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domingo, 16 de junio de 2013

Rosetta Forner: Estas hembristas han hecho mucho daño sembrando cizaña‏

Domingo, 16 de Junio, 2013
Rosetta Forner: «Estas hembristas, al igual que los misóginos, han hecho mucho daño sembrando cizaña» (El Príncipe azul que dio calabazas a la princesa que creía en cuentos de hadas”)
El próximo sábado 15 de junio/2013, la escritora Rosetta Forner firma su nuevo libro “El Príncipe azul que dio calabazas a la princesa que creía en cuentos de hadas“, el cual cuenta con anexo de colaboración de Fernando Otero, secretario de la PCI.
Feria del libro de Madrid, de 12 a 14 horas en el stand de RBA, y de 17 a 20 horas en ECOCENTRO (caseta nº 75). El domingo 16, de 12 a 14 horas en la caseta de PLANETA, y de 17 a 20 horas en ECOCENTRO.
Algunas citas de Rosetta Forner:
«Rosetta relata que su abuela le contaba que “en su época, se ayudaban unos a otros, los hombres amaban y respetaban a las mujeres, y éstas sabían cuidar de sí mismas”, así como que “la mayoría no eran ni lerdas ni tontas, como nos han hecho creer las feministas radicales, que buscaban con su argumento una cortina de humo para ‘vengarse del macho’ al igual que el machismo ha procedido con las mujeres“»
«Estas hembristas, al igual que los misóginos, han hecho mucho daño sembrando cizaña.»
No deberíamos hablar de ‘los hombres’, sino aislar a los buenos de los malos, igual que aíslo yo a las reinas de las damiselas, porque ni todas las mujeres son iguales ni falta que hace. Y conozco muchos hombres buenos.»

«Al igual que los misóginos, ellas han desarrollado un tic disfuncional: el hembrismo, el cual les permite criticar, apabullar, acusar, culpabilizar, ningunear e interiorizar al hombre en nombre de la propia superioridad que les otorga el hecho de ser genéticamente mujeres… Los criticaban por envidia, no porque discrepasen de sus principios, al menos a mí, me queda claro.»
Rosetta Forner
Prólogo:
«Ciertas mujeres se han tragado tantos cuentos chinos sobre lo que debería ser una relación amorosa que hacen pasar por el aro a esos hombres y hacerles creer que, como un príncipe azul ideal, deben estar a su servicio desde el primer momento, que son los únicos guardianes de su felicidad. De ese modo, cada vez que les llevan la contraria en algo suelen acusarles de «no hacerlas felices» cuando, en realidad, solo pretenden salirse con la suya a toda costa.
Rosetta, que ya había tratado este asunto desde el otro extremo (hombre que intenta objetizar a la mujer) en anteriores libros, le da la vuelta a la tortilla y elabora en este un diagnóstico acerca de los porqués del fracaso de las relaciones de amor.»
Iñigo Sota, escritor y periodista

Algunas citas del anexo de Fernando Otero:
«La verdadera crisis es de valores, en la que impera la sustitución de principios éticos universales por el “todo vale”, y de una imposición de la desigualdad ante la ley inspirada en la ideología “de género”»
«Rosetta intenta, en este libro que tienes en tus manos, enseñarnos a diferenciar entre respeto mutuo y uso del otro a conveniencia, el diálogo fructífero entre iguales y la amenaza, o entre la generosidad de la empatía y el vil chantaje.»
«Nos habla Rosetta, con valentía, de esta contribución del feminismo radical, de ese dañino hembrismo impuesto en España en los últimos años, al caos reinante en las relaciones entre hombres y mujeres. Nunca la conflictividad fue tan violenta ni se provocó, desde ese feminazismo instalado en las instituciones del Estado, tanto dolor a hombres, mujeres y niños.»
«Hoy en España, todo parece estar dispuesto para hacer inviables las relaciones sanas, libres y en igualdad. Cualquier ciudadana dispone de todos los medios a su alcance para vivir como damiselas a costa de cualquier príncipe engañado, a los que nos han enseñado desde pequeños que nuestra misión es rescatar, cuidar, y otorgar protección y sustento a la damisela en cuestión.»
«Se han escrito mares de tinta sobre el desconcierto y la pérdida de identidad del hombre moderno, sobre la carrera de la mujer por ocupar los roles tradicionales atribuidos al varón, sobre lo que han ganado y perdido en el intento… En resumen, el desbarajuste actual es más pronunciado que nunca, y sobre éste arroja Rosetta muchísima luz, y con una clarividencia que certifica su condición de Hada, venida a este mundo para mejorar la vida de quien tenga la suerte y el valor de escucharla.»
Aportación completa, en anexo, de Fernando Otero:

Para Rosetta, y su Príncipe azul que dio calabazas a la princesa que creía en cuentos de hadas:
«Que el dinero no da la felicidad ya nos lo han contado, pero también sabemos que sin duda ayuda ¡y cuanto! Una reflexión similar es la que me asalta tras leer la última publicación de Rosetta Forner: “El príncipe azul que dio calabazas a la princesa que creía en cuentos de hadas”. ¿Cómo habría sido el devenir de mis días si este libro hubiese caído en mis manos, hace 7, o 14, o 28 años?
Permítanme recurrir a un infantil silogismo extraído de la serie de largometrajes “Regreso al futuro”. Como a su protagonista, Marty McFly, al tropezar con un libro del futuro se nos abriría un universo paralelo en el que nuestra vida transcurriría por otros derroteros, y además nos ayudaría a comprender mejor lo que su excéntrico amigo científico definía, con mirada perdida en el infinito, como “el otro gran misterio del Universo: «las mujeres»”. La doble conclusión es que este libro (aunque escrito para ambos sexos), está orientado algo más para los hombres (al contrario de otros anteriores surgidos de la varita rosettiana), y que debemos tener en cuenta que, para que su agudeza mejore nuestras vidas, habríamos de poner necesariamente de nuestra parte.
Hoy día, vivir en nuestras sociedades supuestamente “desarrolladas” se ha convertido en un errático y confuso deambular que Dante Alighieri, “a la mitad del viaje de nuestra vida”, ya nos situaba en “una felva feura” (selva oscura y espesa), “por habernos apartado del camino recto”. Continúa Dante describiendo al león o a la loba que se nos cruzan en el camino, “una loba que, en medio de su demacración, parecía cargada de deseos, loba que ha obligado a vivir miserable a mucha gente…” y es en esto donde Rosetta intenta, en este libro que tienes en tus manos, a enseñarnos a diferenciar entre respeto mutuo y uso del otro a conveniencia, el diálogo fructífero entre iguales y la amenaza, o entre la generosidad de la empatía y el vil chantaje.
Siglos más tarde, lejos de arreglarnos la existencia, los cambios socio culturales han sido de tal magnitud, sobre todo en las últimas décadas, que ya la confusión se ha multiplicado de forma exponencial. Se han escrito mares de tinta sobre el desconcierto y la pérdida de identidad del hombre moderno, sobre la carrera de la mujer por ocupar los roles tradicionales atribuidos al varón, sobre lo que han ganado y perdido en el intento… En resumen, el desbarajuste actual es más pronunciado que nunca, y sobre éste arroja Rosetta muchísima luz, y con una clarividencia que certifica su condición de Hada, venida a este mundo para mejorar la vida de quien tenga la suerte y el valor de escucharla.
Desde “La divina comedia”, los ídolos de barro no han cejado en su empeño de imponerse a los hombres de bien, y nos dirigen aborregados desde la caja tonta con un nihilismo que entierra los valores más universales del ser humano. Hace pocas semanas, en un Congreso de tres días organizado por la Red Mundial de Juzgadores de Familia, celebrado en la Universidad de Durango (México), todos los ponentes –hombres y mujeres- (magistrados, catedráticos, psicólogos…) coincidíamos en que la verdadera crisis es de valores, en la que impera la sustitución de principios éticos universales por el “todo vale”, y de una imposición de la desigualdad ante la ley inspirada en la ideología “de género”.
También nos habla Rosetta, con valentía, de esta contribución del feminismo radical, de ese dañino hembrismo impuesto en España en los últimos años, al caos reinante en las relaciones entre hombres y mujeres. Nunca la conflictividad fue tan violenta ni se provocó, desde ese feminazismo instalado en las instituciones del Estado, tanto dolor a hombres, mujeres y niños. Rosetta relata que su abuela le contaba que “en su época, se ayudaban unos a otros, los hombres amaban y respetaban a las mujeres, y éstas sabían cuidar de sí mismas”, así como que “la mayoría no eran ni lerdas ni tontas, como nos han hecho creer las feministas radicales”. Hoy en España, sin embargo, todo parece estar dispuesto para hacer inviables las relaciones sanas, libres y en igualdad, entre hombres y mujeres. Cualquier ciudadana dispone de todos los medios a su alcance para vivir como damiselas a costa de cualquier príncipe engañado, a los que nos han enseñado desde pequeños que nuestra misión es rescatar, cuidar, y otorgar protección y sustento a la damisela en cuestión. Las más radicales, en su construcción de una sociedad amazónica con el hombre esclavizado a su capricho, incluso siguen insistiendo con completo cinismo para que, la mera declaración de un ciudadano, siga sirviendo para encarcelar a otro, con el único requisito que el primero sea mujer y el segundo hombre.
Afortunadamente, la mayoría de las mujeres (como la mayoría de los hombres) saben amar al otro sexo, se avergüenzan de sus semejantes inspiradoras y aprovechadas de las cuotas por cuestión de sexo (en detrimento de mérito y capacidad) y artimañas varias para eso que llaman “empoderamiento”, inspirado por la ideología “de género”, de un sexo sobre otro, y no hacen uso de los privilegios y prebendas que, con técnicas Goebbelianas, nos han convencido los hembristas que la mujer se merece y el hombre ha de sufrir, por el mero hecho de haber nacido como tales.
Para finalizar estas líneas, centrémonos en el presente, en este libro de Rosetta, éste que tenemos ahora en nuestras manos. No creo que existan agujeros espacio-temporales que nos lo ‘teletrasporten’ a nuestra mesita de noche en nuestro 15 cumpleaños. El pasado es el que es y, aunque se diera el caso, no lo cambiaríamos necesariamente a mejor. Podríamos ser tan torpes de empeorarlo si (como reflexionaba Rosetta en una de sus recientes conferencias), no tenemos el valor y la voluntad de querer Dirigir nuestras vidas (ponernos “la corona”), desprendernos de pesadas cargas, y convertirnos en aquello que anhelamos.
Lo provechoso no es ni flagelarnos ni arrepentirnos de pasados errores ni del camino recorrido. El viaje tuvo su significado y nos ha traído hasta aquí. Lo que tenemos ahora entre manos es el presente, y en función de lo que hagamos de él, forjamos nuestro futuro y el de las personas cercanas, nuestros seres queridos. “Soy el dueño de mi destino, ¡el capitán de mi alma!” nos regaló el hermoso poema “Invictus”, del británico William Ernest Henley.
Con este libro de Rosetta, si de verdad queremos despertar, liberarnos de complejos y culpas y gozar de relaciones sanas, plácidas y respetuosas entre iguales, como hombres y mujeres libres, lo tenemos mucho más fácil.
En Madrid, diciembre de 2012
Fernando Otero Alvarado
Padre
Secretario de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad.
http://plataformaporlaigualdad.es/?p=13274

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