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jueves, 28 de abril de 2011

Piden sensibilidad jurídica

Por: El Porvenir / Alberto Medina Espinosa, Jueves, 28 de Abril de 2011
Asunción Tejedor HuertaLa experta, Asunción Tejedor Huerta, comentó que se debe incluir en el marco legal los daños que se hacen a un infante en los aspectos psicológicos.
Monterrey, N.L.- A fin de que las leyes, en el caso de menores sean mejoradas en el entorno jurídico actual, expertos señalaron la importancia de legislar en los temas de daños morales y psicológicos en casos de padres divorciados, según citara Asunción Tejedor Huerta.
La noticia contiene un audio(pinchar en el enlace)
Asunción Tejedor Huerta
Ante miembros del Poder Judicial, la experta comentó que se debe incluir en el marco legal los daños que se hacen a un infante en los aspectos psicológicos, que no están legislados para determinar el futuro de los hijos frente a sus padres.
“El motivo de esta ponencia ha surgido por el alarmante aumento de "padres y madres alienados" que solicitan ayuda para resolver su problema porque no encuentran ninguna salida y se sienten doblemente alienados, por el progenitor alienante y por la justicia”.
“Su desesperación y preocupante estado, me llevó a entrar en contacto con varios psicólogos con los que inicié una relación profesional muy fructífera para mí y que me ha enseñado mucho más sobre este síndrome.
Con dicha colaboración se pretendía impulsar el estudio del Síndrome de Alienación Parental (SAP)”.
“Este "Síndrome de Alienación Parental" y si esto era reconocido y aparecía en las sentencias judiciales pero hace falta conocerlo”.
La experta citó que van apareciendo datos sobre el reconocimiento de este síndrome en los tribunales de algunos países, si bien no aparece reconocido como síndrome en el DSM-IV, pero creo que aún queda un largo camino por recorrer y mucho que luchar para que sea totalmente reconocido.
Consideró importante continuar estudiando el SAP, aportando datos sobre causas y efectos en los menores, buscando soluciones y tratando de concienciar sobre su importancia a abogados y juristas.
“La primera vez que oí hablar del Síndrome de Alienación Parental (SAP), fue a principios de los años 90, durante un curso sobre "Peritaje en los procesos de familia" organizado por el COP de Asturias, donde pude reconocer muchos aspectos de uno de los casos que había llevado en el Juzgado.
En este caso el niño tenía 4 años y la madre le sometía a continuas escenas cada vez que el padre iba a recogerle, por lo que el niño acababa llorando y negándose a ir con su padre, con el que había convivido y mantenido una buena relación.
La madre llamaba ella misma a la Guardia Civil para que fueran testigos de que el niño no quería ir y que no era cosa de ella, lo que asustaba más al niño”.
“En mis conclusiones informé al juez de las manipulaciones que la madre estaba llevando a cabo para impedir el contacto padre-hijo y solicitaba un cambio en la custodia basándome en que el padre pondría menos impedimentos en la relación con la madre, pero el juez, aunque aceptó mis alegaciones, consideró que el niño era demasiado pequeño para separarlo de la madre, aunque advertía a la madre que si ponía cualquier impedimento, de nuevo podría retirarle la custodia”.
En este caso se puede apreciar el primer nivel del SAP, situación que se produce como respuesta a la separación y/o divorcio de parejas con hijos menores.
En estos casos los hijos son alienados con respecto a uno de sus padres por influencia del otro padre y la ley lamentablemente no contempla madurez para litigar en este tema.
Es importante ver que este problema se define en tres rubros importantes, como lo es en el Estadio I (ligero): Las visitas suelen tener alguna dificultad en el momento del cambio de progenitor.
Estadio II (medio): El progenitor alienador utiliza una gran variedad de tácticas para excluir al otro progenitor.
Estadio III (grave): Los hijos están en general perturbados y a menudo son fanáticos.
Sus gritos, su estado de pánico y sus explosiones de violencia pueden ser tales, que visitar al otro progenitor llega a ser imposible.
Además de estos 3 niveles basados en los síntomas que aparecen en los niños, se han clasificado el SAP también en 3 niveles basados en el grado en que los padres alienantes han adoctrinado a sus hijos y que antes no había sido cuantificado, por lo que se piensa que el diagnóstico del SAP debe basarse primero en el nivel de los síntomas de los padres alienantes y después en el de los niños.
Dijo que los abogados deben conocer los síntomas para litigar en los diversos temas como lo son en donde hay que diferenciar cuando la animosidad del menor pueda deberse a un caso de abuso o negligencia parental real, en cuyo caso no podríamos decir que se trata de un caso de SAP.
“Debemos tener criterios de identificación de un niño alienado y dependiendo de la severidad del SAP, un niño puede exhibir todos o unos cuantos de los siguientes comportamientos como es la campaña de denigración contra el progenitor objeto, en la que el niño contribuye activamente”.
“Donde las razones alegadas para justificar el desacreditar al progenitor objeto, son a menudo débiles, frívolas o absurdas, o la misma animadversión hacia el progenitor rechazado carece de la ambivalencia normal en las relaciones humanas”.
“Donde el niño afirma que la decisión de rechazar al progenitor objeto es exclusivamente propia o bien el niño apoya reflexivamente al progenitor con cuya causa está alineado”.
http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=489974

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