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lunes, 31 de enero de 2011

«El pequeño lo pasa mal»

Los niños son reacios a acudir a los puntos de encuentro

30/01/2011
Una madre usuaria, que prefiere mantenerse oculta,
 reclama mejor asesoramiento de los profesionales
 de los puntos de encuentro
Se separaron cuando el niño era pequeño y, pasados unos meses, según la pertinente resolución, empezaron a acudir a un punto de encuentro familiar. De eso hace ya algún tiempo. Ella -quien por la situación, opta por no dar su nombre- es, por tanto, usuaria de este servicio pensado para facilitar el cumplimiento de las visitas (o períodos de relación reglados) cuando la ruptura de la pareja pueda ser o sea ya conflictiva. Se trata, así, de que el pequeño siga en contacto con uno y con otro.
Conoce cuáles serían los objetivos y requisitos de un PEF, pero existen ciertas quejas. La suya es una de las más comunes: «No deberían tomar partido por ninguna de las partes y en algunos casos no es así. Falta también un equipo técnico plural, se carece en algunos casos de profesionales muy importantes». Se refiere a que, según la normativa gallega que regula estos centros (Decreto 9/2009), el equipo técnico de estos centros ha de ser «multidisciplinar y estar compuesto, como mínimo, por tres profesionales con al menos dos perfiles formativos diferentes en el campo psicoeducativo». Al igual que otros usuarios en otros puntos, ella entiende que esa multidisciplinariedad no siempre está presente. Señala además como cuestiones que mejorar el acceso a determinada información, un mejor asesoramiento de los usuarios o la adaptación de horarios.
«El pequeño lo pasa mal», admite. «No quiere ir al punto de encuentro». Ese es un momento complicado: el intercambio. «No pido protección para mí, sino para el niño». Hay pequeños, confirma otro usuario, que, por la situación que viven, desarrollan un conflicto de lealtad con respecto a sus padres. Quieren agradar al uno y al otro y tratan de evitar ellos mismos, con su comportamiento, la existencia de riñas entre papá y mamá.
«Una vez que se queda aquí»

Esas situaciones existen y se pueden ver también desde la parte que les corresponde a los trabajadores del centro. «El progenitor custodio trata a veces de dejar constancia de que él lo trae, ?pero el niño no quiere entrar?. La responsabilidad del custodio, según la resolución, sería traerlo aquí y conseguir que entre. Nuestro trabajo empieza una vez que se queda aquí», explica la coordinadora del punto de encuentro de Ferrol, donde ella es educadora social y pedagoga, con nociones de mediación familiar, y hay otras dos educadoras sociales. «Muchas veces creen que favorecemos a alguno, incluso las dos partes. Y eso porque a veces el padre o la madre pretenden que nosotros les demos la razón con respecto a lo que él o ella opinan sobre el régimen de visitas, cuando realmente el PEF está para hacer cumplir ese régimen, no para valorarlo, porque eso ya lo han hecho otros profesionales», matiza.
«Esto es algo temporal, donde se trabaja para que se normalice la situación, de forma que dejemos de ser necesarios». Este proceso puede durar muchos años o meses. «El PEF solo es un mediador: negociamos con los padres para que, dentro de esa resolución, vayan llegando a acuerdos, pero son ellos los que los han de tomar. Lo que realmente importa es la actitud de los progenitores, sobre todo una vez superado el período de duelo», dice la pedagoga.
http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/01/30/0003_201101G30P15991.htm

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