desde las 7 de la mañana estará en los
Juzgados de Dos Hermanas
Manuel Reina a la derecha de la imagen,
junto a otro padre que le ha apoyado hoy
Se llama Manuel Reina, es el padre de dos niñas, una de 13 años, a punto de cumplir 14, y otra de 9 años que va para 10. El martes 6 de Septiembre, desde las 7 horas de la mañana, ha iniciado una huelga de hambre frente a los juzgados de Dos Hermanas, para que los derechos de sus hijas no sean pisoteados.
Las primeas que no comprenden la situación son las hijas. Manuel Reina y su madre llevan separados casi 3 años, pero no habían acudido al juzgado. Durante este periodo en donde el juzgado no había intervenido las hijas podían pasar con su padre todo el miércoles desde la salida del colegio hasta la mañana siguiente en donde las menores acudían al centro escolar acompañadas por su padre. Aparte también estaban con su padre los fines de semana alternos y la mitad de las vacaciones. Pero ahora tras acudir el padre al juzgado la juez que ha dictado la sentencia apelada ante la Audiencia Provincial de Sevilla, impide a las menores poder quedarse con su padre el miércoles y poder pernoctar en su casa.
Desde que intervino el juzgado de Dos Hermanas (Sevilla), y la la juez titular del Juzgado de primera instancia e instrucción, María Belén Saucedo Martínez, dictó sentencia, estas dos menores mantenían una relación tanto con su padre como con su madre que podría considerarse, casi ,como una custodia. compartida. Sin embargo tras la intervención del juzgado se cumple una vez más la dinámica de que los juzgados avivan el conflicto que existe entre los padres separadas, y que de forma inevitable repercute de forma negativa en la mayor parte de casos sobre los hijos.
Manuel cumplió con las exigencias de la madre de las menores, ella fue quien impuso el modelo de reparto del tiempo de los hijas antes de llegar el caso a judicializarse.Manuel reclamaba más tiempo para educar, criar y amparar sus dos hijas, pero creyó conveniente de momento no fomentar más el conflicto dejando el asunto en manos de los abogados y el juzgado. De forma que al menos un día fijo en semana, más los 4 miserables días al mes habituales podía ocuparse de sus hijas, y las menores podían disponer y disfrutar de un verdadero padre.
Una de las excusas que parece que ha puesto su Señoría para impedir a estas dos menores que puedan pernoctar la noche del miércoles con su padre es la de la distancia entre los domicilios de la madre y el padre, 12 ó 13 kilómetros, pero según la juez media 1 hora entre ambas viviendas de los progenitores de las menores, y ello supone un obstáculo a la hora de acudir los jueves al colegio desde Sevilla (localidad donde ahora vive el padre) hasta Dos Hermanas (domicilio familiar adscrito a la madre) Algo que es totalmente incongruente, pues en la sentencia la juez no encuentro por otro lado impedimento para que las hijas puedan dormir la noche del domingo en la vivienda del padre, y luego el lunes por la mañana acudir al colegio.
Manuel ha recurrido la sentencia, pero ahora que terminan ya las vacaciones de verano, ahora que se acaba ya el derecho de mucho hijos de padres separados de convivir con ambos progenitores en igualdad de condiciones en custodia compartida de vacaciones de verano, Manuel ha decidido que todas las mañana se plantará en el juzgado de Dos Hermanas para protestar contra las medidas acordadas en sentencia, que perjudican gravemente el interés y el bienestar de sus dos hijas.
La hora de comienzo de la huelga de hambre y al protesta de Manuel en defensa de los derechos de sus dos hijas comienza desde las 7 de la mañana, y permanecerá en los juzgados hasta las 23 horas. Pero Manuel va a incumplir sus obligaciones parentales con sus hijas y mañana por la tarde estará junto a su hijas. Pues aunque no conforme con el tiempo impuesto para mantener la relación paterno-filial, ese miserable tiempo del miércoles por la tarde no deja de ser un derecho de las hijas, por más que se convierta también en condena, donde las hijas de Manuel podrán estar junto a su padre, para luego como si de un permiso carcelario de tercer régimen se tratase, tener que por obligación regresar las menores a dormir al domicilio de la madre
Fuente:
@m_reinamedina
3 comentarios:
Por experiencia debo decir que una huelga de hambre sirve de muy poco delante de un juzgado. Sólo visualiza el problema de cara a la sociedad si es capaz de conseguir que lo publiquen los medios. Otra cosa que no me cuadra es que se diga aquí que era casi una custodia compartida cuando tenía un régimen de visitas de fines de semana alternos y los miércoles con la única diferencia de la pernocta. No se, Creo que se confió demasiado o estuvo mal asesorado. Los juzgados de familia son proclives a mantener el statu quo, es decir, mantener lo que se estaba haciendo hasta entonces, que es lo parece haber ocurrido en este caso. Es verdad que desde las asociaciones reclamamos una mayor sensibilidad de la justicia hacia los padres separados y sus hijos pero hay que jugar con lo que hay y, sobretodo, no confiar en que el sistema decida lo mejor en cada caso
¡Pues eso, que de "casi Custodia Compartida que era antes, nada de nada. Acertado está Jorge Sk (sólo difiere la situación en la pernocta de los miércoles). Al final tienen que cambiar la Ley para que los Magistrados del T. Supremo no tengan q hacer filigranas en casos muy particulares que luego se quedan en nada para la mayoría en los Juzgados de Instrucción, de Familia, y las Audiencias Provinciales, y no olvidemos que los terriblemente llamados "Juzgados de Violencia sobre la Mujer -106 en toda España-" también tienen competencia para divorciar y establecer el carcelario "Régimen de comunicación y visitas" en cuanto la que piensa que :"Sin mis hijos porque los he parado" te mete una de esas 140.000 denuncias anuales por violencia de género!
Este padre en la prudencia creyó conveniente no acudir al juzgado y aceptar las imposiciones de la madre, que incluían aparte de los miserables 4 días al mes, el miércoles con pernocta. Al "casi", le puede faltar mucho (como el caso) o poco, pero hay diferencia sustancial entre vistar a los hijos 4 tardes más al mes, o pernoctar con ellos otras 4 noches más al mes, el doble de lo estándar.
Lo llamativo es que ahora tras la sentencia el juzgado reduce el tiempo de estancas de las hijas con el padre. Difícil es saber qué hacer en cada momento, pero este padre ha demostrado hoy sensatez, pues esta tarde le correspondía estar con sus hijas, y ha cumplido con la obligación que mantiene hacia las menores. y a pesar de sentir que es una grave injusticia.
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