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El hombre, al que han absuelto de un delito de maltrato en el ámbito familiar, recibió dos cuchilladas tras una discusión por celoshttp://www.lasprovincias.es/v/20130409/alicante/condenan-siete-anos-medio-20130409.html
La noche de autos la pareja consumió una mezcla de cocaína, hachís y cerveza
Después de dos meses de convivencia como pareja, una pelea motivada por los celos pudo haber acabado con la muerte de Carlos A. C. a manos de su novia. No fue así, a pesar de que Susana M. A. le clavó un cuchillo dos veces en el pecho con la «intención de matar», según el tribunal que juzga los hechos. La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a la mujer a cumplir una condena de siete años y medio de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa con el agravante de parentesco. Además, tendrá que indemnizarle con 5.000 euros por las lesiones que le ocasionó, hacerse cargo de la mitad de las costas del juicio y no podrá acercarse a menos de 500 metros de la víctima en los próximos nueve años.El 17 de diciembre de 2011 la pareja consumió un cóctel compuesto de cocaína, hachís y cerveza que ayudó a que la pelea acabara en un intento de homicidio. Alertados por los gritos de la víctima, otra pareja que estaba en el edificio, situado en Elche, acudió en ayuda del hombre y llamó al teléfono de emergencias, como se desprende de la sentencia en base a las declaraciones de testigos e informes periciales.A Carlos se le acusaba también de un delito de maltrato en el ámbito familiar del que ha sido absuelto por el tribunal. Susana presentó un parte de lesiones en el que se reflejan heridas de carácter más leves a causa de golpes y por el hecho de que su pareja le arrancase un piercing de la ceja, pero ella afirmó haber sufrido una paliza esa noche.La víctima de las puñaladas argumentó en el juicio que las lesiones que presentaba la mujer, quien aseguró haber sufrido una agresión sexual, se debían en cualquier caso al forcejeo que mantuvo con ella para quitarle el arma blanca tras la primera cuchillada.El tribunal sostiene que ella «ha venido ofreciendo distintas versiones» de lo sucedido, por lo que entiende que su declaración en el proceso oral «no resultó convincente». En la vista dijo haber recibido un botellazo por parte de Carlos A. C., algo que niegan haber escuchado los testigos de la habitación contigua. Por contra, sí se considera probado lo relatado por el hombre, que se apoya en la intervención de los testigos, algo que no sucede con la versión relatada por la ahora condenada.Para su recuperación, el hombre necesitó veinticinco días, de los cuales quince no le permitieron desarrollar el trabajo que desempeña a causa de las heridas producidas. A Carlos hubo que practicarle, además del derrame post drenaje que se le hizo cuando al ser atendido en el hospital, un tratamiento quirúrgico urgente de drenaje torácico y la sutura de las heridas.El juicio celebrado en la Audiencia de Alicante tuvo que suspenderse en una primera sesión, pues durante el transcurso del mismo se conoció de la existencia de un testigo que se encontraba en el domicilio durante la noche que se produjeron los hechos y al que no se le había pedido declarar.
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