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lunes, 13 de mayo de 2013

Hazlo por ellos: carta abierta a padres divorciados con hijos

Lunes, 13 de Mayo, 2013
Estimados padres y madres divorciados, en proceso de divorcio, o a punto de dar el paso:
Trabajo en el mundo de la Justicia desde hace más de cinco años. Durante todo este tiempo, me ha tocado llevar muchos asuntos de familia, sobre todo del turno de oficio (que no hace más que aumentar en estos tiempos, pues con las tasas judiciales por un lado y la crisis económica por otro, cada vez son menos las familias que pueden pagarse un divorcio, sobre todo si es contencioso). He llevado divorcios de mutuo acuerdo (los menos), divorcios contenciosos, medidas de hijos (matrimoniales o no), modificaciones de medidas, y procedimientos de guardia y custodia.
Después de ver lo que me ha tocado ver en algunos casos -muchos más de los que me gustaría- he decidido escribirte esta carta a ti, que no me conoces de nada, pero que tienes o tenías una pareja -con la que puede haber matrimonio de por medio o no-, que habéis decidido romper la relación, y que hay hijos de por medio. No sé si llegarás a leerla. No sé si me harás caso. Pero quisiera que esta carta plantara una semilla en tu interior, por el bien de tus hijos y el tuyo propio.
-A veces es inevitable que una pareja se rompa. Otras veces no. No sé cuál es tu caso, pero por favor antes de dar el ultimo paso hacia el divorcio o la separación, tómate un tiempo para preguntarte si realmente el divorcio es la única salida. ¿Ha habido problemas insuperables, como malos tratos, infidelidades o problemas psiquiátricos graves? ¿O en realidad se trata de malas actitudes, egoísmo, dejadez, faltas de respeto o de valoración, todas esas cosas en las que por desgracia es tan fácil caer cuando nos acomodamos pero que se podrían solucionar con cariño, comprensión y un esfuerzo de perdón y voluntad, si el orgullo no nos lo impidiera? Ojo, no estoy defendiendo que haya que aguantar un matrimonio desgraciado o sin amor por el bien de los niños (realmente, para discutir todo el día o no dirigirse la palabra, mejor estar separados). Lo que digo es que, muchas veces, hay problemas de convivencia que podrían solucionarse si las dos personas pusieran de su parte. Vivir en familia no es sencillo, pero con respeto, consideración, cariño, esfuerzo y paciencia, se puede conseguir que las dos partes en un conlifcto cedan un poco y acaben resolviendo problemas que parecen imposibles de superar cuando la rabia, el orgullo, el rencor o la dejadez se apoderan de nosotros.
Debes recordar que los grandes perjudicados cuando se quiebra el amor de los padres son los niños, porque los padres tarde o temprano reharéis vuestra vida con una nueva pareja si así lo deseáis, pero los niños jamás podrán volver a tener juntos a sus padres. Antes del divorcio, por favor, hazte estas preguntas: ¿Hay alguna solución a nuestros problemas? ¿Realmente ya no siento amor por mi pareja, o se trata sólo de venganza? ¿Cuál es mi parte de responsabilidad en la ruptura? ¿Podrían arreglarse las cosas yendo a un terapeuta de pareja? ¿De verdad estamos a disgusto el uno con el otro, o son problemas externos -laborales, de salud, familiares- los que nos están afectando al carácter, y lo estamos pagando el uno con el otro porque es a quien tenemos más cerca? ¿Divorciándome voy a estar de verdad mejor de lo que estoy ahora? ¿Me importa más satisfacer mi orgullo que la felicidad de mis hijos?
-Suponiendo que los problemas sean tan graves o el amor se haya desvanecido hasta tal punto que ya no hay marcha atrás, o si en el momento en que leas estas palabras el divorcio ya es un hecho, tienes que pensar en tus hijos. No sé lo que habrá pasado con tu pareja, pero si las cosas han llegado al punto de la ruptura, es lógico que haya una mala relación. Tal vez sientes decepción porque ha cambiado, furia porque trataste mil veces de arreglar los problemas dialogando y pasó de ti, resentimiento porque te mintió, deseos de venganza porque te ha sido infiel. Tal vez te da asco, o incluso odio, y te preguntas qué demonios pudiste ver en esa persona para casarte con ella, o cómo es posible que desde que erais novios haya podido cambiar hasta tal punto. Es muy posible que tengas razón, y que tus quejas sean legítimas, pero ten en claro una cosa: vuestros hijos no tienen ninguna culpa.
En mi trabajo he escuchado muchas quejas de clientes, de ambos sexos, que daban razones para no querer tener que ver nada en absoluto con su ex pareja. "Es que tú no sabes cómo me ha tratado". "Es que con él/ella no se puede dialogar". "Es que quiere compartir la custodia para fastidiarme, porque luego nunca tiene tiempo de estar con el niño". "Es que su madre le consiente". "Es que es intratable". Muy bien, estimado amigo o amiga, deja que te lo diga en pocas palabras: todo esto es irrelevante. Esa persona a la que tanto destestas es el padre o la madre de tu hijo, ambos se quieren, no puedes evitarlo, y si intentas arrebatarle la compañía del niño o poner al niño en su contra o intentar perjudicarle económicamente o incluso echarle de la casa para poder intentar quitarle la custodia, al que vas a joder de verdad va a ser a tu hijo. NO te engañes pensando "en el fondo lo hago por mi hijo; la compañía de mi ex no le conviene". Es MENTIRA. Un niño necesita a su padre y a su madre, a los dos, a ninguno más que al otro. Necesita vivir con ellos, estar con ellos, comer, dormir y jugar con ellos. DA IGUAL lo mucho que odies, desprecies o aborrezcas a tu ex, JAMÁS uses la custodia del niño como arma arrojadiza, forma de chantaje o instrumento de venganza. Perdona que hable con esta crudeza, pero si lo haces, eres tú quien está demostrando ser un mal padre o una mala madre, al utilizar a tu hijo como instrumento de castigo o venganza.
-Me revienta bastante los padres que me argumentan "es que conmigo mi hijo va a estar mejor cuidado". Ten una cosa clara: da IGUAL si tu ex es menos puntual, menos rígido con los horarios o más descuidado/a que tú. Da igual si viaja con frecuencia, si es impuntual, o si tiene mala leche. Sigue siendo el padre o la madre del niño. Además, seguro que tú también tienes tus defectos, ¿o es que eres la perfección personificada? A no ser que estemos hablando de casos extremos, como por ejemplo que tu cónyuge tenga transtornos posiquiátricos graves, o que tenga serios problemas con la bebida o las drogas, o que sea una persona violenta, tiene derecho a estar con sus hijos a pesar de sus defectos. Ojo con el tema de la violencia: estamos hablando de violencia de verdad, no de mamonadas. En mi trabajo he visto a padres exigiendo a los jueces que no le den, o que le quiten, la custodia o el régimen de visitas a su pareja, porque "el otro día le dio una bofetada al nene" o "el nene llegó el otro día con un moratón en el brazo o un repelón en la rodilla". En cuanto al primer caso, vamos a ver, una cosa es pegarle una paliza a un niño con el cinturón o dejarle un ojo morado de un puñetazo, y otra cosa muy diferente es darle un cachete o una colleja porque lo has pillado jugando con cerillas/emborrachándose/suspendiendo cinco asignaturas. Lo primero es maltrato, lo segundo no. En cuanto al moratón o el repelón, ¿cuántas veces te caíste tú jugando, en la niñez? ¿Cuántas veces te diste golpes, te hiciste sangre en la rodilla o sufriste un esguince? Que el niño se haga daño no significa que quien lo cuidaba sea mal padre o mala madre, significa que a veces los niños se caen porque son unos inconscientes y juegan como cabras locas, y punto. Lo mismo se puede decir del niño que vuelve a casa resfriado o enfermo: cualquiera se puede poner malo, seguro que tú enfermaste muchas veces en tu niñez, y eso no significa que tus padres fueran malos padres, ¿verdad?
-Es fundamental que a pesar de estar sentimentalmente separados, de cara a vuestro hijo seáis un frente unido. Es decir, que todas las decisiones en lo que se refiere a regalos, castigos, premios, lugar de vacaciones, elección de colegio, los amigos que le convienen, las horas de tele y videojuegos, etc, tenéis que tomarlas en conjunto y hacerlas cumplir de manera inflexible. Sí, ya sé que lo que ahora quieres es tener el menor contacto posible con tu ex, y que no te hace ni puta gracia tener que llamarle para ponerte de acuerdo con él. Pero seguro que tampoco te hace la menor gracia levantarte cada día a las 7 de la mañana para ir a trabajar, y lo haces porque es tu obligación ¿verdad? Pues esto también es tu obligación. Trágate el orgullo, deja de llevarle la contraria a tu ex en estos asuntos por sistema, y aprende a ceder, a dialogar y a llegar a acuerdos. Si no lo hacéis, nuevamente la principal víctima va a ser vuestro hijo. En primer lugar, porque si cada uno le decís una cosa y lo educáis de una manera el pobre crío va a estar más perdido que Adán el día de la madre. En segundo lugar, porque si intentáis sobornarlo -en plan "te dejo hacer más cosas" o "te doy más regalos"o "en mi casa no hace falta que comas verduras y te puedes acostar más tarde"- van a pasar dos cosas: o el niño es tímido y buenecito y le provocáis una depresión, o si es espabilado y manipulador os va llevar por donde él quiera. Si se da cuenta de que con decir "pues si no me dejas jugar a la play, me voy a vivir con mamá" o "pues papá me quiere más porque me compra más cosas y no me castiga si suspendo" puede manejar a los padres como le da la gana, enhorabuena, estáis formando a un fracasado o a un delincuente. Y esto vale igual para un crío de 3 años que para uno de 13; tanto en la niñez como en la adolescencia se necesitan normas, disciplina y puntos de referencia. A un crío no se le puede dejar que haga lo que le dé la maldita gana, y tampoco se le puede dejar creer que puede manipular a sus padres. Aunque en todo lo demás no quieras ni ver a tu pareja, en lo que se refiere a la educación de vuestra prole sed siempre un frente unido.
-Nunca, nunca, nunca, hables mal de tu ex pareja a tus hijos, ni permitas que ningún miembro de tu familia lo haga. Si quieres desahogarte, ponte a rajar de él/ella con tu familia, tus amigos, tu perro o la señora que te conteste cuando llames al teléfono de la esperanza, pero jamas despotriques ante tu hijo. Aunque no te falte razón en tu enfado y tus quejas, recuerda la situación tan difícil y angustiosa que le creas al niño: una de las personas que más quiere en el mundo le está hablando mal de otra de las personas que más quiere. La separación ya es algo lo bastante difícil para el niño, no le hagáis más daño. Esta situación es increíblemente desagradable y destructiva para vuestro hijo, igual que veros discutir o faltaros al respeto. El niño no es un trofeo, un juez ni un mediador; no lo metáis en vuestros problemas. Cuanto menos sepa de ellos, mejor.
-Jamás en tu vida trates de vengarte de tu ex o de perjudicarle. En mi trabajo he visto casos horribles no ya de padres que no le pagaban la pensión a su ex pareja, sino que intentaban, por ejemplo, echarla del domicilio conyugal estando en mala situación económica para que así la ex pareja en cuestión no tenga dónde vivir y el juez le retire la custodia. ¿Os creíais que los únicos que hacen desahucios son los bancos? Pues no, las ex parejas encabronadas también hacen de las suyas, en los casos en que la casa es un bien ganancial o de titularidad compartida.
Me da igual que creas que tu ex no tiene derecho a estar en esa casa, que necesites el dinero de la venta, o que tú hayas puesto mucho más dinero que él/ella. Se trata de la casa donde vive el padre o la madre de tu hijo, joder. La casa que tu propio hijo considera su hogar. No seas desalmado y no pongas la avaricia o la venganza por encima de la felicidad de tu hijo.
-Cuando tengas una nueva pareja, preséntasela a tu ex, y asegúrate de que se hagan amigos. Traba amistad tú también con la nueva pareja de tu ex. Asegúrate de poder hablar los tres (o los cuatro) juntos acerca de la educación del niño, de qué papel van a tener las parejas, y de tener una actitud cordial. ¿Que cuesta? Ah, pues se siente. Da igual que sientas resentimiento o incomodidad, se trata de la educación y la felicidad de tu hijo y te toca joderte, así de claro. Aunque en tu interior no lo sientas así, muéstrale a tu hijo que apruebas la relación de tu ex con su nueva pareja y nunca hables mal del tema delante de él. Es evidente que si esa nueva pareja tuya o de tu ex es la causa de la ruptura, la cosa está un poco más jodida, pero a pesar de ello haz por lo menos el esfuerzo de no soltar la bilis delante de tu hijo y de establecer una serie de acuerdos mínimos para poder coordinar la educación conjunta del niño. Aunque sea complicado, lo cierto es que las parejas nuevas ya saben que el niño va en el pack si quieren tirar adelante la relación, o deberían saberlo. Si tú o tu nueva pareja no podéis aceptar estos términos, no la traigas a vivir a casa, así de sencillo. Y por el amor de Dios, ni se te ocurra permitir que esa nueva pareja hable mal del ex cónyuge, o el niño le cogerá manía para siempre, como es lógico. Tampoco intentes jamás que tu hijo llame a tu nueva pareja "papá" o "mamá" o que la trate como tal, por el mismo motivo de antes (lo verá como un usurpador y le cogerá manía de por vida).

Resumiendo el tema en diez puntos básicos:

1) Tu hijo no es un arma arrojadiza ni un instrumento de venganza.
2) Tu hijo ama a sus dos padres y debe convivir con los dos.
3) Tu hijo también ama a sus abuelos, tíos y primos, y debe estar con ellos por los mismos motivos.
4) Tu hijo sufre lo indecible cuando uno de sus padres habla mal del otro delante de él.
5) Tu hijo necesita que sus padres, separados o no, se pongan siempre de acuerdo respecto a su educación.
6) Tu hijo jamás debe sentir que puede manipularos o haceros chantaje comparando el trato que le dais.
7) Tu hijo será feliz si siente que sus padres están unidos, aunque no estén juntos.
8) Tu hijo necesita disciplina, normas y reglas aplicadas conjunta y coherentemente por ambos padres.
9) Tu hijo necesita a tu ex pareja desesperadamente, aunque tú no lo hagas.
10) Tu hijo debe ser más importante para ti que cualquier resentimiento o deseo de venganza.

Espero de verdad que me hagas caso, que pienses en lo que te he dicho, y que jamás te conviertas en uno de esos padres o madres vengativos, irreflexivos, inflexibles, orgullosos y resentidos que convierten mi trabajo en una mierda y que me hacen levantarme algunas mañanas con el pensamiento de "oh, no, hoy me toca otro puto juicio de familia". No te conviertas jamás en uno de esos padres que pone la revancha por encima de los intereses de su hijo, o que se engaña terriblemente pensado que esa revancha es en interés de su hijo. No lo es. Jamás.
Hazme caso, por tus hijos. Hazlo por ellos.

Atentamente:
Una procurador de los tribunales.

http://laluzdevalinor.blogspot.com.es/2013/05/hazlo-por-ellos-carta-abierta-padres.html?showComment=1368394577995

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