Viernes, 3 de Mayo, 2013
http://www.alertadigital.com/2013/04/29/dos-lesbianas-de-estados-unidos-transforman-a-su-hijo-adoptado-en-una-nina/
Thomas ahora es Tammy. Hijo adoptivo de madres lesbianas, el niño expresó desde los tres años su deseo de ser niña. Sus madres alegan que cambiar el sexo de joven es mucho mejor para el pequeño que esperar la edad adulta. Pensar que alguien exprese y lleve a cabo su transexualidad con sólo 11 años parece extraño. Sin embargo es lo que ocurrió con un niño, ahora niña, en los EEUU.
Es que Thomas, el hijo adoptivo de Debra Lobel y Pauline Moreno se encuentra en proceso de convertirse en una niña, ya que ése fue su deseo desde que tuvo capacidad de hacerse entender, según aseguran las mujeres de California.
Estas adoptaron a Thomas cuando tenía dos años, y aunque sus madres siempre quisieron que fuera una niña aseguran que nunca lo presionaron para que se convierta en mujer. De hecho, una de las primeras cosas que les dijo a los tres años, fue “yo soy una niña”. Y lo hizo con el lenguaje de signos porque Thomas sufre un defecto en el habla.
No fue hasta los siete años, después de que Thomas intentase mutilarse sus genitales, que los psiquiatras le diagnosticaron un trastorno de identidad sexual. Y el pasado verano comenzó a tomar la hormona que le impedirá experimentar la pubertad como un varón y por la que no desarrollará voz grave y vello facial, entre otras características masculinas.
Después de tres años tomando hormonas, Tammy, que ahora tienen 11 años, va a ser sometido a una operación quirúrgica para amputarle el pene. Sus madres aseguran que eso es lo mejor para Tammy y que sólo importa la salud y la felicidad de su “hija”.
Vivimos en el Mejor de los Mundos… En un futuro próximo, nos veremos por fin liberados de la opresión homófoba de la Naturaleza y podremos fabricar hijos que se parezcan a lo que nos dé la real gana. Vamos a ver: a la vista de lo que cuestan los hijos, ¿acaso no es normal que estos sean exactamente igual a los esperan sus padres consumidores? Cuando vamos al supermercado, ¿acaso no pretendemos que nos den lo que nos corresponde por nuestro dinero, es decir el producto adecuado a nuestras expectativas?
Por lo visto en California están más adelantados que nosotros, que sólo hemos legalizado el matrimonio gay. Allí son aún más tolerantes y vanguardistas y rige el respeto a la libertad por encima de todo, y que cada cual viva como le parezca y haga cuanto sea necesario para sentirse realizado. Y si hay que cambiarle el sexo a un niño, pues se hace y punto. Anestesia, bisturí y adelante… ¿Para cuando el cambio de sexo a los niños de 10 años en España? Siempre vamos con retraso…
Esta pareja de lesbianas nos da una lección de cómo se hacen las cosas. La naturaleza, en su imperfección no permite que dos personas del mismo sexo procreen. Pues se compra un niño y asunto resuelto. Preferían una niña pero compraron un niño. ¿Si de puede hacer la cosa difícil, por qué hacerla fácil? Compran, pues, un niño y empiezan a tratarlo como si fuera una niña. Resultado: al cabo de un tiempo, el niño termina creyéndose niña. Las madres se derriten de gusto ante el anuncio de Thomas que ha descubierto que es una niña. A renglón seguido la empiezan a hormonar para prepararla para el Gran Cambio. Ahora a los 11 años de edad, las dos mamás le van a regalar una vagina a Thomas, que ya se siente Tammy. ¡Happy birthday! Fuera ese pene que tanto rechazo causa a sus dos mamás, tanto que han logrado contagiar a Thomas/Tammy de esa aversión.
Uno se queda pensativo ante el hipotético caso de que estas dos elementas hubieran querido en realidad tener un perro.
Pero no seamos maledicientes: todo esto se hace para la felicidad y la buena salud de la criatura, que llegaría a hacerse daño a si misma si no tuviera un órgano femenino. Obviamente, estamos seguros que el niño, viviendo con dos mamás lesbianas, habrá tenido todo la comprensión, la información necesaria y el libre arbitrio para decidir por sí mismo la decisión de someterse a modificaciones hormonales y a una operación quirúrgica sin vuelta de hoja. Todos sabemos que a ese tremprana edad los niños ya tienen el conocimiento adecuado para tomar esas decisiones.
Lo que dudamos es que las dos mamás de Tammy le ha yan informado que según una encuesta realizada en Gran Bretaña, el 50 % de los transexuales se suicidan
antes de llegar a viejos. Pero eso tal vez lo llegue a saber en primera persona Tammy dentro de unos años.
Mientras tanto podemos decir todos a coro: ¡Viva el progreso, vivan las vaginoplastías para los niños de 11 años adoptadas por madres lesbianas, y viva la sociedad que se esfuerza para lograr el fin de la civilización!
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