Viernes, 4 de Septiembre, 2015
Javier Urra ha participado en El Escorial en una ponencia sobre la situación de los menores que están expuestos a la violencia contra sus madres.
El título incide sobre los comentarios de cuando que algunas veces se producen de un posible motivo por el cual un hombre pueda acabar asesinando a su propia mujer. Ello existe, por descontado, pero pudiera ser fruto de las situaciones de grave injusticia que muchas veces se comenten contra otros hombres, pues haciendo uso de las ventajas de que dispone la mujer en los procesos judiciales contra el hombre se genera un clima en el cual de forma constante se encuentran presentes las amenazas y los chantajes al varón. Ella conoce perfectamente que "a las malas", no solo es que disponga de la posibilidad de quedarse con la custodia de los hijos y alejar al padre de sus vidas, sino que además resulta que sabe bien que podrá arruinar la vida de su marido si ella así lo desea. La difusión y propaganda de que las denuncias falsas no existen, y por otro lado el linchamiento inmediato que se produce cuando alguien saca a la luz que por contra existe un gran número de denuncias falsas, produce un efecto de amparo en la mujer que actúa bajo esa situación global de encubrimiento que la industria de género consigue se se obtenga frente a estas denuncias falsas. Trasmiten el mensaje a la mujer de "denuncia lo que quieras que no te pasará nada". Se produce entonces un clima en el cual el varón traga y traga, por el bien de sus hijos, y se sumerge en una situación de de impotencia total, que además cuando las amenazas se convierten en realidad lo más triste es que la situación para el hombre convierte en realidad las profecías de la mujer cuando argumentaba que o entraba "por el aro" o se enteraría. Pero no son estos hombres quienes acaban con la vida de las mujeres. :La gran mayoría de estos hombres terminan suicidándose, un hecho que se encuentra más que escondido por el Estado, pues de sobra conocen los motivos de la alta tase de suicidios de varones en los procesos de divorcio y separación, aunque se nieguen a recoger en sus estadísticas la cifra, y en ahondar en las verdaderas causas que han llevado al varón a tal desesperación.
Por contra, como el título de nuestra entrada refleja, .la diferencia de cuando es la mujer quien acaba con la vida del marido o los hijos, se produce en que a ella se la justifica de antemano, ella ya sabe que la consideración mediática hacía una madre que envenena, mata a hachazos o a martillazos a su marido será la de considerar que tal brutal hecho es debido a la situación por la cual debía estar atravesando esa mujer. Igual sucede con los hijos, cuando la madre acaba con su vida siempre aparece la compasión de no solo de los medios, sino de la sociedad en sí, pues ese "amor de madre", ese "como una madre no hay nada", se mantiene presente aún hoy día que las madres abortan en la gran mayoría de casos por capricho u otros motivos de interés personal hacía ella.
Fuente:
"Cuando ante el asesinato de una mujer alguien dice 'algo habrá hecho', lo dice porque lo piensa", por Javier Urra
http://www.europapress.es/epsocial/tribunas/cuando-asesinato-mujer-alguien-dice-algo-habra-hecho-dice-porque-piensa-javier-urra-20150903103333.html
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