A esta "solución" no pueden acogerse muchos parejas o matrimonios divorciados, y gran parte de la culpa radica en lo que sucede en los juzgados cuando un hombre y una mujer acuden al juzgado solicitando el divorcio.
En España lejos de lo que sucede en otros países como por ejemplo podemos citar Cánada, desde el juzgado se fomenta el conflicto en vez de buscar la forma de llegar a un acuerdo entre las partes. Cuando dos personas se divorcian es porque claramente han decidido que no se llevan bien, porque si todo fuese "bien" como cuando se supone decidieron unir sus vidas continuarían en el mismo estado. Esto aún se agrava mucho más, muchísimo más cuando hay hijos por en medio, en donde los hijos suponen una serie de "ventajas" y son utilizados en el proceso como arma arrojadiza. Las leyes de género ha supuesto la herramiento más esencial no sólo para criminalizar al hombre deteniéndole y encerrándole en calabozos sin más, sino para destruir familias al completo e impedir cualquier tipo de reconciliazón futura como en el ejemplo que nos muetra la noticia. Dos personas se separan y podemos decir que una puerta se interpone a partir de ese momento entre ellas, pero cuando esa puerta no se cierra sino que se destroza, ésta jamas podrá abrirse de nuevo.
Si en vez de desde los juzgados y las leyes fomentar el conflicto crearan leyes que condicionaran a los hombres y mujeres a llegar al acuerdo aparte de que muchas menos parejas se destrozarían y aparte de que muchos menos niños resultarían dañados en el camino, desatascarían los juzgados en gran medida, pero claro bajo el sistema que tenemos no debe de interesarles, y sobre todo para las leyes de género que animan a denunciar y fomentan el conflicto por encima de todo sería un gran fracaso, pues se nutren de esas cantidades millonarias que se reciben por el concepto del "género". Lejos de importarles la vida de la mujer, y mucho menos aún la vida de los niños (de los hombres ni hablamos), importa su negocio, el negocio del "género".
Mari Ángeles lleva 5 años en paro y José casi no llega a fin de mesFuente:
Mari Ángeles y José llevan cinco años divorciados pero la crisis les ha obligado a volver a convivir para poder llegar a fin de mes y poder pagar las facturas. "Me llamó y me dijio que no podía solicitar la ayuda y le dije que estábamos pasando lo mismo. Pensé que como estaba buscando otra zona de alquiler me trasladé", explica José, que al convivir con su ex se ahorra la pensión compensatoria. "Es una forma temporal hasta que salga algo."
- Divorciados que se ven obligados a vivir juntos para poder pagar las facturas
http://www.telecinco.es/elprogramadeanarosa/secciones/testimonios/divorciados-obligados-vivir-juntos-poder-pagar-juntos_2_1854855045.html
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