Miércoles, 20 de Abril, 2011
Según detalla el texto de la Audiencia, la mujer le planteó a su expareja la necesidad de someter al niño a una intervención quirúrgica. El pequeño padece apneas del sueño. Técnicamente se conoce esta enfermedad como apneas-hipoapneas obstructivas del sueño e hipertrofia amigdalar. La madre defendía que si el niño se sometía a esta intervención, que recomendaban varios médicos, mejoraría su estado general y también su rendimiento académico al poder concentrarse mejor.
La mujer no consiguió convencer a su expareja que temía, sobre todo, el riesgo para la salud de su hijo si se sometía a una anestesia total para llevar a cabo la intervención quirúrgica.
El tribunal señala que ante el desacuerdo entre los cónyuges sobre la necesidad o no de operar a su hijo, la ley contempla la posibilidad de acudir al juez para que determine quién de los dos padres debe tomar la decisión sobre el futuro del menor.
Esta es la situación que sufrió la mujer, que al no poder convencer a su exmarido decidió contratar a un abogado y acudir al juzgado. En el pleito tuvo que intervenir el fiscal, que se inclinó a favor del padre porque entendió, basándose en los informes médicos contradictorios que presentaron cada uno de los progenitores, que no era necesaria ni urgente la intervención quirúrgica del menor.
Pero a pesar del informe en contra de la fiscalía, la madre ha conseguido que el tribunal respalde su decisión de operar al menor. El niño se ha sometido a varias pruebas médicas de especialistas en la enfermedad que sufre, tanto en la medicina privada como en la pública. Así, según señala la sentencia, el jefe del servicio de pediatría de una clínica privada de Palma señalaba que le llamaba la atención la hipertrofia amigdalar que padecía el menor. El enfermo fue sometido a un estudio polisomnográfico realizado por un neumólogo infantil, que calificó el diagnóstico de apneas severas. El jefe de pediatría del hospital señalaba la necesidad de operar lo antes posible y en su informe detallaba las ventajas que supondría esta intervención quirúrgica. Afirmaba el especialista que el estado de ánimo del enfermo mejoraría al poder descansar más por la noche y que el rendimiento escolar también sería mejor al aumentar su capacidad de concentración. Asimismo, según el médico, mejoraría su capacidad de habla y su tolerancia alimentaria.
De hecho, no era la primera vez que este paciente iba a someterse a una intervención quirúrgica. Cuando cumplió los tres años ya fue operado de vegetaciones y el otorrino que dirigió la intervención ya aconsejó que, con el tiempo, debía someterse a una operación en las amígdalas.
Otro de los informes médicos que presentó la madre, y que ha convencido al tribunal, fue solicitado por el juez. El especialista describió los síntomas diurnos y nocturnos de esta enfermedad y llegó a la conclusión que un retraso en el tratamiento estaba poniendo en riesgo la capacidad de desarrollo.
En total, la mujer presentó hasta cinco informes, tanto de la seguridad social como de la medicina privada, y todos concluían la necesidad de que el paciente se sometiera a esta operación en las amígdalas.
La Audiencia llega a la misma conclusión que los médicos y autoriza a la mujer a que tome la decisión de operar al niño, en contra de la decisión del padre que se negaba a que esta intervención se realizara.
http://www.diariodemallorca.es/mallorca/2011/04/19/obligan-padre-separado-acepte-hijo-debe-operarse/662865.html
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