CUSTODIA PATERNA: ¿Amigo de tus hijos, o padre con autoridad?

domingo, 3 de abril de 2016

¿Amigo de tus hijos, o padre con autoridad?

Domingo, 3 de Abril, 2016

Los hijos necesitan un padre y una madre. A lo largo de la historia el papel del padre ha supuesto en la vida de los hijos la figura de la autoridad, pero no en todos los casos fue siempre así. Con los nuevos escenarios de familias que dispone la sociedad la educación de los hijos merma mucho, pues lo primero es que tras una separaciòn o divorcio los menores son apartados literalmente de su papá.

El padre pasa a un plano de vistas, como una persona más en la vida de sus hijos que va a aparecer en unos días establecidos, 4 días al mes, pero de cara a la efectividad de corrección en las acciones de sus hijos se convierte en un inútil, pues sus capacidades quedan anuladas por ese límite horario a la hora de relacionarse con sus hijos.

La figura a diario con la que cual van a relacionarse los hijos será la madre, y está en muchas ocasiones puede verse desbordada por muchas circunstancias, aparte de las emocionales que conlleva toda ruptura de pareja. Los menores no solo carecen del afecto de su padre, sino que después según van creciendo van aprovechándose de la situación para a su favor y bajo la edad de la adolescencia crear unas circunstancias que van a marcar el futuro de sus vidas. Niños incomprendidos por una parte, pero por otra también niños que aprovechan las ventajas de la ausencia paterna para campar a sus anchas.

Efectivamente, lo peor que puede hacer un padre o una madre es convertirse en un amigo de sus hijos. Un progenitor se ve obligado muchas veces a decir no, y en muchos casos los conflictos pos ruptura generan situaciones en donde los progenitores intentan ganar el favor de sus hijos a cambio de obviar sus conductas. El fracaso escolar y un alto índice de menores ingresados en centros de menores, son el ejemplo de los efectos de la imposición de la custodia a la madre tras el divorcio, del desamparo de muchos menores respecto de su figura paterna.

El miedo al rechazo de sus hijos lleva en muchos casos a los padres a no actuar como verdaderos padres, pues además la justicia no respalda. Si por un lado en la separación la conducta de los jueces es la de eximir al padre de las obligaciones y responsabilidades con sus hijos, en vez de la de imponer éstas, por otro lado después se permite a los menores hacer creer que tienen derechos por encima de obligaciones, ya que muchos menores, bajo la ingenuidad de la edad, usan la amenaza contra los límites que los padres intenten fijar.