Unos elementos que la ideología de género está usando a conciencia para que del fruto de ese amor que luego deriva en odio poner a disposición del último una herramienta que anule por completo la posibilidad de volver al primero, pues en otros países existen leyes de violencia de género, pero en ninguno como es España se aplican no solo unas penas mayores para los mismos hechos para el hombres que para la mujer y hechos juzgados bajo leyes diferentes como si de animales y personas se tratasen, sino además unos protocolos policiales que de forma inmediata tras la interposiciòn de la denuncia por parte de la mujer se procede por parte de las autoridades policiales a la localización y detención del presunto maltratador, para convertir a este en un culpable por defecto rompiendo del derecho a la presunción de inocencia cuando éste termina encerrado en un calabozo durante días y con mucha suerte horas.
Después del calabozo el varón es conducido a una vista, en donde como norma se aplican unas medidas provisionale estándar, que son las de la orden de alejamiento de la presunta víctima y la expulsión de la vivienda familiar, y si ha hjos de por medio el padre se convierte de forma automática en un visitante para ellos a partir de ese momento. Del odio natural e inicial que se produce en una pareja que se quiere en un momento dado, se pasa a una situación de la cual siquiera muchas mujeres eran conscientes ni querían, pero se construye un odio cimentado con los elementos más duros de la construcción que convierte en casi imposible una reconciliación del marido y la mujer.
Introducen el dolor que experimenta no solo una situación de injusticia para el varón que sin saber como acaba en un calabozo, sino que además después mezclan el dolor para un padre que produce el verse apartado de sus hijos. Comienza entonces una nueva realidad, en donde la justicia coloca a los hijos bajo el poder de la madre para que estos sean usados sin control a su antojo contra la impotencia e incapacidad del padre a decidir en sus vidas como lo que es un padre, pues se ha convertido de la noche a la mañana en un visitante más para sus hijos.
Algunas parte del artículo de Blanca Murcia:
- ley contra la violencia intrafamiliar que proteja y penalice el maltrato doméstico con independencia de los sexos de agresores y víctimas.
- se está castigando a hombres inocentes por las faltas que otros han cometido a lo largo de la historia y, desamparados por la ley, se ven obligados a cargar con la responsabilidad colectiva pagando los defectos de otros a un coste demasiado caro que en algunos casos conlleva denuncias falsas por violencia física, psicológica o por abusos deshonestos hacia su expareja e incluso sus propios hijos.
- el motivo no sea otro que la rabia, la codicia, el dolor y la ira por el fracaso de la unión de dos personas que, en teoría, pero no en la práctica, debían permanecer unidas para siempre
Fuente:
Odio y amor
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2016/05/23/odio-amor/739169.html
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