Publicado en FACEBOOK por Jesús Barroso Domínguez
El testimonio de un hombre que refleja una triste realidad por la cual pasan muchos padres tras el proceso de la separación. Cuando llega el momento de separarte piensa que has de asumir el dejar la convivencia con la persona que supuestamente más relevante ha sido en tu vida, pero aquello que no imaginas ni por asomo es que esta separación viente ligada a la separación de tus hijos. Y a los niños de ti, pues el sufrimiento que causa a los menores las despedidas del domingo por la tarde del papá son indescriptibles las sensaciones que produce en una hombre ver que tus hijos te reclaman y no puedes hacer más que en útlima instancia arrancarte sus brazos de tu cuello para entregárselos a su madre y no volver a verlos hasta dentro de 15 días.Es curioso cómo todo el mundo me dice que tengo que pensar MENOS en mis hijos, que tengo que empezar a pensar más en mí. Es gente que me quiere y lógicamente me lo dicen convencidos de que es lo mejor. Nunca digo nada y asiento con la cabeza pero hoy lo lanzo al viento que seguro que alguno de vosotros lo entenderéis.
Desde antes de que mis hijos nacieran sentía la responsabilidad, la necesidad máxima de ser padre y demostrar que a un hijo se le puede educar bien y sin falta de cariño, que a un hijo se le debe hacer sentir que tus papás están ahí para siempre, quizás debido a que a mi me faltó primero mi mami… y después por esto, mi papi.
El caso es que mi instinto paterno nació con fuerza cuando todavía adolescente debía estar pensando en todo menos en eso… o incluso en nada. Esperé a enamorarme perdidamente de una mujer y formar “familia” tras unos años de convivencia, como siempre he dicho, fundamentales para estar seguro. Implicado al máximo hasta casi la obsesión , como yo mismo decía exactamente “un papá como una mamá de las de antes” con mis instintos paternos a rebosar dedicado en cuerpo y alma a mi familia. Todo lo demás era secundario. Debido a esto quizás la pareja como tal se fue distanciando tras los dos nacimientos. Parecía que la pareja habiendo niños pasaba a segundo plano. Todo funciona en mi cabeza en torno a mis pequeños.
Me doy cuenta que se acaba, que mi pareja no piensa en paralelo y además tiene otro que le corteja con el que baila… No digo nada y sigo con los que me necesitan, mis niños. Hasta tal punto los que me importaban eran mis hijos que estuve durante meses cuidando de ellos solo, desde que llegaba de trabajar poco después de que salieran del cole, mientras ella estaba con su nueva adquisición, un hombre además CASADO y con niños. Llegaba después de media noche cuando mis pequeños estaban dormiditos y la casa hecha. La tercera vez que me dice que me vaya de casa “…para ver si nos echamos de menos…” me convenció de que teníamos que separarnos, ya era inevitable.
- OK pero lo único que quiero es la CUSTODIA COMPARTIDA, que se quedara con todo lo demás. Lo material va y viene… para ti, mis hijos me necesitan. Vete tú que estás con otro
- La custodia es lo único in negociable
Yo no lo entendía, me parecía increíble!! Mi abogada me lo explicaría después
- Ah, que no te vas… Media vuelta y se marcha de la cocina con media sonrisa. A los pocos días y a las 8 de la tarde me entrega un municipal una carta para ir a declarar en el juzgado al día siguiente por la mañana, 10 am. Me había puesto una denuncia por “amenazas” En menos de quince días la guardia civil me expulsa de mi casa con medidas provisionales prácticamente con lo puesto. Posteriormente se juzga por lo penal de Violencia de Género como no podía ser de otra manera archivándose, pero ya había conseguido lo que quería.
Durante meses estuve en una habitación en Madrid, lejos de ayuda y viendo a mis niños 4 míseros días al mes. Mi cabeza solo pensaba en que me necesitaban cada día, cada minuto… y solo… En mi trabajo no rendía, no podía pensar en otra cosa que no fuera en mis pequeños y solo hablaba de ellos llorando. Sin lágrimas pues ya no te quedan.
Una y otra vez la gente me recordaba que era un error que tenía que pensar en mi y en rehacer mi estancia. Sin siquiera poder comer, sin dinero por pagar deudas del matrimonio, manutención de casi la mitad de mi sueldo, sin lo básico en lo que no caes que es necesario porque siempre lo tuviste. Un simple cubo de basura y sus bolsas era un lujo que no pude permitirme durante meses. En el trabajo me levantaba al baño y cuando volvía había un sándwich encima de mi mesa. A día de hoy tras un año siguen ayudándome a comer mi familia amigos y compañeros de trabajo!
Solo pensaba en volver a verlos, a sacarle la mejor de mis sonrisas y jugar durante horas en aquella cama los tres, único espacio en el que nos movíamos, inventándonos cuentos propios con su participación e imaginación. Convertíamos esa habitación gris en un cuento de hadas con dragones buenos y animalillos que proteger y cuidar. Maravillosos y gratuitos momentos cortos, cortísimos de 2 fines de semana al mes.
Un papá como yo con todas las letras PAPÁ, que su vida son sus pequeños, aguantó todos esos meses ÚNICAMENTE porque pensaba en sus pequeños, en que estaban ahí y me necesitaban. Necesitaban de mí, mi protección, mis límites, mis valores, mi educación, mi templanza, mi paciencia… no permitía des empaparme de la grandísima responsabilidad de ser PAPÁ y mucho menos quitarme de en medio, desaparecer, huir del dolor.
Así es que cuando veas a un PAPÁ impedido de sus hijos hablar constantemente de ellos, piensa que es EL PORQUÉ todavía sigue VIVO y luchando, sin duda.
Desde el cariño, PENSAR EN MIS HIJOS ES LO ÚNICO QUE ME HA MANTENIDO CUERDO… Y VIVO
Besos
El autor del escrito comienza contando un hecho que sucede en muchas ocasiones y por tus seres más queridos. Por mucho que te quieran, por mucho que se preocupen de ti, por mucho que piensen que entienden todo lo que estás sufriendo hay que vivir ciertas experiencias para saber de que se habla. Cuando a un padre aconsejan que de alguna manera deje de pensar en sus hijos y piense un poco más en él mismo es cuando este hombre empieza a tener conciencia de que no es comprendido por aquellos que tanto le quieres. Es muy típico que cuando un padre separado acude a una reunión en la cual se encuntran otros padres con experiencia y que han pasado anteriormente por su misma situación se sienta totalmente comprendido, y de alguna manera experimento un profundo alivio.
Todo lo que te rodea se mete dentro de un pañuelo en donde aparecen en primer lugar tus hijos, y no como un juguete, sino como una obligación la cual no te permiten ejercer. Muchos hombres sufren este daño psicológico día a dia y totalmente incomprendidos por su entorno más afectivo. El machismo que impera en pensar que una madre no podría soportar el mantenerse alejada de sus hijos pero un padre sí es patente en el día a día a través de comentarios sin mala intención pero que hieren en lo más profundo del alma, cuando tus seres queridos no se dan cuenta que tu vida carece de sentido si la principal obligación que tienes como persona no puedes ejercerla, pues sus consecuencias son imprevisibles en los menores.
En "Más información", por debajo del enlace de procedencia de la entrada tienes varios enlaces que hacen referencia a la importancia de la figura pateran en el desarrollo de los hijos.
Fuente:
Facebook: Jesús Barroso Domínguez
https://www.facebook.com/JesusBaDo/posts/10202287783429976?fref=nf
Enlaces:
- El apego del padre en los primeros meses determina la conducta del hijo a futuro
- Psicología: La figura paterna en la educación (audio)
- «Los padres no cuidan peor de los hijos, es que las madres quieren que lo hagan como ellas»
- Los nuevos padres: ni madres, ni ausentes
- Las familias monoparentales masculinas, una realidad emergente
- IMPORTANCIA DEL PADRE EN LA FORMACIÓN DE LOS NIÑOS (Youtube)
Dentro de este enlace tienes acceso a muchos enlaces relacionados con la figura paterna:
- El impacto de ser un padre ausente
No hay comentarios:
Publicar un comentario