En comparación con los padres
Martes, 13 de Agosto, 2013
Una mujer embarazada trabaja en una oficina.
Las mujeres siguen sintiéndose juzgadas y responsables de la familia
Aunque las madres y padres que trabajan tienen casi las mismas
probabilidades de pensar en los asuntos familiares a lo largo del día,
este tipo de actividad mental está asociada con un aumento del estrés y
las emociones negativas sólo en el caso de las madres, según concluye un
nuevo estudio que se presentará en la 108ª reunión anual de la Asociación Americana de Sociología, que se celebra desde este sábado en Nueva York (Estados Unidos).
"Supongo que porque las madres tienen la responsabilidad principal
del cuidado de los niños y la vida familiar, cuando piensan en los
asuntos de familia, tienden a pensar en los aspectos menos agradables,
como el tener que ir a recoger al niño de la guardería o tener que
programar una cita con el médico para un niño enfermo, por lo que son más propensas a estar preocupadas",
ha explicado la autora del estudio, Shira Offer, profesora asistente en
el Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de
Bar-Ilan en Israel.
Mucho se ha escrito acerca de la división desigual del trabajo
doméstico y el cuidado de los niños, pero la inmensa mayoría de los
estudios en este campo examinan comportamientos específicos, según la
investigadora. "Estos estudios se centran en el aspecto físico de las
tareas y las demandas, que pueden ser medidos y cuantificados con
relativa facilidad. Sin embargo, gran parte del trabajo que hacemos,
tanto remunerado como no remunerado, tiene lugar en nuestra mente", destaca esta experta.
El estudio se basa en datos de '500 family study', una investigación
multimétodo sobre las experiencias de familias trabajadoras de clase
media con información completa de familias que viven en ocho comunidades
urbanas y suburbanas en Estados Unidos. La mayoría de los padres tienen
educación alta, ocupaciones profesionales y trabajan, en promedio, más
horas y aportan unas ganancias más altas que las familias de clase media
en otras muestras representativas a nivel nacional.
Según sus datos, pensar en las cuestiones familiares afecta
negativamente en el bienestar de las madres, pero no de los padres, tal y
como explica la directora del estudio, quien cree que las expectativas
sociales empujan a las madres a asumir el papel de administradoras del
hogar, lo que les lleva a abordar de manera desproporcionada los
aspectos menos agradables de cuidado de la familia.
"Creo que lo que hace de este tipo de trabajo intelectual una
experiencia negativa y estresante para las madres en general sólo es que
ellas son las juzgadas y consideradas responsables de las cuestiones relacionadas con la familia", ha resumido.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/08/09/noticias/1376072168.html
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