Domingo, 5 de Abril, 2015
Ana Escobar, pertenece a Separación Responsable, de donde nos presentan que la familia no se rompe, se transforma.
Si analizamos hay una parte de la cual tiene mucha razón. Y es que la familia de un menor es la que es. Su padre y su madre no podrán nunca ser sustituidos por otra figura. Podrán presentarse en el menor personas que realizen el mismo papel que ellos, mejor o peor, pero su padre y su madre son los que son, al igual que el restode su famlia. biológica.
Otras personas entrarán y saldrán de lo que hacía él se presenta como su familia, y muchas veces se produce un lío en el menor considerable. Si uno de sus progenitores separados presente una nueva pareja al menor, y pretende sustituir la figura del progenitor biológico, si éste a su vez por las circunstancias que pudieran variar nuevamente desaparece de su vida, por supuesto que la familia que se presente al menor se transsformaría, y no sabemos hasta que límite, pues sería incalculable con la previsión de estabilidad que tiene hoy la figura de la unión de dos personas.
Pero no podemos dejar de subrayar que en la actualidad los juzgados aplican la custodia materna impuesta en un 90% de casos, con lo cual, el padre de los menores pasa a tener una presión en el día a día de los menores de 4 días al mes. Hecho que de forma inevitable convierte al progenitor biológico paterna en un extraño para el menor, o en un visitante, como la propia justicia (consciente o no) denomina en sus sentencias a través de ese "régimen de visitas".
Lo ideal es que la separación se produzca amistasa, o cuando menos lejos de rencores y odios que sobre todo terminen causando mella en el menor, resultanto utilizado éste como moneda de cambio para devolver el golpe. Hasta que las leyes y sobre todo, la práctica judicial, no proporcionen una imagen real de que tras el proceso contencisioso hay un perdedor (el padre), será difícil llegar que el ganador que resulta de esa batalla futura, se avenga a razones para no entrar en un proceso considerado como "por las malas", y en el cual siempre el que más perjudicado saldrá será el menor, Pues los daños que de dicho proceso causen tanto hacía el padre como los que pudieran hacía la madre, repercutiran siempre en el menor también.
Fuente:
Más de 50.000 menores se convierten cada año en hijos de padres separados
http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20150329/abci-padre-hijos-divorciados-201502201308.html
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