María, un fado de Vallecas

 Conocida en las comisarías

Domingo, 10 de Noviembre, 2013
- José Antonio Santos Barragán, Inocente encarcelado por denuncias falsas de Violencia de Género(youtube)
- Suspension,,de matricula ,sancion, a Psicologa, por avalar, falsa denuncia de violencia familar

Llamada en su barrio María 'la Portuguesa', esta mujer ha puesto ya cerca de 90 denuncias contra todo el que se cruza en su camino. 11 personas se han juntado para 'contraatacar'.

No se oye este fado por las tabernas desde Ayamonte hasta Faro, sino desde Vallecas hasta los juzgados de Plaza de Castilla, donde María la Portuguesa es invitada habitual. Quizá sea la mujer que más denuncias ha puesto en Madrid en los últimos tiempos. Ya debe de llevar cerca de 90. Otra cosa es que sean verdaderas o no.
Olga María de verdad es portuguesa y en Vallecas la llaman como a la canción de Carlos Cano. Esta mujer ha denunciado al menos 57 veces en la comisaría de Puente de Vallecas, más al menos otras siete en el Barrio de Salamanca y muchas más por otros lares. Pero este recuento no es más que somero, y no seguiría oculto sin la denuncia que un hombre le puso en abril.
Dijo aquél que María la Portuguesa se ganaba la vida, prácticamente (o al menos lo tenía como afición principal) poniendo denuncias. Porque sí. De todo tipo.
Al dueño de un bar, por intoxicarla; a un señor que no conocía más que de un par de veces, siete denuncias por malos tratos (que implicaron las correspondientes detenciones, juicio...); a una mujer, agresiones varias; a otra, por malos tratos psicológicos; también ha ido contra unos policías...
Y así María se convirtió en la agonía que tiene el sur, de Madrid en este caso, por seguir con la canción. El asunto llegó a la comisaría de Chamartín, donde se pusieron a comprobar si de verdad María la Portuguesa podría estar poniendo denuncias falsas, según informaron fuentes judiciales.
Ya sonaba raro, de primeras, que una persona pusiera tantas. También, que en esas denuncias casi siempre denunciara agresiones con la idéntica particularidad de que incluían «tirones de pelo» y «arañazos». Luego, una amiga suya declaró que Olga María se autolesionaba, y que más tarde conseguía partes médicos y se iba a poner denuncias a las comisarías para sacar dinero.
Y así, al final fue arrestada este verano por un delito continuado de denuncia falsa, pero ella se revolvió y acabó denunciando a las mujeres policía que la arrestaron, y así regresamos a Plaza de Castilla, donde hay pendiente un juicio de faltas de María la Portuguesa contra las agentes, aunque también, según fuentes de los juzgados, hay otro recién celebrado por una presunta agresión sexual, y los que quedan por venir.

La Policía la arrestó el pasado verano por delito continuado de denuncia falsa

El fado vallecano de María se escucha por las salas de los juzgados, pero también se oye en las tascas, las comisarías y las casas de Vallecas, donde más la conocen, y en las muchas vidas en las que María la Portuguesa ha irrumpido.
Su presencia ha sido como un vinho amargo para los que se han cruzado en su camino, voluntariamente o no.
En un bar de la avenida Pablo Neruda, donde ella solía parar siempre, cuentan algunas trabajadoras que se han juntado hasta 11 personas para denunciarla y, con sus mismas armas, ponerle un pleito.
En la taberna que hay cerca de este bar, le tienen prohibida la entrada desde hace meses, y aseguran que «por suerte» no ha vuelto a aparecer por allí.
Tuvo problemas, según cuentan, con la dueña de un comercio cercano. En otro bar al que acude mucho, siempre cerca de esta zona de Pablo Neruda, recuerdan que la mujer va siempre y se pone a contar las supuestas agresiones y acosos que ha sufrido. En un quiosco cercano, frecuentado por ella, la tildan de «mujer totalmente normal», aunque recuerdan que de vez en cuando comenta sus muchos problemas con vecinos, taberneros y parejas.
Es María un fado, que literalmente significa «perdición», para todos los que se cruzan en su camino. Muchos coinciden en que no puede ser cierto que le pasen tantas cosas a la misma mujer. Otros, en cambio, la creen una desgraciada que no ha tenido suerte en las relaciones humanas. Su canción seguirá sonando mucho tiempo por los rincones sureños.

http://www.elmundo.es/madrid/2013/11/08/527d53d80ab74089768b456a.html