Los grupos no se ponen de acuerdo sobre cómo registrar a los recién nacidos en caso de desacuerdo entre los padres
04.04.11 - ALFONSO TORICES
MADRID
Cuando el Gobierno remitió el verano pasado al Congreso la reforma legal que otorgaba por primera vez iguales derechos a padre y madre para determinar el orden de los apellidos de su hijo recién nacido y establecía como solución para los desacuerdos el orden alfabético, se desató uno de los más encendidos debates políticos y sociales. Políticos, expertos y ciudadanos tomaron postura a favor o en contra, con matices o sin ellos, y el ministro de Justicia, ante el tamaño de la polémica, anunció que el Ejecutivo no se oponía a cambiar la fórmula del orden alfabético si durante el debate parlamentario era posible hallar una solución mejor que generase consenso entre los grupos.
El resultado de varios meses de contactos entre las fuerzas políticas es que la reforma legal ha llegado a su fase de enmiendas sin acuerdo alguno para solucionar las desavenencias y con la presentación por parte de los grupos de hasta cuatro fórmulas alternativas a la del Gobierno. Lo único que sí parece claro es que cuando se apruebe la ley, posiblemente en mayo, el orden alfabético no será el sistema utilizado para registrar a los bebés en los casos en que los padres no se pongan de acuerdo. Todos los partidos, incluido el PSOE, creen que no es el mejor sistema.
Al menos tiene dos problemas. El primero, el serio riesgo de que los Zapatero, Rajoy o Rubalcaba, o cualquier otro apellido de la segunda mitad del abecedario, tiendan a la extinción en favor de los Aznar o Botella, ya que el registro que se haga de la filiación del hijo mayor será el que se aplique después al resto de la prole. El segundo, más sutil, que el padre o madre con un apellido que empiece por una de las primeras letras del abecedario pueda bloquear el acuerdo sabiéndose vencedor de antemano.
Los dos grandes bloques de soluciones con más posibilidades de prosperar son bien la supresión del cambio legal, bien un sistema de fijación del primer apellido aleatorio o por sorteo. El PP y UPyD reclaman que se retire el nuevo artículo y se deje el asunto como está desde 1999. Padre y madre pueden elegir el orden de los apellidos y si hay desacuerdo prevalece el paterno. Consideran los populares que la fórmula garantiza un equilibrio «entre la autonomía de voluntad de la pareja» y la «tradición familiar aplicada desde hace siglos en España». CiU se sumará a esta opción si es que no hay una fórmula que garantice el consenso porque cree que este asunto no debe estar sujeto a cambios permanentes. IU apuesta por una variante salomónica del orden alfabético. Los desacuerdos se solucionarán con el abecedario, pero para evitar las discriminaciones y las muertes de apellidos el funcionario del registro en una ocasión aplicará el alfabeto de la mitad hacia arriba y en la siguiente, hacia abajo. La solución del PNV, que sería apoyada por el PP de no suprimirse el artículo, es que en caso de conflicto siempre se coloque por delante el apellido menos común, para lo que el Registro puede solicitar el asesoramiento técnico del Instituto Nacional de Estadística.
En manos de la suerte
Esquerra Republicana y Coalición Canaria optan por el azar en estado puro. Creen que la solución más justa es que la controversia familiar se solvente con un sorteo o cualquier otro método aleatorio, como se hace en Alemania donde se dilucida el conflicto a cara o cruz. Los canarios incluso proponen que el propio programa informático del registro tenga un dispositivo que elija uno de los dos apellidos, al estilo de las máquinas de bonoloto.
La solución de este culebrón legislativo se conocerá en la segunda mitad de abril, que es cuando los grupos votarán las distintas enmiendas en comisión, entre el 12 y el 26, y se espera la aprobación de la ley por el Congreso en la primera semana de mayo.
http://www.elcomerciodigital.com/v/20110404/nacional/orden-apellidos-enreda-congreso-20110404.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario