentarios: