El activista Osvaldo Cabrera brinda ayuda a los niños de padres que han sido deportados y lucha por la reforma migratoria para evitar las separaciones familiareshttp://www.laopinion.com/Locales/Activista-ayuda-ni%C3%B1os-CLI
La Coalición Latinoamericana Internacional ha ayudado a más de veinte niños que han sido separados de sus padres por las deportaciones.Más de una veintena de niños nacidos en Estados Unidos con padres indocumentados deportados fueron recogidos de manera humanitaria por un activista de Los Ángeles.
“No me pesa y lo hago con mucha ilusión y amor por esa barbaridad que comete Estados Unidos con sus propios hijos en donde podría estar un posible presidente del país o congresistas”, reclamó Osvaldo Cabrera.
El dirigente de la Coalición Latinoamericana Internacional (CLI) narró en una entrevista como ha arropado y protegido a estos niños con grandes esfuerzos y donativos altruistas.
En Los Ángeles es donde está el mayor número de niños estadunidenses con padres deportados, pero se estima que en el país hay cinco millones de niños con al menos un padre indocumentado.
“Esa es la urgencia de la reforma migratoria o de una acción ejecutiva del presidente Barack Obama porque no han medido el daño emocional que les están causando”, alertó Cabrera.
Dulce María, de siete años, es una de las niñas que está bajo custodia de Cabrera y es la que aparece en el cartel de promoción de la marcha del 22 de septiembre próximo en Los Ángeles.
“A esa niña cuando tenía dos años la separaron de su madre. Estaba dormida cuando agentes de migración se llevaron a su madre y yo me acerqué antes de que las autoridades la tomaran y le dieran padres sustitutos”, indicó.
Cabrera publicó recientemente su libro “Niños Huérfanos por la Migra” en donde cuenta que hasta 2008 la CLI mantenía 21 niños en su totalidad, quienes a causa de redadas del ICE habían quedado en el desamparo.
“Las autoridades son crueles porque por ser nacidos aquí y si les asignan un padre de crianza, sus padres de sangre nunca más podrán verlos ni reclamarlos y no piensan en el daño emocional”, denunció.
“Con su madre que fue deportada a El Salvador, Dulce, como el resto de mis niños, tiene comunicación con sus padres y tenemos la esperanza de que puedan reunirse”, dijo.
Todos estos niños serán parte de la marcha del 22 de septiembre, cuando llevarán pancartas dirigidas al Congreso y a Obama, clamando que les permitan reunirse con sus padres.
“Si los congresistas y en especial los republicanos se dieran cuenta del daño emocional y sicológico a estos niños ya habrían resuelto su condición”, subrayó.
“La misma constitución de Estados Unidos en su Primer Enmienda da protección y derechos a los nacidos en este país, pero en la realidad está dando trato de segunda clase a estos menores”, aseguró el dirigente de la CLI.
Cabrera, quien es estricto en donativos, mantiene a menores con lo que ha ganado en su empleo de décadas. “Los acepto (los donativos) con reserva para que después no digan que abuso o les saco provecho”, aclaró.
“Cuando la mayoría me llama papá me emociono. El más grande es el único que solo me dice ´compañero´, pero sé que él será alguien importante en este país”, compartió.
En Los Ángeles la mayoría de los cinco mil niños estadunidenses con padres deportados fueron asignados a Foster Homes (Padres de crianza) pero el daño de separarlos de sus padres es enorme, insistió.
La Coalición fue fundada en 1992. “Empezó por demandar las licencias de conducir a indocumentados pero al ver tantos niños sin padres me rompió el corazón y les he dado más cuidado y atención”, dijo.
“De varias decenas que he cuidado, en la actualidad tengo bajo custodia a 12 y todos son ejemplares, sacan calificaciones altas y hay otro con cáncer en cerebro, pero está luchando contra su mal”, anotó.
“Cuando encontré a Dulce estaba dormidita y agarradita de las rejas de su casa. Hice el reporte y la petición formal y la ciudad me permitió cuidarla”, recordó.
“Otro de los niños que tuve cuando sus padres fueron deportados solo hablaba inglés y se lo llevaron a México, pero allá fue maltratado por sus compañeritos porque no hablaba español”, apuntó.
“El daño sicológico y la destrucción de ese niño fue muy fuerte”, señaló Cabrera al tiempo que compartió que los niños viven la mayoría en las tres residencias que llaman “Casa refugio” y en donde es ayudado por varias señoras.
Aquí los niños tienen derechos y obligaciones, se les celebra su cumpleaños, entre todos se ayudan para hacer las tareas, tienen derecho a ropa y uniformes escolares y un día a la semana para comer afuera.
Hay niños con padres de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, y sus edades van de siete a los 15 años. “Todos han aprendido a ser solidarios”, resaltó.
“Sé que en Miami, Florida, hacen la misma labor que yo y en Chicago hay un padre que tiene a muchos niños que ha cuidado después de una redada, pero más que eso necesitamos la reforma migratoria”, puntualizó.
“Mi sueño es como el de Martin Luther King quien un día soñó en un país sin racismo y no pudo ver llegar a Obama como presidente, pienso que Dulce podría estar en el poder de este país en 25 años”, contó Cabrera.
Presumió que Dulce, a su edad, ya tiene invitados a más de 200 de sus compañeritos de escuela para que la acompañen a la marcha por varias calles del centro de Los Ángeles.
“Si el Congreso no aprueba la reforma por mis niños y los demás niños, iré ante la Suprema Corte de Estados Unidos con una demanda que les reconozca sus derechos y que puedan tener a su lado a sus padres”, manifestó.
Reunión de los lunes
lunes, 26 de agosto de 2013
Activista arropa a niños nacidos en EEUU de padres deportados
Lunes, 26 de Agosto, 2013
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