Es evidente que puede guardar una relación, pues si damos por hecho que la custodia por regla general se concede a la madre, y que además la madre pide en una gran cantidad de casos la custodia de los menores, pues tras ella viene aparejada un sueldo con nombre de pensión de alimentos, y el uso de una vivienda familiar, si uno de los dos requísitos no se cumple, es muy posible que el desagrado por parte de ese progenitor se traslade a los menores.
Por supuesto que en la teoría todo debería ir mucho mejor si los gastos de los menores son atendidos como debe ser. Pero no olvidemos que la pensión de alimentos, que habitualmente es satifecha por el padre de los menores, es un dinero que se recoge la madre, y del cual no tiene el menor compromiso de rendir cuentas al padre ni a nadie del empleo o uso que destine a dicho ingreso. Por contra tenemos muchos casos en los que esa pensión de alimentos, sumada al gasto que ha de asumir el padre muchas veces de la hipoteca y demás gastos de la vivienda familiar en la cual a pesar de ser en muchos casos incluso en propiedad exclusiva, no puede hacer uso de ella, ni siquiera en los periodos que tiene a sus hijos consigo, contribuya a un verdadero estado de pobreza del padre de los menores, quien asfixiado económicamente subsiste a duras penas. Esto tampoco puede ser bueno para el bienestar del menor, pues al igual repercute las penas que pueda pasar el padre sobre él.
Otro aspecto que no se contempla en la noticia es el de que para el bienestar del menor es imprescindible un contacto por igual tanto con el padre como con la madre.
Fuente:
Ayude a Formar Memorias de Verano Para Sus Hijos
http://www.hoytamaulipas.net/notas/186769/Ayude-a-Formar-Memorias-de-Verano-Para-Sus-Hijos.html
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