El feminismo es un resentimiento

Domingo, 19 de Mayo, 2013

Salvador Sostres

La obsesión por si Berlusconi se acostó con Ruby M. –qué más da si tenía 18 años o 17- denota que el feminismo es fundamentalmente un resentimiento y que una fiscal feminista es lo contrario a la Justicia y lo más parecido a un linchamiento. Que sea la izquierda, la izquierda feminista, quien insista en hurgar en la vida íntima de los demás demuestra hasta qué punto se trata de una ideología totalitaria, absolutamente contraria a los intereses de la Humanidad.
La chica insiste en que no se acostó con Silvio. La fiscal insiste en llamarle puta, y en tratar de demostrar que ya era puta antes. Si en lugar de juzgar a un empresario rico y de derechas juzgáramos a una mujer y un fiscal macho tratara de demostrar que es puta y que ya lo era antes, la corrección política pondría el grito en el cielo y el fiscal sería apartado del caso, sometido a un interminable descrédito mediático y probablemente encarcelado.
Pero como de lo que se trata es de juzgar y de condenar a Berlusconi, todo vale; y cualquier exceso se considera aceptable porque el odio y el resquemor son tan atroces que no queda espacio para pensar, ni para reaccionar más allá de la terrible sed de venganza.
Si Ruby M. es una prostituta a nadie le importa, a nadie más que a ella y a sus clientes. Si mintió sobre su edad, Berlusconi no puede ser considerado culpable. Que al ser detenida por un incidente de tráfico Berlusconi llamara a la policía para que la liberaran con la excusa –falsa- de que era sobrina de Mubarak y que retenerla podría causar una bronca diplomática, no sólo no me parece ningún delito sino que es de un sentido del humor digno de una ovación de gala.
A la fiscal del caso, resentida y violenta, lo que más probablemente le sucede es que está rabiosa porque nunca la invitaron a un bunga-bunga. Hay algo peor que una feminista resentida, que es una feminista resentida y fea. La mala leche es entonces cósmica y nadie puede detenerla.
No tengo el menor interés en saber con quién se acostaba o se acuesta Berlusconi, ni de qué van sus fiestas privadas, que para eso son privadas. Me parece enfermizo y delictivo –esto sí tendría que ser considerado un delito- intervenir en la vida de los demás, husmear en el catre ajeno, hacerse la protectora de la dignidad de la mujer mientras humillas a una pobre chica llamándole puta delante de todo el mundo. Me parece impresentable ese querer compensar el odio que te quema por dentro tratando de joder la vida de los demás.
El feminismo es un resentimiento, y como tal está a las antípodas de la inteligencia. Un resentimiento contra el hombre, un resentimiento contra la libertad, un resentimiento contra la felicidad de tantas y tantas mujeres que saben ser felices sin comparase con los hombres, sin competir con ellos, sin intentar meterlos en la cárcel y simplemente viviendo y riendo juntos la vida, y revueltos; a la espera de que también juntos, y amorosos y muy tiernos, nos pille finalmente la muerte.

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/guantanamo/2013/05/18/el-feminismo-es-un-resentimiento.html