CUSTODIA PATERNA: Divorciados bajo el mismo techo por falta de recursos

jueves, 16 de mayo de 2013

Divorciados bajo el mismo techo por falta de recursos

Jueves, 16 de Mayo, 2013

No hay dinero para independizarse del cónyuge En 2005 y 2006, años de bonanza, se produjo el récord de divorcios, que ahora están a la baja (un 20% menos)

Día tras día, la crisis. Ahí sigue, casi inamovible. Y con ella, cientos de cambios, normalmente a peor. Afecta a todos los rangos de la sociedad tocados por la economía y eso hace que, inevitablemente, afecte a la forma de vivir y, en consecuencia, a las familias. A pesar de separarse o divorciarse, las parejas siguen compartiendo vivienda, se divorcian menos y los que dan el paso prefieren evitar gastos en el divorcio, por lo que evitan litigios. Además, muchos no pueden hacer frente al pago de pensiones. "Las posibilidades económicas se han reducido y eso afecta indudablemente en el paso final del matrimonio. A pesar de poner punto y final a la relación, la crisis hace que la pareja tenga que seguir conviviendo dentro del hogar familiar", explica Agustín Azparren, magistrado en excedencia y exvocal del CGPJ, en la actualidad socio director del Departamento de Derecho de Consumo y del Departamento de Calidad Jurídica en Martínez-Echevarría.
El barómetro jurídico de los abogados Martínez-Echevarría (basado en los datos del Consejo General del Poder Judicial, el Instituto Nacional de Estadística y el Instituto Estadístico de Andalucía) muestra las consecuencias que conlleva la situación actual sobre las rupturas matrimoniales en la provincia de Almería. La crisis ha afectado al número total de solicitudes de divorcio y separaciones en Almería, con 294 peticiones menos en 2012 (donde hubo un total 1.962) respecto al máximo de los últimos años, que se produjo en 2006, con 1.988. Esto quiere decir que se ha producido una caída del 15%. La lectura es simple, durante los años de bonanza, las parejas que decidían poner fin a la convivencia tenían el sustento económico suficiente como para decir adiós a su anterior vida y emprender una nueva, mejor (a priori). Ahora, no hay dinero para hacer frente a la independencia, más aún con hijos de por medio debido al gasto que ello supone. Las parejas que ya lograron divorciarse, tienen que pasar ahora por un nuevo trámite.

"La situación laboral de los cónyuges ha ido a peor, han dejado de percibir el mismo sueldo, se lo han reducido o se han quedado desempleados. Por ello, la modificación sustancial de las condiciones de trabajo ha provocado que se solicite la revisión a la baja de pensiones alimenticias y compensatorias", explica Azparren, quien agrega que en la provincia se han multiplicado por tres la solicitudes anuales respecto a 2006 (donde hubo 100), mientras que en 2012 se registraron 279. Asimismo, desde que comenzara la crisis, en 2007, se han totalizado 1.186 peticiones de modificaciones de medidas, un total de 186 (el 16%) son consensuadas mientras que la mayoría, un total de 1.000 (el 84% restante) se han tramitado de forma no consensuada. Es decir, cuando se trata de mantener la pensión establecida por el juez, pocas veces uno de los dos da su brazo a torcer. Eso supone que, en la actualidad, los juzgados afrontan menos procesos de separación y divorcios, pero más de revisiones de medidas. De todas formas, no se observa que se haya producido un retraso en la resolución en las solicitudes en el periodo analizado según explican desde Martínez-Echevarría.
Para ahorrar, también ha cambiado, radicalmente, el modo en el que se afrontan las rupturas mediante el divorcio. Han disminuido las procedimientos no consensuados (aquellos en los que el juez debe dictar los procedimientos a seguir, beneficiado, perjudicado...) en un 20% desde 2006, mientras que los consensuados en un 8% (a pesar de que las cifras de divorcio son bastante inferiores). De ahí que al contrario que antes de la crisis, se haya dado la vuelta a la tortilla y ahora los consensuados sean un 60% del total.
En cuanto a las separaciones, estas comenzaron a caer sustancialmente desde que en 2005 se pudiera llevar a cabo el divorcio sin necesidad de estar separados previamente. En 2004, el total de separaciones solicitadas fue de 1.126 y en 2012 fueron únicamente 66, lo que supone un 94% menos. Las nulidades matrimoniales apenas han superado un máximo de siete (en 2004) en un año durante los últimos 12. En 2012 se produjeron dos, una en 2011 y otra en 2010, por las tres que se realizaron durante 2009.