La semana pasada se aprobó la ley de custodia compartida en la Comunitat Valenciana, con los votos a favor del Partido Popular y del grupo parlamentario Compromís. La Comunitat se une así a Navarra, Aragón y Cataluña. En el resto de España las diferentes comunidades se rigen por la reforma de la ley del divorcio del 2005, en la que ambos padres deben estar de acuerdo para obtener la custodia compartida.
La custodia compartida es básicamente un derecho que tienen hijos y progenitores a seguir teniendo una relación paterno y materno filial igualitaria y justa, sobre la que seguir desarrollando la afectividad y el cariño. Teniendo en cuenta que cada cuatro minutos se rompe una pareja en España, y que la mayoría de esas parejas tienen hijos, se antoja necesario la aprobación de una ley como esta que haga que se compartan los derechos y los deberes respecto a los hijos.
No parece haberlo entendido así un matrimonio chino que anda a la gresca en los juzgados porque ninguno de los dos quiere la guardia y custodia de su único hijo. El padre esgrime que ve imposible dedicarse a su hijo debido al trabajo. La madre dice que no se ve capacitada para criar un hijo, que le supera. El juez ha decretado que aquel que pueda pagar más dinero al otro podrá eludir la custodia. Lamentable. Literalmente, ese hijo es vendido al otro progenitor por dinero.
Existen un sinfín de estudios que demuestran que los traumas infantiles tienen un efecto incisivo y directo sobre la personalidad y el comportamiento de ese niño en la adultez. Sin duda, el niño chino del que hablamos sufrirá problemas emocionales en el futuro por la falta de amor, cariño y dedicación que sin duda percibirá en sus negligentes padres.
Existen unos modelos operativos o guiones, llamados Esquemas Tempranos, que se desarrollan en el niño desde que nace hasta los 5 años aproximadamente, y en los que la influencia máxima estriba en la vinculación afectiva con sus progenitores. El apego es un sentimiento básico siempre, pero es en los primeros años de la vida cuando deja su más marcada huella. H
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