Joaquín Alarcón, Fiscal especializado en violencia de género
Domingo, 26 de Mayo, 2013
Joaquín Alarcón durante esta entrevista
Ha representando al Ministerio Público en casos de muerte por violencia
de género como el de Joana, cuyo juicio contra su agresor, que la
asesinó con trece puñaladas hace ahora un año, se acaba de celebrar, en
medio de una gran tensión, esta semana en la Audiencia Provincial de
Alicante. Una semana negra que ha dejado cuatro fallecidas en Córdoba,
León , Álava y Sanander. Joaquín Alarcón, un hombre pegado a su Código
Penal y estrictamente reacio a opinar sobre cualquier asunto que no
tenga forma de artículo, termina siendo humano cuando se le pregunta por
Toni Cantó: por fin esboza una leve sonrisa. Aunque no se pronuncia
sobre él, ni sobre Gallardón y sus polémicas reformas previstas en
materia de violencia sobre la mujer.
¿Cuáles han sido los logros de los juzgados de Violencia sobre la Mujer?
Ha
habido una especialización que repercute en un mayor control sobre el
mismo caso porque las distintas denuncias por hechos similares siempre
se instruirán por el mismo juzgado y ha habido también una
especialización por parte de jueces, fiscales y del propio
funcionamiento del órgano judicial. Estos juzgados no contribuyen en sí a
reducir muertes o denuncias, pero ponen a trabajar los mecanismos de
control de un mismo caso porque aquí también hacemos asuntos civiles,
por ejemplo, decisiones sobre divorcios o custodias cuando éstas están
ligadas a los episodios de maltrato o la separación se produce paralela a
la denuncia.
¿Y se dan custodias a los maltratadores?
Excepcionalmente
se ha hecho. La Ley tiene en cuenta siempre lo que mejor resulte para
el menor. Hay casos en los que la denuncia llega, por poner un ejemplo,
por un empujón. A partir de ahí se abre la investigación y empezamos a
ver que quizás la madre no se ocupa de los hijos como debería y que el
padre organiza su vida mejor aunque sobre él haya recaído un
procedimiento por ese empujón. Ahí primaría el interés del menor, y
claro está que esta medida de custodia sobre el maltratador nunca se
daría sobre la base de hechos graves o de aquellos en los que hay
lesiones importantes. Y ya digo, es algo muy excepcional.
¿Cómo valora la coordinación entre los distintos agentes que intervienen en el ámbito de la violencia sobre la mujer?
Yo creo que sí es buena.
¿Tiene el fiscal de malos tratos los suficientes medios para hacer frente a esta lacra social?
En medios vamos más justitos, pero no menos ni más que cualquier otro juzgado de Alicante.
Justicia
ha amortizado este año dos plazas en las plantillas de cada uno de los
dos juzgados de Violencia sobre la Mujer de Alicante. ¿Cómo afecta esto
al trabajo?
Que lógicamente se ralentiza más. Ya digo. Aquí no solamente llevamos la parte penal sino también parte del ámbito civil.
¿Cree que es una hipocresía que por un lado el Gobierno fomente la denuncia y luego en los juzgados mermen las plantillas?
No
voy a entrar en cuestiones políticas, pero lo que está claro es que
reducir funcionarios repercute en el desarrollo de la Justicia.
¿Cómo llegan las denuncias?
Lo
más habitual es de la propia víctima. Es muy importante que cada vez
vemos más vecinos o transeúntes que se encuentran con episodios
violentos y avisan a la Policía. Ahora con los móviles es muy fácil. Sin
embargo, esa sensibilidad en la sociedad no se traduce siempre en la
colaboración para testificar ante un juez y hay denunciantes que han
sido los únicos testigos a los que se les llama y no vienen.
¿Cuando una maltratada retira la denuncia qué hay detrás?¿Pena, miedo, presión...?
Los
motivos no siempre los sabemos. Aquí es que la relación afectiva
complica mucho la instrucción. Por ejemplo, el caso de esta semana en la
Audiencia. Ella no quiso en su día declarar por unas amenazas contra
él. La víctima no quería ser responsable ante sus hijos de una mala
relación afectiva con su expareja, y por eso hasta le dejaba entrar a
casa. Luego están las familias, que ejercen presión por esos hijos. Pero
ojo, la retirada de la denuncia no significa que yo no acuse. El fiscal
tiene que perseguir de oficio esos casos en los que, por ejemplo, la
mujer pide retirar la denuncia llena de moratones. Esto se hace siempre
que haya pruebas o indicios de maltrato. Si la Policía cuando acude a
las llamadas ve a la mujer en muy malas condiciones hay algo que te dice
que puede haber un maltrato. Si esa mujer se niega a declarar contra su
agresor el procedimiento sigue, la maquinaria continúa y puede hasta
haber sentencia condenatoria.
En el caso de Joana su agresor quedó absuelto anteriormente porque no se presentó a un juicio por amenazas contra él.
Y
fue bien absuelto. No había pruebas de nada. El fiscal necesita algún
indicio si no no puede acusar. ¿Por qué el fiscal no ve ensañamiento en
una muerte como la de Joana donde su agresor le asestó 13 puñaladas?
El
Supremo recoge que el ensañamiento requiera de un plus, que exista una
intención de alargar el dolor a modo de tortura, y las 13 puñaladas se
produjeron en un plazo de tiempo relativamente corto. En un primer
momento ni yo, ni el Estado ni la Generalitat que están como acusaciones
lo pedimos. El ensañamiento lo solicitó la acusación particular, y el
jurado entendió que sí la había, lo que supuso que eleváramos la pena
inicial de 18 años a 23.
¿Le pareció escandaloso que un político como
Toni Cantó manifestara que la mayoría de las denuncias eran falsas pese
a que los datos del Poder Judicial hablan de 24 de un total de 124.000?
Bueno...
yo no voy a decir nada sobre este señor. En las denuncias ocurre como
en cualquier juzgado: si hay pruebas o evidencias se sigue, pero si se
investiga y no las hay el caso se archiva, algo que ocurre con
frecuencia tanto aquí como en otros juzgados. ¿Eso quiere decir que
dentro de las archivadas porque no se ha podido probar un maltrato haya
alguna denuncia falsa? Ni yo ni nadie lo sabe porque entramos en un
terreno de desconocimiento. Pero lo que está claro es que el porcentaje
es mínimo y absolutamente excepcional y que cuando sí se comprueba la
falsedad automáticamente se deduce testimonio a otro juez por denuncia
falsa.
¿Se castiga tanto el maltrato físico como el psíquico?
Las
penas se equiparan en el rasero del Código Penal, el gran reto de estos
juzgados está en sacar a la luz ese maltrato psíquico. El físico es más
fácil acompañarlo de prueba, como un parte de lesiones, evidencias en la
piel, y digamos que el imputado está más "cogido", pero un maltrato
psíquico requiere de un seguimiento de más tiempo que no siempre da
pruebas como resultado. Aquí hay una función importante de los
psicólogos de los juzgados especializados en maltrato y de los forenses.
¿Está la mujer sobreprotegida judicialmente?
Esa
protección viene marcada por la propia Ley. El mismo Código Penal
contempla penas ligeramente superiores para los hombres que para las
mujeres en su artículo153, que diferencia si los hechos se producen de
hombre hacia mujer o viceversa. La propia creación de un juzgado
especializado también es un plus de protección.
Gallardón quiere quitar agravantes como la presencia de los hechos delante del menor o quitar el atenuante del alcohol.
Pero
no hay nada aprobado. Lo que sí le puedo decir es que el atenuante del
alcohol ya está contemplado pero pocas veces se aplica porque muchos
episodios de violencia reiterada se producen bajo los efectos del
alcohol y el atenuante deja de tener ese merecimiento.
¿Se arrepiente un maltratador?
No
se ve mucho y, si ocurre, jurídicamente no tiene ningún efecto. Sólo
influye en la petición de pena cuando el agresor, tras cometer los
hechos, él mismo va a entregarse a la Policía antes de que se abra un
procedimiento contra él.
http://www.diarioinformacion.com/sucesos/2013/05/26/fiscal-perseguir-oficio-casos-mujer-pide-retirar-denuncia-llena-moratones/1378028.html
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