Hija de maltratadora utiliza la denuncia de género y abuso sexual para impedir el contacto de la hija con su padre
Jueves, 7 de Abril, 2016
Susana Guerrero Guerrero es una madre más que está a punto de destruir la relación de su hija definitivamente con el padre de la menor. Los medios de comunicación cuentan la verdad a medias, pues no citan que esta mujer es hija de padres separados, ella fue quien se quedó y se crió bajo la custodia materna, y sus hermanos se fueron con su padre. Aparte de ser una hija más criada bajo la ausencia de su figura paterna (vemos los resultados), denunció a su madre por maltrato, con lo cual fue criada y educada además supuestamente con una maltratadora. Los medios de comunicación ya la colocan desde ese momento como una víctima, pero sin embargo no aluden al hecho de que se crió bajo la ausencia de su figura paterna.
Terminó escapándose de la casa de su madre con 13 años, en plena adolescencia y rebeldía, y pasó por varios centros de menores. Fue acogida por una familia de la que también manifiesta que fue maltratada y que el hombre abusó de ella. Pero los hechos pueden exponerse desde varios puntos de vista, y una chica que con 13 años tiene la iniciativa de escaparse de la casa de su madre, es muy posible que también fuera víctima de abusos sexuales (como ella denuncia) por parte del hombre de esa casa, pero también es muy posible que pudiese perfectamente escaparse también, pues con su madre no volvió, pero con este hombre si que posteriormente volvió cuando el matrimonio que le acogió se rompió, muy probablemente a causa de esta relación extramatrimonial, ya que el hombre abandonó a su mujer por ella. Después se quedó embarazada de ese hombre.y nació Nayara, la niña que niña que ahora está a punto de perder, como otras muchas, el contacto con su padre, pues la manipulación parental de la cual es objeto por parte de la madre es más que evidente, además de ser ya un hecho constatado a nivel judicial.
Está obteniendo de nuevo el protagonismo de la justicia gracias a que consiguió una condena de violencia de género contra el padre de la menor, al igual que sucedió con el caso de María Salmerón, en donde los medios ocultaban que tras dicha condena había 20 absoluciones.
Los pasos que ha dado se ven desde lejos, el problema es que la justicia permite que la madre incumpla las resoluciones judiciales sin intervenir con contundencia, y da lugar al paso de un tiempo en donde la madre aprovecha para manipular la conciencia de una menor inocente y provocar el rechazo y desprecio de los propios hijos a sus padres. En este caso tras usar una primera denuncia de abuso sexual del padre hacía la hija (la bala de plata) y salir tras ella mal parada, pues la misma juez que condenó al padre por violencia de género en su día, caló a la perfección a la madre y desestimó su denuncia, tras lo cual sustrajo a la menor (pues seguro que no existe consentimiento paterno para dicho cambio) desde Talavera de la Reina hasta Canarias, y una vez allí volvió a preparar de nuevo otra nueva denuncia por abuso sexual del padre hacia la hija, considerando que como encontrar de nuevo la suerte al presentar la denuncia en otro juzgado distinto. Pero sin embargo dicho juzgado se inhibió a favor del juzgado que conocía anteriormente de los hechos, y aunque el abogado de la madre (que es a su vez el presidente de "Custodia en Positivo"), Juan Ramón Peris, recusó al juez que entendería nuevamente del caso en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Talavera, Ana Belén Gómez Dorado, el tiro le salió por la culata, ya que los magistrados de la Audiencia Provincial de Toledo no sólo rechazaron el recurso del abogado y presidente de Custodia en Positivo, sino que además condenaron a la madre por mala fe y dilación en el proceso, que no es nada distinto de lo que están consiguiendo ahora: dilatar el paso del tiempo, y consolidar la manipulación parental de la menor, a su vez continuar impidiendo el contacto de la hija con el padre (algo esencial para conseguir la alienación), y gracias a los medios de comunicación, difundir -como en el caso de María Salmerón- y que hay un maltratador acusado de abuso sexual a su hija a quien los jueces quieren dar la custodia de una menor.
Toda la instrumentalización de los medios de comunicación, conforme a la difusión de este caso, mantiene un objetivo que se centra en una presión que ya ha obtenido los primeros resultados, pues ayer los magistrados de la Audiencia Provincial que tienen que pronunciarse respecto al incumplimiento de esta madre a la entrega de la niña a su padre, ya han paralizado el proceso, de forma que están amparado a una persona -por ser mujer y madre- que se atreve a desobedecer en público no sólo las órdenes ya acordadas e incumplidas, sino las que puedan llegar que sean distintas a sus intereses, los de impedir el contacto de una menor con su padre: «Tengo claro que me van a tener que matar para llevarse a mi hija».
Bajo la excusa de que hay una denuncia pendiente de resolver por violencia de género en los juzgados de Canarias contra el padre, la Audiencia se ha amparado para permitir que la madre cumpla el mismo propósito que María Salmerón. Han encontrado la excusa perfecta, los medios de presión han llevado a cabo su trabajo perfectamente, como en el caso de María Salmerón, de forma que condicionan a los tribunales para que al final de una forma u otra se apoyen en esas denuncias de violencia de género instrumentales, la mayor parte de casos, y permitan que una niña más se vea en el futuro privada del contacto con su padre.
Como me decepciona esta página en el tratamiento de esta noticia. Como sabéis escribí en mi blog un post sobre "abuso materno" que os gustó y enlazastéis. Soy muy crítica con el feminismo actual y así lo digo en mi blog. Pero esta descripción de un hombre adulto que es capaz de tener relaciones con una niña de 13 años que tiene acogida como "padre" en su casa es demencial. Lo siento, pero esto es una locura, es la guerra de sexos en estado puro, es la contestación a la locura de cierto feminismo desde el odio y el rencor, hasta el punto de tratar de defender desde el corporativismo masculinista o paternal lo INDEFENDIBLE. Todo corporativismo es malo, hay que buscar la verdad, independientemente de que nos venga bien o mal para nuestro "bando". Patético.
Los errores nos hacen crecer, pero que de una lectura de la cual se pueden extraer desde luego muchas conclusiones sin lugar a dudas, se den por hecho esas afirmaciones, más que patético, es triste.
Aquí no somos detectives ni jueces para buscar o siquiera intentar, la verdad, y difícil tarea para quienes vivan de ello si al menos pretenden hacer su trabajo bien, pues en juego se encuentra el futuro de una menor. Es lamentable ver que quien parece provenir de una familia desestructurada, criada bajo la ausencia de un padre, y víctima del abuso materno, pretenda dejar huérfana de padre vivo a su hija ahora.
Los menores no tienen bando, pero si tienen un padre, y una madre de la cual es más frecuente que conozcan su verdadera identidad. Si defender que los menores tienen derecho a no ser apartados de su verdadero padre sin causa justificada es corporativismo, con gusto esta entrada hace alarde esa faceta.
No es costumbre responder a comentarios considerados como radicales, y a lo mejor es una equivocación, pero en él parece que existe una buena intención.
2 comentarios:
Como me decepciona esta página en el tratamiento de esta noticia. Como sabéis escribí en mi blog un post sobre "abuso materno" que os gustó y enlazastéis. Soy muy crítica con el feminismo actual y así lo digo en mi blog. Pero esta descripción de un hombre adulto que es capaz de tener relaciones con una niña de 13 años que tiene acogida como "padre" en su casa es demencial. Lo siento, pero esto es una locura, es la guerra de sexos en estado puro, es la contestación a la locura de cierto feminismo desde el odio y el rencor, hasta el punto de tratar de defender desde el corporativismo masculinista o paternal lo INDEFENDIBLE. Todo corporativismo es malo, hay que buscar la verdad, independientemente de que nos venga bien o mal para nuestro "bando". Patético.
Los errores nos hacen crecer, pero que de una lectura de la cual se pueden extraer desde luego muchas conclusiones sin lugar a dudas, se den por hecho esas afirmaciones, más que patético, es triste.
Aquí no somos detectives ni jueces para buscar o siquiera intentar, la verdad, y difícil tarea para quienes vivan de ello si al menos pretenden hacer su trabajo bien, pues en juego se encuentra el futuro de una menor. Es lamentable ver que quien parece provenir de una familia desestructurada, criada bajo la ausencia de un padre, y víctima del abuso materno, pretenda dejar huérfana de padre vivo a su hija ahora.
Los menores no tienen bando, pero si tienen un padre, y una madre de la cual es más frecuente que conozcan su verdadera identidad. Si defender que los menores tienen derecho a no ser apartados de su verdadero padre sin causa justificada es corporativismo, con gusto esta entrada hace alarde esa faceta.
No es costumbre responder a comentarios considerados como radicales, y a lo mejor es una equivocación, pero en él parece que existe una buena intención.
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