Jueves, 26 de Noviembre, 2015
El presidente del gobierno puede educar a su hijo, muchos varones en su mismo país no. Ser padre de visitas conlleva que sean los propios menores los primeros que aprendan que la figura del padre es prescindible. Y más cuando entran en la adolescencia. Los menores pueden aprender fácilmente como eludir las visitas al padre, y confabularse con la madre para que dicho periodo de estancia se anule.
Son muchos los casos en donde la figura paterna representa la autoridad para el menor, pero una autoridad entre comillada, pues una vez que el menor es consciente del poder que se encuentra en sus manos, representa un peligro por su falta de conciencia sobre las consecuencias que derivarán el uso de ciertas estrategias contra las cuales será apoyado por la madre. Ni que decir tiene que de igual forma podría sucederle a la madre, la diferencia se encuentra en el trato que los juzgados dispensan atendiendo al sexo de quien se juzga, pues lo mismo que actitud es sexista por completo a la hora de dictar quien ostentará la guarda y custodia, en otros aspecto sucede de forma similar.
Fuente:
http://politica.elpais.com/politica/2015/11/26/actualidad/1448532250_311341.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario