CUSTODIA PATERNA: «Mis hijos son felices porque tienen a sus padres siempre que quieren»

lunes, 18 de noviembre de 2013

«Mis hijos son felices porque tienen a sus padres siempre que quieren»

Lunes, 18 de Noviembre, 2013

27/09/2004

Pablo (en imagen) y Nahuel no sufren los efectos de la separación de sus padres. MIGUEL MUÑIZ
Prueba de la «magnífica» relación que mantiene con su ex-marido es que todavía conserva su apellido de casada. Quizás porque él es británico y en ese país está extendida la custodia compartida, ella es defensora a ultranza de la fórmula en la que, pese al «trauma» por la ruptura del que fue su cónyuge durante más de cuatro años, reside la felicidad de sus dos niños, Nahuel y Pablo (de 15 y 10 años, respectivamente). En el convenio regulador que fijó los términos de su separación de mutuo acuerdo no se hallan fechas explícitas de un régimen de visitas «cruel» para los pequeños, sino sólo la voluntad bilateral de «primar el deseo de los hijos en todo momento».
Ha sido duramente criticada en su entorno por lo «poco habitual» de su maternidad, pero la opinión de Viviana Senn al respecto es meridiana: «Dicen que la sociedad progresa y es absolutamente falso. Así, una mujer incumple el régimen de visitas durante dos meses y no deja ver a su ex-pareja a los niños y sólo recibe una falta administrativa y ninguna crítica. En cambio, si un hombre no pasa la pensión esos mismos dos meses, entonces está penado por ley». Y continúa: «Mis hijos son felices viendo a su padre y a su madre cada vez que quieren, pero la gente ve eso comoqueeres «rara» o una «mala madre»». «Está mucho mejor que las mujeres chantajeen con que si no les pasan la pensión, no verán a sus hijos», argumenta irónicamente Viviana.
Ante la distancia que separa a las dos partes (él en Marbella, ella en Lugo), Nahuel y Pablo pasan un año con ella y otro con él. Cuando se le pregunta por lo difícil de vivir entre dos mundos para sus pequeños, Viviana corrige con un «tienen una vida compartida, no dos mundos diferentes».
Viviana considera que el texto aprobado en España es deficiente. Primero porque no contempla la custodia compartida. «Para implantarla no hace falta sólo que te lleves bien con tu ex-pareja, sino que no cuestiones el tratamiento que el padre hace de los hijos. Hoy la mujer utiliza a los hijos y los pone en contra del padre». Segundo: porque la guardia y custodia recae del lado de la mujer y el hombre tiene que salir de su casa y perder a su familia. «El dolor entonces es horroroso y ahí comienzan los rencores». Tercero: porque se reduce al niño a ser un «cheque en blanco».