El artículo es uno más de esta señora, una mujer que representa el poder del feminismo radical, y que ha dedicado la mayor parte de su vida a odiar al hombre, Ana María Pérez del Campo.
Abandonada por su marido, mata sus penas intentando que el resto de mujeres consideren a todos los varones como sus enemigos. Para ella los hombres son desechos, no puedo mirar al sexo masculino con normalidad, tras de sí, cuando mantiene una conversación con alguno, anida el resentimiento y rencor de una experiencia personal.
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Ana María Pérez del Campo, es la señora de avanzada edad, que aparece en el centro de la imagen con el brazo derecho en alto.
Entre sus quehaceres, se encuentran los de gestionar gran parte de los miles de millones de euros que provienen desde Europa, bajo el paraguas de la igualdad, una igualdad que para estas feministas consiste simplemente en la adquisición de ventajas a través de pisotear los derechos de los varones. Con esta ingente cantidad de dinero destinada a las asociaciones feministas (al igual que a los partidos políticos), dedican sus esfuerzos a impedir el avance de la custodia compartida, a impedir que miles de niños puedan seguir disponiendo y disfrutando de las atenciones y cuidados, tanto por parte de su figura materna como de su figura paterna.Por supuesto, también en contra del reconocimiento del síndrome de alienación parental, que no es que más una forma de recoger y llamar técnicamente a la manipulación sobre los hijos por parte de alguno de sus progenitores. Y es que gracias al poder de dicha manipulación, los menores condicionan su pensamiento al deseo del manipulador o manipuladora, que en la mayor parte de casos hasta los días presentes es la madre. Es probable, que no por otro motivo que el mayor tiempo de que dispone ésta para acondicionar la mente de los hijos a sus deseos, que tras el divorcio o ruptura, tienen que ver con el enfrentamiento de los hijos contra el padre, pues por mucho que se empeñe en criticar a los varones, éstos anteponen sus derechos a sus obligaciones parentales, y para un varón ser apartados de sus hijos puede representar el mayor de los males que puedan acontecer en su vida.
Mucha crítica y cita durante el artículo al sistema patriarcal, pero tras la férrea oposición a la custodia compartida, demuestra Ana María Pérez del Campo, que con tal de causar daño sobre el sexo masculino y la figura paterna, no duda en dedicar parte de los miles de millones de euros a impedir el avance de la custodia compartida dejando a los menores de forma exclusiva al cuidado de la madre y obligando a la madre a seguir mantenida por el marido a cambio de limpiar el culo de los hijos.
Hay además que examinar el origen que dio lugar a una propuesta tan arriesgada para la infancia como la atribución en alternancia de la custodia de los hijos e hijas
Fuente:
Custodia Compartida
http://www.separadasydivorciadas.org/wordpress/custodia-compartida/
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