05/09/2011
G. G. Ubierna / Burgos
No hace falta ser Elizabeth Taylor para cogerle gusto al matrimonio e intercambiar anillos dos, tres o, al igual que la estrella, hasta ocho veces, dos de ellas con el mismo hombre. Cierto es que tampoco todo el mundo tiene a tiro a un Richard Burton, pero la realidad es que la cifra de personas que se casan en la provincia tras, al menos, un divorcio casi se ha triplicado en diez años. Mientras que en 1999 fueron 86 las personas que volvieron a probar suerte y pronunciaron el «sí, quiero» de nuevo, este número se incrementó en una década hasta las 220 personas, según los últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística (INE), de 2009, que hacen referencia a toda la provincia.
La cada vez mayor frecuencia de las ‘segundas nupcias’ está muy relacionada con el incremento generalizado de los divorcios: mientras que en 1999 se contabilizaron 145, diez años después fueron 608. En esta diferencia tuvo mucho que ver la entrada en vigor del denominado ‘divorcio express’ en 2006, que permite disolver el matrimonio pasados tres meses de la celebración y, lo que es más importante, sin necesidad de una separación previa. De hecho, si hace una década se contabilizaban más de 300 separaciones al año, ahora no llegan al centenar.
Las causas de las rupturas son muy variadas, pero el hecho de que la mujer cada vez sea más independiente en todos los sentidos le hace ser más decidida a la hora de cortar por lo sano una relación y, en su caso, comenzar una nueva. Un hecho significativo es que en la provincia burgalesa y a diferencia del resto de España y de Castilla y León, ellas son más propensas que ellos a repetir. En concreto, en 2009 hubo 121 féminas divorciadas que volvieron a formalizar papeles frente a 99 varones.
La decisión, a los 30
Las estadísticas del INE son una radiografía de las costumbres y hábitos de los españoles y, en este sentido, revelan que la mayor parte de las divorciadas burgalesas que se atrevieron a casarse de nuevo en 2009 tenían entre 30 y 36 años. De hecho, es llamativo que hay un pico en los 30 y 31 años y otro en los 35 y 36, lo cual da a entender que ahora cada vez son más jóvenes las personas que se divorcian y, teniendo en cuenta que el mayor número de matrimonios convencionales se concentran entre los 29 y los 32 años, significa que la ruptura en muchas ocasiones se produce después de muy pocos años de convivencia. Y, al mismo tiempo, revela que cada vez son más los casos en los que se cambia a una pareja por otra sin apenas tiempo de descanso entre ambas. Además, como estos sucesos se producen entre gente cada vez más joven, es lógico que haya cada vez más uniones entre divorciados, porque tienen más tiempo para formalizar relaciones. Así, no sorprende que el año pasado se divorciaran 38 personas que ya acarreaban uno o más divorcios, siempre según datos del INE, lo cual representa un 6,25% del total de los divorcios.
Hasta el comienzo del siglo XXI, lo normal era que una pareja pusiera punto y final a su relación después de más de 20 años de convivencia. Eso sigue ocurriendo, siguen siendo mayoría estos casos, pero con la diferencia de que las rupturas en los tramos anteriores aumentan en mayor proporción que hace una década, por ejemplo.
Lo que sí se mantiene es que en aproximadamente la mitad de los divorcios, son ambos cónyuges quienes lo solicitan, por lo que se entiende que hay más rupturas, pero una gran parte de ellas son amistosas. De ahí que quede abierta una puerta y la posibilidad de volver a intentarlo, como en su día hicieron Elizabeth Taylor y Richard Burton. Dos veces.
Los datos
86
en 1999. Fueron las personas divorciadas que volvieron a casarse.
220
en 2009. El número de divorciados que volvió a estar de boda casi se triplicó en diez años.
608
divorcios. En 2009. Más de 140 fueron antes del quinto aniversario.
6’2%
ya divorciados. De todos los que rompieron en 2009, el 6% ya estaba divorciado una vez.
http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Vivir/20110905/enganchados/matrimonio/25C324B8-F610-13D1-E6590C116C1349F1
La cada vez mayor frecuencia de las ‘segundas nupcias’ está muy relacionada con el incremento generalizado de los divorcios: mientras que en 1999 se contabilizaron 145, diez años después fueron 608. En esta diferencia tuvo mucho que ver la entrada en vigor del denominado ‘divorcio express’ en 2006, que permite disolver el matrimonio pasados tres meses de la celebración y, lo que es más importante, sin necesidad de una separación previa. De hecho, si hace una década se contabilizaban más de 300 separaciones al año, ahora no llegan al centenar.
Las causas de las rupturas son muy variadas, pero el hecho de que la mujer cada vez sea más independiente en todos los sentidos le hace ser más decidida a la hora de cortar por lo sano una relación y, en su caso, comenzar una nueva. Un hecho significativo es que en la provincia burgalesa y a diferencia del resto de España y de Castilla y León, ellas son más propensas que ellos a repetir. En concreto, en 2009 hubo 121 féminas divorciadas que volvieron a formalizar papeles frente a 99 varones.
La decisión, a los 30
Las estadísticas del INE son una radiografía de las costumbres y hábitos de los españoles y, en este sentido, revelan que la mayor parte de las divorciadas burgalesas que se atrevieron a casarse de nuevo en 2009 tenían entre 30 y 36 años. De hecho, es llamativo que hay un pico en los 30 y 31 años y otro en los 35 y 36, lo cual da a entender que ahora cada vez son más jóvenes las personas que se divorcian y, teniendo en cuenta que el mayor número de matrimonios convencionales se concentran entre los 29 y los 32 años, significa que la ruptura en muchas ocasiones se produce después de muy pocos años de convivencia. Y, al mismo tiempo, revela que cada vez son más los casos en los que se cambia a una pareja por otra sin apenas tiempo de descanso entre ambas. Además, como estos sucesos se producen entre gente cada vez más joven, es lógico que haya cada vez más uniones entre divorciados, porque tienen más tiempo para formalizar relaciones. Así, no sorprende que el año pasado se divorciaran 38 personas que ya acarreaban uno o más divorcios, siempre según datos del INE, lo cual representa un 6,25% del total de los divorcios.
Hasta el comienzo del siglo XXI, lo normal era que una pareja pusiera punto y final a su relación después de más de 20 años de convivencia. Eso sigue ocurriendo, siguen siendo mayoría estos casos, pero con la diferencia de que las rupturas en los tramos anteriores aumentan en mayor proporción que hace una década, por ejemplo.
Lo que sí se mantiene es que en aproximadamente la mitad de los divorcios, son ambos cónyuges quienes lo solicitan, por lo que se entiende que hay más rupturas, pero una gran parte de ellas son amistosas. De ahí que quede abierta una puerta y la posibilidad de volver a intentarlo, como en su día hicieron Elizabeth Taylor y Richard Burton. Dos veces.
Los datos
86
en 1999. Fueron las personas divorciadas que volvieron a casarse.
220
en 2009. El número de divorciados que volvió a estar de boda casi se triplicó en diez años.
608
divorcios. En 2009. Más de 140 fueron antes del quinto aniversario.
6’2%
ya divorciados. De todos los que rompieron en 2009, el 6% ya estaba divorciado una vez.
http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Vivir/20110905/enganchados/matrimonio/25C324B8-F610-13D1-E6590C116C1349F1
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