Jueves, 24 de Septiembre, 2015
VENEZUELA
La autora del artículo, Doris Gicherman, dispone de una Unidad Psicopedagógica Integral al servicio de la salud de los menores.
En este artículo la especialista analiza la dificultad que puede representar en la vida de cualquier menor crecer sin una de sus figuras principales de apego, el papá o la mamá. Ninguna son sustituibles en el vacío que representan en su interior.
Es más que conocido que es la figura paterna la que se aparte de la vida del menor con más frecuencia, Si quitamos los casos naturales, y nos centramos en lo cotidiano, es muy común que los parejas cuyos padres se separan se encuentren con menores a su vez separados de sus figuras paternas. El daño que se produce en el menor cuando se le habla mal del padre (o de la madre) es brutal, pues muchas veces se justifica su distanciamiento que aún en caso de ser ciertos, nada pueden beneficiar al menor. Existen casos en donde la madre abandonó a la familia, y es el padre quien tira del carro, pero también hay muchos casos en donde es el padre. lo triste es ver que la propia justicia aleja de los menores a su padre, y no vigila como por el progenitor cuidador se presenta y trata a esa figura alejada de sus vidas. La manipulación que puede producir el progenitor custodio sobre los menores es un mal que pesará sobre la vida del menor eternamente, pues todo ser tiende a sentirse querido por quienes un día decidieron que viniese al mundo.
Fuente:
http://www.eluniversal.com/opinion/150912/vivir-sin-papa
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