Cuando se cierran las puertas y se abren las ventanas

Lunes, 27 de Mayo, 2013
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JUSTO SÁENZ IÑIGUEZ

PRESIDENTE DE KIDETZA

LA IMAGEN PERTENECE A LA PÁGINA DE FACEBOOK DE JUSTO

https://www.facebook.com/justo.saenz

A principios de año apareció en los medios de comunicación de Euskadi la noticia de que dos hombres divorciados se habían suicidado en Bizkaia por causa de los desahucios.
Hace algo más se suicidó otro en Irún por motivos similares, que como en otros muchos casos no apareció en la prensa por no ser desahucio.
Estos casos son la punta del iceberg de la penuria económica que sufren muchos hombres con el divorcio y que los lleva a situaciones de exclusión social en un número importante de casos, hecho que la crisis económica ha agravado.
Un estudio reciente de KIDETZA ratificaba esta tesis: e178% de los hombres no podían acceder a una vivienda digna después del divorcio y el 4,9% estaban en una situación de exclusión social.
Una situación de la que las instituciones no se hacen eco (salvo honrosas excepciones
puntuales) e ignoran y que la legislación actual y las políticas de ayuda social agravan por ser discriminatorias al no contemplar esta realidad.
El divorcio deja en el 86% de los casos al hombre fuera del hogar conyugal, con la obligación de pagar la mitad de la hipoteca casi de por vida, la lógica obligación de pagar la pensión alimenticia de los hijos hasta que se independicen económicamente, aunque no los vea, e inclusive pagando la pensión y corriendo con los gastos de alimentos los 126 días al año que estan con él. En su caso tambien debe abonar una pensión compensatoria a su exmujer.
Es decir que con un salario medio de 1.600€ y dos hijos se puede quedar con unos ingresos netos mensuales de 475€ para alojarse, vivir y mantener a sus hijos cuando conviven con el.
En esta situación no tiene derecho a ningun tipo de ayuda social, ni a justicia gratuita porque le computan sus ingreso brutos.
Con estos ingresos cualquier ciudadano/a vasco/a tiene derecho a las ayudas de emergencia social/alquiler y mantenimiento básico) ya justicia gratuita.
Si esta persona va al paro o se queda sin subsidio de desempleo, lo que es un drama
se puede convertir en una tragedia.
Por tanto una situación económica muy frágil de por vida, sin expectativas de cambio,
frecuentemente en medio de un divorcio contencioso plagado de denuncias, en-una situación de indefensión jurídica por motivos económicos y sin ningún tipo de apoyo económico o asistencial de las instituciones. Y para colmar el vaso, con dificultades para ver a sus hijos, a los que poco a poco va perdiendo.
Esto trae consigo depresiones y situaciones de desesperación que algunas veces terminan en suicidios y otras muchas en exclusión social. En cualquier caso con unos hijos/as quepierden a sus padres y unas instituciones que ignoran una realidad social.Y cuando se cierran todas las puertas lo que se abren son las ventanas del suicidio y la exclusión social.
Desde una perspectiva igualitaria, no discrimatoria y solidaria toda la sociedad, con las instituciones a'la cabeza debieran reconocer esta realidad y tomar las medidas necesarias para evitarla.

 Euskadiko Guraso Bananduen Federakuntza
Federación de Euskadi de madres y padres separados
http://euskadikogurasobananduenfederakuntza.blogspot.com/