En febrero las madres manejan altos niveles de ansiedad y estrés por cuenta de todas las responsabilidades que deben tener con la familia y muchas veces no tienen con qué responder como ellas quisieran, este y otros factores han contribuido a que en este mes en la Casa de Justicia de Montería se esté reportando un caso de maltrato infantil cada dos días, lo que volvió a prender las alarmas en la ciudad.
La revelación fue hecha por la Comisaria de Familia de Montería, Luz Piedad Arteaga, quien en sus más de 10 años de trabajo en esta materia ha aprendido, tras conversar con los involucrados en los casos, a detectar el problema. De ahí que su interés más que justificar a la mujer agresora es buscar la forma de reconstruir ese núcleo familiar donde muchas veces no hay un papá.
“El núcleo familiar está disfuncional en Montería, la mujer está saliendo mucho del hogar, las parejas se están separando y se van a buscar trabajo para otros lados; dejan los niños al cuidado de los papás y abuelos, esa es como la dinámica de la familia en Montería y eso ha llevado a toda esta problemática”, advirtió la abogada, quien en su caso más reciente debió ver a un menor maltratado con la hebilla de un cinturón.
Mamá sin plata, mamá pegona
En noviembre y diciembre la Comisaría de Familia no reportó mayores casos de maltrato infantil, pero la curva ascendente fue para las parejas violentas. “En diciembre se da la violencia por los aguinaldos, por el licor, pero en febrero hemos manejado muchos casos de maltrato infantil y nos hemos dado cuenta de que la mayoría son las madres con cuatro o cinco niños, separadas de su marido y con posibilidades económicas muy limitada. Hemos detectado el desespero económico”, aseguró Arteaga.
Sin embargo, se han dado casos excepcionales como uno de un menor de 8 años que maltrata a su mamá cuando no lo deja hacer lo que quiere. En este caso, el menor cuenta con el apoyo de la abuela y el papá falleció.
“Es un caso preocupante, en el que ya estamos interviniendo con atención psicológica”, aseguró Arteaga.
Mujeres, más infieles
Una vez más las mujeres son protagonistas de las altas cifras de maltrato, esta vez por la infidelidad. Desde el año pasado se comenzaron a reportar muchos casos de conflictos que se dan por abandono del hogar por parte de la mujer.
“La mujer es infiel, no acaban una relación para comenzar otra y de ahí surgen muchos conflictos de violencia intrafamiliar y conocemos casos de hombres que llegan a denunciar que la mujer abandonó el hogar y dejan a los hijos en medio del conflicto. Hay maltratos graves, hay un caso de un hombre que sostenía una relación con una mujer mucho más joven y esta se fue con otro y lo agredió dejando niños pequeños. Lo sometimos a él a un tratamiento sicológico fuerte por la agresión”, precisó Luz Piedad Arteaga.
Los conflictos se están dando sin distingo desde los estratos altos hasta los bajos, por lo que una vez más se evidencia la necesidad de fomentar estrategias para recuperar el diálogo en la familia como principal herramienta para solucionar los conflictos.
“Es preocupante que las parejas no están llevando su separación con dignidad, dejan a los niños en la mitad del conflicto, se pelean entre ellos y en forma de venganza se llevan al niño a la fuerza y lo ponen en contra de la mamá o del papá y el niño está manejando temas que son cosas de adultos, eso es totalmente grave”, puntualizó.
En frente de algunos de estos casos está la sicóloga monteriana Ana María Ramírez, quien en entrevista con este medio dio algunas recomendaciones a los padres de familia para poder superar este tipo de problemas.
“Esa cuento que a mí me pegaron y no estoy traumatizada es falso, ya la palmada y el chancletazo no se usa, a los hijos hay que hablarles, dialogarles porque ellos desde que están pequeños entienden. Eso es lo que ha hecho que los joven estén consumiendo alcohol, sosteniendo relaciones sexuales a temprana edad, porque no han recibido esa orientación especial del diálogo y el castigo”, aseguró Ramírez.
Cuando se habla de castigo no es justamente maltratar o encerrar con candado al niño, sino por ejemplo, en la primera infancia, niños de 4 a 8 años, quitarles cosas que a ellos les gustan y en los adolescentes suprimir las salidas. “Así van entendido, además hay que poner reglas y normas en el hogar. Si no se ponen, cuando los jóvenes salen a la calle van a ir en contra de las normas”, explicó.
Con respecto a las separaciones de las parejas es recomendable no inmiscuir al niño o al adolescente, y plantearles lo que está pasando para que puedan entenderlo y asumirlo.
“Decirles que ellos ya no se entienden, pero que a él lo aman, que no van estar juntos. Al niño obviamente le va a dar duro, pero lo va a ir asimilando. Eso es un duelo por el cual los niños pasan de la aceptación a que papá y mamá no están juntos”, puntualizó.
Es grave la situación
Si a toda la problemática social ya conocida en Montería, se le suma el hecho de que es una ciudad con todos los matices de la guerra y post guerra, veremos que en realidad la situación es muy complicada.
Cuidado con eso
Una separación mal llevada donde los niños estén en medio del conflicto puede causar a futuro problemas como niños retraídos, no sociables, que cuando tengan su pareja pueden repetir la misma historia.
Por IVONNE BULA MENDOZA
Montería
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