Domingo, 1 de Noviembre, 2015
Como bien dice la persona gracias a la cual encontramos esta noticia, "aquí nadie se pone las manos a la cabeza". Claro que ha sido la madre quien ha expresado puede entenderse el deseo de acabar con la hija sino está con ella, si hubiera sido el padre ya estarían los medios de comunicación propagando una nueva alarma contra la figura paterna, en este caso otoñal.
Lo anormal del tema, lo primero, es que la guarda y custodia de la menor la ostenta el padre. La madre, rumana, también tiene otro hijo de otra relación. La niña ahora está ingresada en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), y parece que se encuentra mejor, pero entró en coma, y se temió incluso por su vida.
La niña tiene dos años, e ingresó con su madre en el hospital en coma. Después manifestó a los sanitarios que su madre le había dado unas pastillas, y resulta que cuando la madre regresó a ver a su hija manifestó a la menor la frase que da título a esta entrada. Puesto que los médicos oyeron a la madre, han prohibido a la madre el acceso a la menor.
En el proceso de separación existen denuncias cruzadas entre ambos, y por lo visto el padre mantiene la intención de mudarse a Córdoba por motivos de trabajo y porque allí está su nueva pareja.
Fuente:
Javier Abril
Un juzgado de La Laguna investiga el envenenamiento de una niña de dos años
http://www.laprovincia.es/sucesos/2015/10/31/juzgado-laguna-investiga-envenenamiento-nina/758559.html
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