CUSTODIA PATERNA: Padres: “¿Por casa cómo andamos?”

lunes, 20 de agosto de 2012

Padres: “¿Por casa cómo andamos?”

Lunes, 20 de Agosto, 2012

Una nena de 7 años está grave al chocar con la moto que ella misma conducía. Sucedió en la ciudad entrerriana de Gualeguay. La niña sufrió lesiones de gravedad, tras chocar contra los vidrios de una ferretería la moto que ella manejaba.
Dejó a los nenes solos y murieron calcinados. En la periferia de la ciudad de San Juan, un hombre acostó a sus hijos, de 4 y 6 años, y se habría ido a una fiesta. Un cortocircuito producido en la estufa eléctrica de su habitación generó un incendio que consumió la vivienda.
Los padres de los niños estaban separados; algunos testimonios señalan que ambos alternaban el cuidado de sus hijos, y otros que de común acuerdo vivían con el padre ya que su madre había formado una nueva pareja.
El hombre, de 26 años, aparentemente los habría dejado solos para ir a bailar. La Justicia dispuso también la detención de la madre, de 29 años.
Los bomberos acudieron al lugar alertados por los vecinos, pero cuando llegaron el fuego había consumido casi toda la habitación.
Una mujer dejaba a sus hijos atados para poder salir de noche. Los pequeños tienen 2 y 4 años; su madre los ataba con ropa y los dejaba solos en su casa toda la noche.
En la ciudad de Rosario, la Policía entró en una casa por un patio interior luego de que algunos vecinos llamaran para avisar que los nenes no paraban de llorar y que nadie contestaba.
El nene de 4 años estaba atado a una silla con una bufanda en la cocina, mientras que la chiquita de sólo 2 lo estaba con un sweater a su cuna.
La madre de los nenes volvió a su casa a las 2.30 de la madrugada. Allí la esperaban los policías que la detuvieron y fue imputada por "abandono de personas".
La mujer tiene otra hija de 7 años que vive con su abuela paterna, producto de un matrimonio anterior.
Detienen a un nene de 11 años manejando un auto y su padre se enojó cuando se enteró que deberá pagar una multa. El nene transitaba solo conduciendo por una ruta de Misiones. Efectivos de tránsito lo descubrieron e hicieron detener el vehículo.
Alejandro, de 11 años, reside a unos diez kilómetros del lugar donde fue detenido; comentó que habitualmente su papá le permitía conducir su vehículo para hacer mandados y llevar a su mamá a hacer las compras.
Según consigna el sitio MisionesCuatro.com, cuando el padre del menor llegó al lugar se molestó porque debía pagar una multa. Además, el progenitor y propietario del vehículo sufrirá la quita de puntos en su carné de conducir.
Tenía 14 años, conducía el auto que le habría regalado su padre y murió en un accidente. Un adolescente de 14 años murió a unos 10 km de la ciudad de Neuquén, tras chocar contra la parte trasera de un camión, cuando manejaba de madrugada un automóvil, informó la policía a la agencia DyN.
El chico, a pesar de no tener licencia de conductor por su edad, iba al volante acompañado por dos amigos de 18 y 19 años.
La policía detectó una marca de frenada del automóvil de unos 45 metros, lo que indicaría que circulaba a gran velocidad, en una zona donde hay carteles que indican que la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora.
"Por lo que sabemos, el chico no les robó el auto a los padres sino que el padre se lo había regalado", relató el titular de la dirección de Tránsito de la Policía local, Gustavo Prieto. El jefe policial aseguró que el adolescente guardaba el auto "en la casa de la madre, dado que los padres estarían separados" y agregó que "aparentemente al momento del choque la madre no se había dado cuenta de que el chico había salido con el auto".
El 50 por ciento de los chicos argentinos no termina el secundario y sólo el 43 por ciento lo hace en el tiempo establecido. Datos de un informe de la asociación civil Proyecto Educar 2050, realizado en todo el país. A su vez, los resultados de las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE), mostraron que el 52 por ciento de los alumnos de nivel medio no entiende lo que lee.
Los padres tienen en parte responsabilidad. Ellos no pueden apoyar el camino de la exclusión, y mucho menos, descargar todo la culpa de esta realidad en el Estado. La oferta escolar existe, más allá de que sea difícil en muchas familias con dificultades económicas que piden a sus hijos que trabajen desde chicos.
¿Cómo nos ubicamos con respecto al resto de América? El estudio de la ONG mencionada, muestra que el país se ubica 58 sobre un total de 65 países en materia educativa, y es el séptimo en la región, detrás de Brasil, Colombia, Trinidad y Tobago, México y Chile, cuando nuestra Nación siempre se caracterizó por ir a la vanguardia en educación. (de la columna de Agustina Quiroga, publicada el martes 7 de agosto).
La idea del reporte –todas noticias de las últimas dos semanas- no es amargarles el día. Pero sí es un llamado de alerta. A ver si todavía creemos que el descuido de esta generación de padres para con sus hijos es sólo una “sensación” como la inseguridad o la inflación.
Sin ir a casos tan extremos, día a día, en pequeñas cosas (que en la cabecita de los menores pueden ser gigantes) tal vez generamos situaciones de descuido o maltrato hacia quienes más decimos amar.
Ojo. De esto no tiene la culpa Cristina, ni Moyano (digo, por mencionar dos de los tantos que con cierta razón se ganan nuestros pensamientos diarios). En esto, papis, la culpa es nuestra. Un psicólogo me corregiría: “Responsabilidad, Andrea, en lugar de culpa”.
No, llamemos a las cosas por su nombre: en esto tenemos culpa (A lo mejor, tanto toque de modernidad a los términos nos lavó el cerebro). La salud física, mental y espiritual de nuestros hijos –y por supuesto su educación- está primero bajo nuestra custodia; después viene el Estado, “la sociedad” y todo lo demás. Ocurre que últimamente nos hemos acostumbrado a que cuando nos conviene “es culpa del Estado que no nos asiste; ¡para qué los elegimos!”; “¡La sociedad está cada vez peor!”. Y nosotros qué…
Grabemos en nuestras retinas las noticias de esta página, pero no para decir “¡Qué h…. de p… estos padres!”, sino para preguntarnos “¿Por casa cómo andamos?”. Porque aunque no salgamos en los diarios, nuestras conductas son para nuestros hijos las noticias más trascendentes de sus vidas.