CUSTODIA PATERNA: Juguetes desde el egoísmo de género feminista que sólo incide en lo que afecta a su interés

domingo, 12 de enero de 2020

Juguetes desde el egoísmo de género feminista que sólo incide en lo que afecta a su interés

Domingo, 12 de Enero, 2020

Fecha de publicación: 29-12-2019

Si atendemos a la vida real suelen ser las madres quienes han condicionado de sus hijos acorde con

las pautas que lanza la ideología de género. Regalar una cocinita, un carro de la compra, o una muñeca a un varón pequeño pequeño, es típico, en aras de ser ir con la moda actual .

Pero es curioso, como son estas mimas madres quienes posteriormente no hacen alarde sus intenciones y cuando se separan pretenden mantener ellas de forma exclusiva el cuidado de los hijos y convertir al padre en un visitante o persona en la vida de los hijos que únicamente contrae la obligación de pagar esa pensión de alimentos o la vivienda familiar que ocupa la madre custodia con los hijos. Es lo que se llama o se ha llamado machismo, porque hoy día es un valor asumido desde el feminismo mantenerse en contra de la custodia compartida, en vez intentar que las mujeres fomenten el uso del régimen compartido que tantos beneficios reportaría sobre sus propios hijos, y sobre ellas mismas.

Quienes dirigen la política, quienes gestionan el dinero de los impuestos que sirve para lanzar campañas que influyan en el hacer cotidiano, son quienes tratan de manipular la conciencia individual y enfocar el lado de las cosas hacía un sentido concreto. De esta campaña de Navidad pasada, desde el IAM (Instituto Andaluz de la Mujer), utilizó el dinero de los contribuyentes para lanzar la Campaña del Juguete No Sexista, No Violento. La delegada territorial de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Almería, María del Carmen Castillo, y la asesora de programa del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Almería, María José Navarro, presentaron la campaña (13 de Diciembre) en el Centro de Educación Infantil y Primaria (cCEIP) Santa Isabel, bajo
el eslogan Olvídate de las etiquetas. Este fue su mensaje:

“No hay temáticas ni habilidades distintas entre niñas y niños, solo etiquetas sociales que limitan el crecimiento personal. Por lo tanto, hacemos un llamamiento para que no se elijan los juguetes y, en particular, en esta edición los videojuegos, en base a estos prejuicios”.

Pero después no se corresponde con sus políticas. Si hacen hincapié en los juegos como elementos que después condicionan el futuro laboral de los adultos desde la niñez, o marcan diferencias entre sexos, después a la hora de reclamar igualdad entre hombres y mujeres en los puestos de trabajo, son muy selectivas, puesto siguen exigiendo mismo número de puestos de trabajo en cargos directivos, o en determinados trabajos, donde a la fuerza persiste la violencia, pero la violencia traducida en muertes o accidentes laborales por el peligro propio de la actividad que se desarrolla: La verdadera brecha laboral de género que no divulga que son 482 hombres muertos frente a 24 mujeres.

Un compromiso con la igualdad en los anuncios de juguetes

Se adoctrina desde pequeños, y se adoctrina desde las escuelas, y no olvidemos que Andalucía ya no gobierna el PSOE, con lo que estas políticas deberían cambiar.

El artículo de Jorge Skibinsky

Revive el discurso tendencioso feminista de estas fechas en el que se consideran los juguetes como armas de discriminación sexista según se definan como masculinos o femeninos.
En realidad, es una creencia más ideológica que científica. Se afirma que regalar camiones o balones a los niños y muñecas o cocinas a las niñas fomenta la discriminación sexista que marcará el dominio machista sobre las mujeres en las generaciones venideras. Nada más lejos de la realidad. Los juguetes son elegidos por la identificación previa de los pequeños con ellos, lo cual parte de su propio mundo de imaginación e ilusión infantil por el objeto deseado y el disfrute que puede brindarle. Es lo más cercano a la felicidad que un niño experimentará con su regalo. El discurso feminista, aquí y en otros aspectos, cae en la contradicción de no poder definirse entre la igualdad de sexos y su necesaria diferenciación. En realidad mujeres y hombres no somos iguales ni pensamos de la misma manera, ya desde chiquitos.
Louann Brizendine, neurobióloga norteamericana, ya advertía con su propia experiencia de lo falaz de esta idea. En su libro, “El Cerebro Masculino”, cuenta una anécdota con su hijo varón a quien regaló una Barbie que terminó usando como espada tomándola por el torso como el mago y las piernas como la hoja.
Al final, reconoce, “hay que dejar que un niño sea un niño y creo que las madres, tienen que apreciar simplemente la masculinidad de sus hijos”.
Fuente:
El cerebro masculino. Programa REDES. TVE
http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-20101010-2130/898672/