CUSTODIA PATERNA: Sortu y la custodia compartida

jueves, 18 de septiembre de 2014

Sortu y la custodia compartida

Jueves, 18 de Septiembre, 2014
Frases como las que se citan aquí ahora y que aparecen en el texto nos dejan perplejos, no porque nos asombre su contenido sino porque no estamos acostumbrados que movimientos ajenos a los padres separados afectados muestran tales manifestaciones acerca del feminismo, y más aún si cabe si vienen de la izquierda:

No es posible ser feminista y rechazar la custodia compartida preferente

equilibra una situación previamente desigual y lacerante en las separaciones con hijos

el rol machista de la madre al servicio permanente de los hijos

El debate sobre la custodia compartida no ha hecho sino poner en evidencia que algunas de las personas que rigen los destinos de nuestra organización pueden proponer horizontalidad y participación, pero les cuesta asumir las incomodidades que esos conceptos acarrean.

el debate sobre la custodia compartida podría haber representado en Sortu un gran eslabón de una cadena que nos hiciera avanzar hacia una democratización interna conducida por militantes renovados en comportamientos y actitudes, formados en el análisis, dispuestos a la sistematización de su trabajo militante, renuentes al seguidismo acrítico a la dirección y reacios, a su vez, al encasillamiento en prejuicios sociales y políticos propios de décadas pasadas. Es bien sabido que necesitamos remozar los temas sectoriales con una gruesa capa de realismo para conectarnos con una sociedad que avanza más rápidamente que nosotros/as.

Quizás, el intento por condicionar a la militancia tomando partido por una de las posiciones mediante falsedades, puede eximir, en parte, a muchos otros/as que, formando parte de dicho órgano de dirección o no, y a pesar de su silencio, no comparten las posturas del “lobby” que ejerce Bilgune en nuestro partido, un “lobby” que, como todos los que lo son, no ostenta representatividad nominal alguna, ni se puede calificar de “feminista” puesto que es tremendamente difícil serlo intentando, a la vez, adjudicar a la mujer separada el cuidado exclusivo y sistemático de la prole.

consejos de una veterana feminista alemana:

“Me huele a engaño. No es posible ser feminista y rechazar la custodia compartida preferente. Muchas nos hemos dejado las pestañas para conseguir que la madre separada pudiera proseguir sin quebranto su vida laboral, social y afectiva después de la separación rechazando la custodia exclusiva de los hijos y asegurando la implicación del padre en su cuidado. ¿Cómo es posible que alguien que se autodenomine “feminista” pueda proponer que se le cargue unilateralmente a la madre la guarda y custodia y alejar al padre de las responsabilidades que le corresponden?”
“El feminismo no puede optar nunca por mantener los roles patriarcales que nos han ahogado durante siglos”

La ILP rechaza el rol machista de la madre al servicio permanente de los hijos y facilita la implicación de los padres, pero garantiza, a la vez, la custodia monoparental en los casos que el juez considere inadecuada o inconveniente la compartida

el derecho fundamental del agente más vulnerable de nuestra sociedad, como es el menor, y ante el cual no caben supuestos desquites proverbiales ni la guerra de sexos que alguno/as se empeñan en ver, lo que se dilucida aquí, sino la preservación y defensa de derechos fundamentales, los del menor, y si parece que, tangencialmente, “beneficia” a uno de los progenitores será, en todo caso, porque equilibra una situación previamente desigual y lacerante en las separaciones con hijos, frente a la cual nuestro partido mira para otro lado y se pone de perfil, asumiendo ese tan peligroso concepto de lo “políticamente correcto” en cuestiones de género.

¿dónde quedó la promesa de revisar la postura del partido si Kidetza introducía modificaciones en el texto?

la mayoría de la sociedad, a través de su representación política, la que ha aprobado una custodia compartida que goza del 82% de apoyo popular